Chacarita y Estudiantes juegan en el escenario de una disputa entre lo público y privado

Por Jesús Chirino*

Este sábado, 18 del primer mes de 2020, en el estadio de la Plaza “Manuel Anselmo Ocampo” de Villa María se jugará un partido amistoso entre Chacarita Juniors y Estudiantes de Río Cuarto. En el caso del “Funebrero” se encuentra realizando su pretemporada en esta ciudad buscando la puesta a punto para la segunda parte del torneo de la Primera Nacional. Su director técnico, José María Bianco, en relación al encuentro con Estudiantes declaró que “vamos a enfrentarnos a un equipo que está en la otra zona y que está muy bien. Que ha hecho una muy buena primera rueda y que seguramente va a ser una buena medida para nosotros”.

Quizás los jugadores de los dos equipos desconocen que se enfrentarán en un campo de juego que, siendo propiedad de la ciudad, el intendente Martín Gill habilitó para ser entregado a manos privadas. La “Placita Ocampo” está situada en una de las plazas públicas más tradicionales de la ciudad y, varias veces intentaron venderla. Gill, reelecto intendente, antes de reasumir la jefatura municipal por un nuevo período, impulsó la aprobación de una ordenanza para habilitar un cuestionado “canje” de La Placita por una supuesta ciudad deportiva que está en su última etapa de construcción.

Esas instalaciones han sido planificadas y llevadas adelante por privados y el gobierno local sólo ofrece un canje que parece poco beneficioso desde lo económico. Situación explicada en varias ocasiones por un grupo de vecinos autoconvocados que viene denunciando la entrega la plaza a empresarios privados. También se difundieron datos acerca de la situación financiera de los inversores, algunos registrados como simples monotributistas, poniendo en duda la solvencia de los mismos.

Se trata de quienes, supuestamente, invertirán lo suficiente para erigir cuatro torres de 25 pisos en el mismo lugar donde se jugará el partido amistoso. Uno de los tantos cuestionamientos que tiene el proyecto es su impacto ambiental que no fue estudiado por el Gobierno Municipal y desde ámbitos privados se plantea que sería contraproducente.

Más allá del resultado del amistoso futbolístico entre Chacarita y Estudiantes está desarrollándose un partido entre sectores que disputan a partir de intereses muy diferentes.

Por un lado, quienes defienden lo público, intentando que la Placita no pase a manos privadas pues es patrimonio de la ciudad toda y posee valor histórico y cultural. Del otro, se encuentran quienes hablan de los beneficios del canje, de la importancia de la denominada Ciudad Deportiva, que está ubicada en pedanía de Tío Pujio. Son los mismos a quienes les parece una “tontería” defender el patrimonio público y hablan de “no poder palos en la rueda del progreso” sin aclarar que serían los empresarios quienes más progresarian. Si bien la Ordenanza para el canje está aprobada, el resultado final aún no está definido. Los vecinos continúan esgrimiendo sus fundadas razones para la defensa de lo público. Desde el equipo liderado por el intendente Gill se insiste con la necesidad de entregar la plaza.

Los autoconvocados le plantean que sería bueno contar con infraestructura deportiva, pues la ciudad tiene deficiencia en ese aspecto, pero que no se entregue la plaza que lleva el nombre de quien es reconocido como fundador de la ciudad. Gill hizo una gambeta, quizás sabiendo que se iría de licencia a pocos días de reasumir su cargo, antes hizo aprobar el canje para que un suplente no lidiara con el conflicto y porque la entrega de lo público quizás no encajaría con el discurso del actual Gobierno Nacional donde ahora ocupa un cargo.

Actualmente Martín Gill es Secretario de Obras Públicas a nivel nacional, cargo que asumió a poco más de una semana de reasumir la intendencia villamarienses para la cual fue elegido. El oficialismo local, para justificar darle la espalda a lo decidido por quienes lo votaron para ejercer la intendencia, señaló que se trata de una persona muy capaz (no más que otras de su mismo espacio político) y que, desde ese cargo, ayudaría a la ciudad. Esas mismas argumentaciones plantean un nuevo escenario pues sería lamentable que siendo funcionario de Obras Públicas no pudiera “salvar” una de las plazas fundacionales de su ciudad, la misma que el habilitó para que fuera entregada a empresarios privados.

El último punto que podemos señalar en esta nota, para dar idea de las desprolijidades con las cuales se avanzó en la posibilidad de entrega de la plaza, es que luego de aprobada la Ordenanza mediante la cual se aprobó el “canje” el mismo oficialismo salió a decir que pediría la tasación de los terrenos públicos a entregar. Lo que le quita seriedad a la posición oficial que hablaba de un carácter de “beneficio económico” que el intercambio le proporciona a la ciudad. Por otro lado fortalece la posición del equipo que defiende lo público que viene denunciando que se trata de un intercambio donde la ciudad saldría perdiendo cientos de millones. Esto lo afirman a partir de cotizaciones privadas al precio de mercado.

Este sábado el partido entre Estudiantes y Chacarita arrojará en resultado certero, luego vendrá el partido en Río Cuarto. En Villa María se continuará jugando la defensa del patrimonio público que por ahora tiene un resultado incierto.

*Docente. Periodista. Secretario General de la Unión de Trabajadores de Estados Municipales (UTEM-CTA). Secretario Gremial de la CTA Autónoma Regional Villa María