El hambre no espera

El mentado e inexistente federalismo -en un país hegemonizado por el unitarismo- se cae a pedazos en la Argentina superdevaluada y con aroma a tierra arrasada que deja a su paso el Gobierno de Mauricio Macri en retirada.

La recaudación total de la provincia de Córdoba volvió a caer y ya acumula 14 meses en rojo. El Gobierno de Schiaretti adjudicó buena parte de la merma real de los ingresos a la crisis económica que golpea al país desde hace más de un año.

“El hecho de que cerca de 90 por ciento de la recaudación provenga directamente de impuestos nacionales y provinciales ligados a la actividad económica (IVA, Ganancias, Ingresos Brutos y Sellos) provoca que las finanzas de Córdoba sufran a la par los embates de la crisis nacional”, señalan desde “El Panal”.

La baja real de los ingresos se acentuará aún más en septiembre, cuando golpee de lleno la suba de la inflación y, en forma paralela, la merma en los giros nacionales por IVA y Ganancias aplicada a pleno desde este mes. Además, la caída en la actividad económica repercutirá en Ingresos Brutos, cuya recaudación se refleja a mes vencido.

En ese marco, los gremios estatales de Córdoba no han sido convocados todavía por el Gobierno provincial para rediscutir paritarias que, hasta el mes pasado, ajustaron por cláusula gatillo. La negociación debe culminar antes de fin de mes, toda vez que el eventual incremento que se acuerde para los salarios, deberá pagarse con los haberes del mes en curso.

Los municipios, en tanto, también tienen sus arcas más flacas fruto de la inactividad económica, el desempleo, la inflación, los magros salarios, la precariedad laboral, la caída en la coparticipación. Más temprano que tarde tendrán problemas para afrontar los pagos de sueldos de sus empleados.

En el caso de Río Cuarto, entre noviembre de 2019 y mayo de 2020, el Gobierno de Llamosas tendrá que devolver la mitad del capital de la deuda en dólares que tomó en 2017. Una suma monumental que crece exponencialmente a medida que continúa la corrida cambiaria y la consecuente devaluación del peso. El Departamento Ejecutivo Municipal debe cancelar en seis meses la mitad de una deuda que tomó en 2017 con un dólar a 17,51 y abonarlo con la moneda norteamericana que ronda los 60 pesos.

Esto implica que cuando hace dos años los bonos salieron al mercado, la deuda riocuartense equivalía a 260 millones de pesos; hoy, la cifra es superior a los 800 millones de pesos.

La crisis brutal en la que está sumida nuestro país debido a las políticas de Cambiemos, que la mayoría de la oposición aprobó en el Congreso, está hundiendo en la ciénaga de la pobreza cada vez más a miles de riocuartenses y, consecuentemente, a millones de compatriotas a lo largo y ancho de la geografía nacional.

Río Cuarto tiene una población cercana a los 200 mil habitantes y cuenta con unos 200 merenderos. Típica ciudad de las desigualdades generadas por el monocultivo, con gente acomodada y de muy buen pasar, por un lado, y una mayoría pobre y desocupada, por el otro. Es una radiografía de los pueblos sojeros que lo único que hacen es exportar el producto primario sin ningún valor agregado.

La CTA Autónoma Regional Río Cuarto y el Movimiento de Acción Popular (MAP), organización fundante de la Federación Nacional Territorial (FeNaT-CTA), hace dos años reclaman que se declare la Emergencia Alimentaria para garantizar un plato de comida diario a cada habitante de la Capital Alterna de la provincia de Córdoba.

Porque el hambre no espera.

Porque el hambre es un crimen.

No son los únicos. En igual sentido acaba de expedirse la Iglesia: A través de un duro documento de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, los obispos reclamaron al Gobierno que declare la “emergencia alimentaria y nutricional” para hacer frente al “severo aumento de la indigencia y la pobreza”.

Fuente: www.retruco.com.ar