Por Carlos Emanuel Cafure*
La llegada del Coronavirus, una grave pandemia que afecta a todo el mundo (tanto a países con climas invernales como otros con climas veraniegos), ha cambiado prácticamente la vida de cada ser humano.
El número preocupante de casos totales, sumado al de víctimas fatales, está comenzando a crear conciencia en muchas personas incrédulas y en otros casos a verdaderos irresponsables.
Hasta donde se sabe, este virus es altamente contagioso y es por ello, que muchos gobiernos de diferentes naciones, han ordenado la cuarentena general del pueblo (la República Argentina, es uno de ellos).
Esto obligó a muchos países, a darle importancia y relevancia a la salud pública puertas adentro (especialmente en donde la salud pública ha sido despreciada, denostada, además de la caótica situación de muchos hospitales en materia de infraestructura, equipamiento y sobre todo con pésimos salarios para con los profesionales de la medicina y de enfermería).
El impacto de este virus en cada país, dependerá de las medidas políticas que se adopten, del estado de los nosocomios, de la cantidad de equipamiento adecuado y de personal capacitado para contener la situación y también de la conducta de cada individuo.
Por otro lado, todos podemos advertir, que se han cortado todo tipo de relaciones personales en el planeta, para comenzar a hacerlo casi exclusivamente por estos días, por medio de la tecnología (videollamada, llamadas telefónicas, entre otras).
La educación y muchos trabajos (estatales y privados), se están llevando adelante de forma digital y desde la casa (a través de la computadora o del celular), pero hay actividades que no tienen estas posibilidades y se están resintiendo severamente, como por ejemplo: los taxistas, los monotributistas, los deliverys, entre otros; y es allí donde los Estados Municipales, Provinciales y Nacional, deben activar acciones de asistencia y hacer hincapié (ayuda alimentaria y económica).
También, es muy importante brindar las herramientas necesarias, para que sectores más vulnerables y los jubilados, puedan pasar estos días difíciles con apoyo, acompañamiento y decisiones que tiendan a ayudarlos en esta etapa histórica que atraviesa la humanidad, por esta grave pandemia.
Esperemos que la ciudadanía de todos los países, tomen con seriedad lo que está pasando, que los distintos gobiernos actúen en consecuencia haciendo lo posible e imposible para superar esta pandemia, y que se trabaje de forma intensiva para lograr algún tratamiento efectivo (con medicamentos), que permita aliviar la situación hasta tanto se logre la vacuna tan esperada contra el Coronavirus.
A partir de la aparición del Coronavirus, el mundo ya no será el mismo…
Esperemos en algún momento, llegar a fondo y saber cómo se originó este virus, y donde se generó.
*Abogado Laboralista