Conversatorio virtual inició la serie de formaciones sobre Derechos Humanos

Impulsado por el Departamento de Derechos Humanos del Consejo Directivo Provincial (CDP) de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE-CTA). Participaron Horacio Etchichury (CONICET), Ilda Bustos (Sindicato Graficos) y Silvia Marchetti (UEPC).

El 18 de noviembre se llevó a cabo el conversatorio virtual, organizado por la Secretaria de Formación y el Departamento de DDHH del CDP, que encabeza César Theaux.

El dirigente expresó su satisfacción por iniciar el ciclo, que se replicará con otra edición antes de fin de año y sucesivos encuentros en 2021. “Esta es una jornada introductoria que se realiza conjuntamente con la Mesa de Trabajo de DDHH de Córdoba. Desde el departamento de DDHH del CDP, sabíamos de antemano que hay muchos compañeros y compañeras en distintas organizaciones que ya tenían trabajos realizados sobre esto así que decidimos convocarles para que compartan sus propuestas. También participa el Archivo Provincial de la Memoria, que nos aporta sus datos y la predisposición para que trabajemos en conjunto”.

En la oportunidad participaron como panelistas el Doctor en Derecho, docente de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) e investigador del CONICET, Horacio Etchichury; la Secretaria General de la Unión Obrera Gráfica Cordobesa (UOGC) y Secretaria Adjunta de la CGT Regional Córdoba, Ilda Bustos; y la secretaria de Derechos Humanos y Género de la Unión de Trabajadores de la Educación de la Provincia de Córdoba (UEPC), Silvia Marchetti.

En principio, Juan Dyzenchauz, de la Mesa Provincial de Trabajo por los Derechos Humanos, introdujo la charla sosteniendo que “a la hora de pensar en una sociedad más justa, tanto el movimiento obrero organizado como el movimiento de DDHH son pilares fundamentales. Los DDHH son la columna conceptual donde buscar respuestas integrales a los problemas que nos aquejan”.

“Los DDHH nos traen un paradigma de dignidad inherente a la condición humana, es decir: todas y todos tenemos la misma dignidad y no la perdemos. Ahí hay algo interesante para salir a discutir la meritocracia, esa cosa individualista y fragmentada que vivimos hoy. Y por otro lado la universalidad, estableciendo un piso de DDHH a la hora de discutir y de proponer algo superador”, apuntó para dejar la palabra a Horacio Etchichury.

El académico, de larga trayectoria en su compromiso por los derechos humanos y con un papel muy importante -por ejemplo- en la lucha contra la criminalización de los jóvenes en Córdoba a través del Código de Faltas, dio un pantallazo sobre el esquema de su tema de especialización: los derechos sociales.

Y para ello, tomó como base la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. “Muchos de los derechos que se consideran laborales, porque históricamente surgieron para proteger a las personas que están trabajando, o que pierden el trabajo o que no pueden trabajar por distintas circunstancias como su edad o por enfermedad, son derechos humanos e integran la declaración universal de los DDH, de 1948”, comenzó Etchichury.

“No solo están ahí los derechos a la vida, a la integridad física, a la libertad de expresión, religiosa, de pensamiento. También está el derecho a trabajar, a condiciones dignas de trabajo, el derecho a la salud. A la seguridad social, a la vivienda, a la educación, a participar en la vida cultural, a beneficiarse con los avances del progreso científico. Es decir, muchos derechos que asociamos al trabajo son derechos humanos y como tal son universales, que tenemos todas las personas. Eso fue un avance en su momento, porque todas son todas, independientemente de su color, sexo, religión o pensamiento”, prosiguió.

Etchichury describió como característica que “no son derechos que hay que ganar, no hay que merecerlos. No hay que tener ni una conducta ni una prestación, se tienen. Nadie debe merecerse el derecho a la educación o a la vivienda, los estados se comprometieron, a la salida del horror de la segunda guerra mundial, a garantizarlos para sus poblaciones.  Fue el límite que los estados se impusieron ya que antes podían disponer de sus poblaciones como quisieran. Después de 1948 no se pusieron límites sobre cosas que pueden o no hacer, y sobre cosas que deben hacer por sus pueblos”.

“Posteriormente se hicieron más densos los derechos de las personas y por eso surgen posteriormente los distintos tratados. En el caso argentino más aun, porque con la constitución del ’94, una de las innovaciones que se aportó, es que los tratados que nuestro país firmó pasaron a tener la misma jerarquía que la constitución. Y tiene validez para todas las gentes que viven en el país, más allá de cualquier diferencia y para todas las nacionalidades”, agregó en otro párrafo de su exposición.

Derechos humanos y la disputa del sentido

Seguidamente, tomó la palabra la compañera Silvia Marchetti. “Desde 1986 trabajo en la docencia. Inmediatamente me hice sindicalista, me afilie al otro día. Pero también quiero agregar que soy feminista. Y lo sumo porque quienes participamos de organizaciones colectivas tenemos en nuestras cabezas de que hay personas que tiene necesidades y que hay cosas que deben estar garantizadas. Por eso es que estamos en sindicatos, tratando  de que nuestros compañeros y compañeras no solo tengan un sueldo sino una vida digna”, afirmó la secretaria de Genery y DDHH de la UEPC.

En otro párrafo de su interesante exposición Marchetti dijo que “una de las cosas más terribles que nos hizo el neoliberalismo es vaciarnos de sentido a un montón de palabras que eran del campo popular. Por eso, además de luchar, tenemos el rol fundamental de recuperar esos sentidos”.

En tal sentido agregó que “la palabra formación es maravillosa porque vamos aprendiendo unos de otros en una especie de dinámica de educación popular donde todos tenemos saberes y los vamos intercambiando. Tiene que ver con una responsabilidad primera, la de juntarnos y hablar y debatir y poner nos de acuerdo”.

Y añadió: “¿Por qué llama la atención que militantes de distintos sindicatos nos encontremos en espacios en común? Porque no lo hacemos y es algo que debemos revertir para comenzar a la vez a construir un relato en común que vuelva a dar sentido al lenguaje, que el neoliberalismo nos sacó”.

El trabajo es un derecho

Tras cartón tomó la palabra la histórica dirigente de los Gráficos de Córdoba, Ilda Bustos.

La dirigente dijo que los DDHH son fuente de una de las formaciones más integrales “porque conforma una serie de derechos. Y en cuanto al derecho al trabajo hay ahí un debate para profundizar.  El ejercicio de este derecho donde el Estado debe intervenir, porque si no lo garantiza el mercado y ya sabemos que significa en cuanto al retroceso de derechos en general”.

Bustos dijo que “para la toma de conciencia y la visión crítica de la realidad la formación de ddhh es una herramienta importantísima, que iguala y obliga a pensar a partir de esa igualdad. Estamos en una etapa difícil no solo por la pandemia, sino porque la pospandemia viene mal. Entramos a una etapa donde los derechos están en peligro. Estamos asistiendo a lo que el capitalismo siempre quiere porque tiene en su estrategia que no se apliquen los derechos para acelerar la acumulación de riquezas”.

“Esta situación nos obliga a pensar esto y por eso felicito a los compañeros y compañeras de ATE”, finalizó Bustos.

Ingresando aquí puede accederse a la charla completa.

Fuente: www.atecordoba.org