Cinema Paradiso

Por Manuel Justo Gaggero *

Este es el título de una película de Giuseppe Tornatore que es una verdadera historia de amor por el cine. Sus imágenes estaban en mi retina cuándo recordaba que en un día como hoy -27 de mayo-, hace 44 años, era secuestrado nuestro compañero cineasta Raymundo Gleyzer. Torturado y asesinado en la Unidad Militar de Campo de Mayo sus restos aún no han sido recuperados.

Lo conocí en julio de 1973 cuando estábamos preparando el IV Congreso del Frente Antiimperialista y por el Socialismo (FAS) que se realizaría en Tucumán y en el cuál pensábamos proclamar la fórmula Tosco–Jaime para enfrentar al binomio propuesto por el Frejuli-Perón-Perón. Había organizado un encuentro con artistas, actores y conocidos protagonistas del mundo del espectáculo . Recuerdo entre los asistentes a Beatriz Guido y David Kohon.

La idea era que explicaríamos los objetivos de nuestra alianza y el programa electoral que retomaba los históricos del movimiento obrero: Huerta Grande, La Falda y el del 1° de Mayo de la C.G.T. de los Argentinos. Conocía todos los antecedentes de Raymundo. Había sido el primer camarógrafo, que muy joven, en 1966, filmó por primera vez en las Islas Malvinas. Luego con múltiples apoyos dirigió y elaboro el guión de “México: la Revolución Traicionada”. La misma contó al principio con el apoyo del entonces Presidente de la Nación Azteca, Luis Echeverría. Sin embargo, fiel a sus principios, en el film mostró como fueron desvirtuados los objetivos de aquella gesta que conmovió al Continente en el año 1912. Termina con la Masacre de Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968, en la que fueron asesinadas mas de 400 personas; gran parte de las mismas estudiantes.

Ya incorporado a nuestro Partido –el PRT-ERP- fundó el grupo “ Cine de la Base” junto, entre otros, a Humberto Ríos, Jorge Gianoni, Juan Greco, Jorge Denti y Nerio Barberis. En los primeros años de esa década del 70 dirigió varios documentales entre los cuáles estaba: “Me matan si no trabajo y si Trabajo me Matan”. En este describe la huelga de los trabajadores de INSUD que prestan sus servicios en condiciones de absoluta insalubridad. En la ciudad de Rosario y, en la clandestinidad, filmó el secuestro realizado por compañeros del ERP del cónsul inglés en esa ciudad y las negociaciones dirigidas a conseguir mejores condiciones de trabajo en la planta del frigorífico SWIFT.

Luego de la Masacre de Trelew –agosto de 1972– estrenó un documental en el que le da voz a los compañeros Mariano Pujadas y al “Indio Bonet” –luego asesinados– en una conferencia de prensa que llevan a cabo en el aeropuerto de esa ciudad del sur del país. Finalmente, la que podemos considerar su “opera prima”, es el film “Los Traidores”, en el que describe a un dirigente sindical que participa de la Resistencia a la Dictadura Militar -1955-1958 – y luego se convierte en un burócrata que negocia con las patronales facilitando los despidos de los trabajadores más combativos. Para terminar, con la colaboración de la policía, inventa un falso secuestro para inculpar a los delegados que habían conformado una lista opositora. Se inspiró, según sus propias declaraciones, en José Rucci a la sazón Secretario General de la C.G.T. que pactó con el Partido Militar el regreso del “Viejo General ya en su laberinto”.

Entendía que la cámara era un arma de combate y que los medios audiovisuales eran una herramienta para la concientización de nuestro pueblo en el camino de la Liberación Nacional y el Socialismo. Durante el período que estuve dirigiendo el Diario “El Mundo” nos encontramos varias veces y me impactaron sus firmes convicciones y su nivel de compromiso. Días antes de aquél fatídico 27 de mayo de 1976 nos encontramos en la galería ubicada en la intersección de las calles Scalabrini Ortiz –que en ese momento creo que se llamaba Canning– y Santa Fe. Conforme a las instrucciones que me había dado Eduardo Merbilahá le manifesté que nuestra organización entendía que debía abandonar el país cuanto antes y volver a los Estados Unidos. Su aporte era muy importante para el desarrollo de la solidaridad en el país del Norte. Me dijo que arreglaría algunos temas pendientes y viajaría.

El Terrorismo de Estado se le adelantó. El 27 de mayo, en su homenaje, es el “Día del Documentalista”. No olvidaré su mirada profunda y su afectividad.  Como diría el poeta: “Vivió por la Alegría. Por la alegría fue al combate. Que nunca la palabra tristeza sea vinculada a su nombre”.

*Abogado y periodista. Ex Director del diario “El Mundo “ y de las revistas “Nuevo Hombre” y “Diciembre 20”