Alberto, no me pidas que deje la calle

Por Claudia Baigorria*

Me molesta sobremanera que nos mande a guardar. Octubre, diciembre y los meses (o años) que siguen, quedan lejos.

El hambre no espera. La pobreza tampoco.

Las niñas, niños, mayores, familias, sin alimentos básicos tampoco. La salud de jubiladxs sin medicamentos tampoco.

Lxs trabajadorxs de Chubut tampoco.

Las escuelas y sus comedores, los hospitales, las universidades, las obras sociales, sin refuerzos presupuestarios tampoco.

Los salarios dinamitados por la inflación, tampoco.

Que el presupuesto 2020 sea para el FMI o para las necesidades básicas de nuestra gente, tampoco.

Las PyMEs y negocios que cierran, tampoco.

Los miles de despidos mensuales (que se suman a los cientos de miles anteriores), tampoco.

Los pueblos fumigados o saqueados por el extractivismo tampoco.

Las víctimas de la violencia machista, el gatillo fácil o la represión, tampoco.. Y así seguiría.

Claro que buscaremos el diálogo con todos los sectores de buena voluntad…

Aclaro, para cualquier persona que se distraiga, que esto no cambia mi voto.

Pero lo tenía que decir, Alberto: No me pidas que deje la calle.

*Secretaria Adjunta de la CTA autónoma. Secretaria Adjunta de la Federación Nacional de Docentes, Investigadores y Creadores Universitarios (CONADU Histórica-CTA)