Abuelas de Plaza de Mayo: Incesante lucha por la identidad

El Secretario General de ATE y la CTA Autónoma Córdoba, Federico Giuliani, mantuvo este miércoles una reunión con Abuelas de Plaza de Mayo Córdoba. “Recibimos en la Sede del Consejo Directivo Provincial de ATE a Belén Altamiranda Taranto, referente de la Filial Córdoba y Miembro de la Comisión Directiva de Abuelas a Nivel Nacional, Lucas Fanchin, del Área Administración de Abuelas Córdoba y la doctora Patricia Chalup del Área Jurídica”, señaló el dirigente al cabo del encuentro.

Giuliani, quien estuvo acompañado por Jorge Chalup, Secretario Gremial de ATE y Secretario General de la CTA-A Regional Córdoba Capital, señaló que la reunión sirvió “para avanzar en un convenio que nos permita articular política e institucionalmente en la búsqueda de los nietos que faltan encontrar”.

“Se trata de una tarea vital en una etapa como la que atravesamos, con un Gobierno neofascista que niega el terrorismo de Estado y reivindica la dictadura genocida”, completó.

Las Abuelas siempre dijeron que cuando ellas no estén los que iban a continuar con la búsqueda eran los nietos restituidos. Belén, recuperó su identidad en 2007 gracias a la búsqueda de las abuelas y después del fallecimiento de la querida abuela Sonia Torres, pasó a hacerse cargo del funcionamiento de la casa de Abuelas en Córdoba.

“Este es un trabajo colectivo, en donde los nietos, hermanos y los trabajadores son los que sostienen la institución siempre con la guía de las Abuelas. Este es un ámbito de lucha, trabajo y militancia en donde Sonia siempre va a estar presente en nuestros corazones y memoria guiándonos desde la estrella en que esté para darnos fuerzas para seguir con esta convicción y fuerzas. Esta búsqueda sigue hasta que encontremos a los nietos que nos faltan. Es un búsqueda de amor, militancia y resistencia”, indicó Belén Altamiranda Taranto.

Un poco de historia

Belén nació en junio de 1977 durante el cautiverio de su madre, Rosa Luján Taranto. La joven había sido secuestrada el 13 de mayo de 1977, embarazada de siete meses, junto con su pareja, Horacio Antonio Altamiranda. Ambos fueron vistos en el centro clandestino “El Vesubio”. Rosa fue llevada a dar a luz al Hospital Militar de Campo de Mayo y tras el parto, fue devuelta al Vesubio, allí le relató a otra detenida que había tenido una beba.
La niña fue entregada al Movimiento Familiar Cristiano, que a los tres meses de vida de la pequeña la dio en adopción. En 2005 Belén decidió comenzar su búsqueda y se presentó voluntariamente en la filial de Abuelas Córdoba. A mediados de 2006, la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI) tomó su caso y el 29 de junio de 2007 el Banco Nacional de Datos Genéticos informó que la joven era la hija de Rosa y Horacio.
Belén tuvo la suerte de poder abrazar a sus cuatro abuelos, entre ellos la abuela Irma Rojas quien fue una de las primeras Madres y Abuelas de Plaza Mayo que luchó sin descanso para encontrar a su hijo, a su nuera y a su nieta.