“ATE es un actor central en la resistencia contra el desguace y en la nueva puesta en marcha de FANAZUL”

Ante la inminente reapertura de la Fábrica Militar de Azul (FANAZUL), entrevistamos a Gustavo Luján, trabajador reincorporado y referente de ATE en el sector. Comenta que la planta se reabrirá con unos 120 trabajadores/as reincorporados/as y que producirá “mastermix”, un explosivo compuesto casi en su totalidad por nitroglicerina, “que será exportado en un 90 por ciento a Perú”.

Foto de edificio en la planta de FANAZUL.

El origen de FANAZUL comienza después de la creación de la Dirección General de Fabricaciones Militares en el año 1941. En ese marco de expansión de la industria para la defensa nacional (bajo las órdenes del General Manuel Savio), la Marina de Guerra Argentina consideró necesario construir un depósito general de explosivos y conjuntamente con él, una fábrica de pólvoras y explosivos, lo que concretó el 3 de Octubre de 1946, dando nacimiento a la Fábrica Militar de Azul.

En el establecimiento llegaron a trabajar 400 personas en sus mejores épocas, que terminaron en 1988 cuando se la incorporó a la Dirección General de Fabricaciones Militares. Durante el gobierno de Carlos Menem, en el año 1991 se sancionó una Ley que declaró “sujetas a privatización” a las unidades de Fabricaciones Militares, lo que, en el caso de Azul, se evitó apenas gracias a la lucha de sus trabajadores. En 2015 se deroga esta reglamentación asegurando el carácter estatal de la empresa que, sin embargo, fue cerrada de hecho el 28 de diciembre de 2017 cuando fueron cesanteados la casi totalidad de sus trabajadores y trabajadoras.

“De las 14 Fábricas Militares que había en la Argentina, quedaron solo 4 en los 90, entre las que se contabilizaba nuestro establecimiento. Sin embargo, el macrismo vino a concluir la tarea del menemismo y finalmente decidió el cierre de nuestra fábrica al “no renovar contratos” -como dijo el interventor Riva en aquel entonces- a 208 compañeros que éramos los operarios de la fábrica -desde hacía décadas en muchos casos-“, rememoró Gustavo Luján, trabajador, ex-supervisor del área de almacenes y referente de ATE en FANAZUL.

“Quedaron solo los “planta permanente” a quienes se les ofreció la jubilación si cumplían los 30 años de aportes y 55 años de edad, con lo cual el plantel fue achicándose cada vez más, quedando solo 16 compañeros en una planta paralizada”, manifestó Luján. Y así fue como, por medio de la Resolución 1193/2018 (del 27 de septiembre de 2018), el ministro de Defensa Oscar Aguad dispuso finalmente la transferencia del predio de la fábrica a la Armada Argentina.

La reapertura

El 23 de diciembre de 2020, bajo la nueva gestión gubernamental del Frente de Todos, el ministro de Defensa de ese entonces, Agustín Rossi, revirtió la decisión de Aguad y restableció la Fábrica Militar de Azul “producto en gran medida de la lucha de los trabajadores y de ATE que nunca bajamos los brazos. En esto, ATE es un actor central en la resistencia contra el desguace y en la nueva puesta en marcha de FANAZUL”, aclaró Luján quien explicó que desde ese momento comenzaron a entrar de a 4 compañeros y que hoy ya son 114 los trabajadores/as reincorporados/as “que entramos para hacer lo que haga falta para poner en funcionamiento FANAZUL: hace dos años aproximadamente entré yo y corté pasto, pinté, limpié y bueno, a medida que se han ido comprando herramientas, trayendo materiales e incorporando nuevos compañeros y compañeras, se van sumando funciones al proceso de trabajo y cada uno va acercándose al puesto que tuvo previo al despido del macrismo”.

“Calculo que para cuando se reabra efectivamente la planta en los meses de abril/mayo (esperemos que antes también) seremos unos 120 operarios y operarias en la Fábrica”, estimó el referente de ATE que explicó que mayormente quienes ingresan lo hacen bajo la figura de contrato de empleado público. De todas formas, aclaró que esperan que hacia mitad de año quede ya firmado el nuevo Convenio Colectivo sectorial que permitirá definir roles, funciones, derechos, carrera, etc, de quienes trabajan en esta y las demás Fábricas Militares del país.

En cuanto a la producción, Luján describió que “esta siempre fue una fábrica de pólvora y explosivos, muy similar a la de Villa María: hacemos gelamones, pulverulentos, pólvoras de distintas bases”, y anticipó que se está preparando la planta para que en este tiempo se haga “mastermix”, “un explosivo con un 90 por ciento de nitroglicerina, una producción que está comprometida en un 90 por ciento con Perú”. Además, adelantó que se está poniendo a punto la planta de proyectiles y la máquina para destrucción de chalecos antibalas, nueva línea de trabajo de la empresa estatal que se abriría también próximamente, tras su reinauguración.

“Para Azul y la región es muy importante que suceda esta reapertura, es dinero que ingresa a una región que realmente se resintió mucho cuando 208 compañeros quedamos afuera a finales de aquel 2017 y cuando la cadena de proveedores locales del establecimiento vio discontinuados sus pedidos”, expresó Luján quien además destacó “la identificación y el orgullo de la comunidad local por la Fábrica”.

Fuente: www.atecordoba.org