El Rey está desnudo

Por Horacio Meguira*

Si hay algo que está sucediendo en Latinoamérica es que se están desmitificando los principios económicos, sociales y culturales que han justificado a las clases dominantes la imposición de reglas generales.

Principios tales como: Lo privado como sinónimo de eficaz; la necesidad de que los salarios sean bajos para favorecer la inversión; que las inversiones buscan seguridad jurídica; que la productividad se logra en la competencia y por ello hay que abrir las fronteras de la importación; que la educación pública y gratuita es un costo; que los servicios públicos deben ser administrados por sectores privados; que la seguridad social es inviable.

Se patentiza en Chile, el paraíso neoliberal. Estas rebeliones generalizadas que vislumbran cambios, aún no develan alternativas. Este regreso al poder constituyente requiere tiempo.

Esa sensación de inseguridad que da la incertidumbre puede llevar a apresurar la negociación con los factores de la gobernabilidad, la paz y el hambre pueden ser la motivación para “transar”. Sin embargo lo que necesitan los pueblos es deliberar para resolver su futuro. Asambleas Populares que debatan y resuelvan en ejercicio de su poder constituyente. De lo contrario una nueva cooptación va disolver la energía de los rebeldes.

Ellos, los opresores, intentan preparar el terreno. Dicen que la rebelión del pueblo chileno es consecuencia del crecimiento de la clase media, como resultado del éxito del modelo, o que la rebelión la dirige Maduro desde Venezuela. Comienza el tiempo de culpabilización de los rebeldes.

Muchos peligros acechan, pero lo único que garantiza la continuidad de los cambios es la calle y la movilización popular.

Las elecciones de Argentina también se constituyen en una movilización constituyente. Lo importante es la persistencia en la calle. No cesar y seguir deliberando hasta encontrar el espacio de los pueblos, el lugar donde la historia de la vuelta. El sentido y el futuro de la movilización, el acordar “qué hacer”, comenzar a decidir, a superar la mera resistencia.

A mi humilde entender, ese espacio debe ser innovador, transcender las fronteras nacionales; ceder soberanía a la Patria Grande. No cabe duda que San Martín, Bolívar y O’ Higgins serán nuevamente los padres de esta nueva etapa en el devenir libertario.

*Director del Departamento Jurídico de la CTA Autónoma

Fuente: www.agenciacta.org