Durmiendo con el enemigo

Por Manuel Justo Gaggero*

Es el título de una película que describe la sensación que nos invade cuando analizamos algunos episodios graves que se han producido en los meses de “cuarentena” que han sido invisibilizados por los medios de comunicación hegemónicos. Por una parte, hace pocos días se publicaron en las redes sociales mensajes, evidentemente de factura castrense, en los que rendía homenaje a dos militares que  habían intervenido en el pomposamente llamado “Operativo Independencia” y que habían perdido la vida “luchando contra el enemigo judeo marxista y la subversión castrista”.

De que se trataba. El 5 de febrero de 1975 María Estela Martínez de Perón dictó un decreto por el que disponía que efectivos de las tres armas se instalaran en las provincias del Norte argentino, con epicentro en Tucumán, para combatir y aniquilar  al movimiento revolucionario y a la guerrilla rural. Al frente del mismo estuvo, en la primera etapa, el General Acdel Vilas y luego el genocida Antonio Domingo Bussi.

Fueron detenidas más de 1300 personas conforme a la Doctrina de la Seguridad Nacional. Torturadas salvajemente siguiendo las “enseñanzas” de los “asesores franceses” y de agentes de la CIA cuatrocientas de ellas permanecen “desaparecidas” y sus familiares no han recuperado sus restos; pese al tiempo transcurrido.

Los represores, respetando la “omertá” acordada por el Partido Militar, se han negado, sistemáticamente, a revelar la información. Además fueron asesinados varios dirigentes de partidos democráticos. Entre los oficiales que participaron de estos crímenes de Lesa Humanidad se encontraba el hoy Teniente General (r) César Milani, en ese momento oficial del Batallón 601 de Inteligencia del Ejército. Este cuando estuvo de Comandante en Jefe -2013 a 2015- fue “presentado” como un exponente del “Ejército Nacional”.

Esta operación fue el adelanto de lo que luego sería la ocupación del poder formal el 24 de marzo de 1976 con la secuela de 30 mil “desaparecidos”, miles de asesinados, presos y exiliados. Es evidente que sigue habiendo sectores militares que reivindican el Terrorismo de Estado a 37 años de la vuelta a la “institucionalidad formal”.

A ello se suma que sólo en la Provincia de Buenos Aires la “mejor policía del mundo” -así llamada por un ex gobernador- ha asesinado a 42  personas de nuestro pueblo por el método del “Gatillo Fácil”. Esta cuenta con el respaldo del Secretario de Seguridad de la provincia, Sergio Berni, que construye su futuro político presentándose con la máxima neoyorkina de “tolerancia cero”.

Además, varios  integrantes de la cúpula policial tienen estrechos vínculos con los “cárteles” que manejan la comercialización de la droga.

A este escenario se suma que hace unos días fueron identificados los restos mortales de Facundo Astudillo Castro. Un joven de 22 años de edad oriundo de una localidad cercana a la ciudad de Bahía Blanca que el 30 de abril  salió de su domicilio para  ir a visitar a su novia.

En el trayecto se encontró con funcionarios de “La Bonaerense” y ahí se pierde el rastro. Un claro caso de “desaparición forzada”. Estos son los que cuidan a los compatriotas que viven en la provincia más populosa del país.

A ello se suman los casos de represión policial en Tucumán, Santiago del Estero, Chaco, Córdoba y San Luis, entre otras provincias, que tienen la protección de los señores feudales que gobiernan en las mismas. Todos estos episodios no tienen la difusión que deberían tener en los medios de comunicación escritos, radiales y televisivos. No cabe duda que estamos “durmiendo  con el enemigo”.

*Abogado y periodista. Ex director del diario “El Mundo” y de las revistas “Nuevo Hombre” y “Diciembre 20”