El triunfo del “Tucu”

Por Viviana Pomiglio*

Al “Tucu” lo conocí cuando llegó a Río Cuarto con sus casi 14 años. Venía de perder su madre y el trabajo duro en la zafra ya lo había huellado. Lo trajo su tía y ahí Daniel, conocidos por su sobrenombre que marcaba su procedencia, limpiaba vidrios de los autos en la esquina de una avenida. También empujaba carritos en un super. Todo servía para ganarse un peso.
Fue con Sandra Sommadossi, mi amiga y también constructora de sueños, que lo invitamos a formar parte de un Programa de Jóvenes que incluía la venta de la Revista “La Luciérnaga” de la ciudad de Córdoba, fue el primer vendedor y se transformó en referente de sus pares.
Fue creciendo, aprendiendo y transformándose en el trabajador que él anhelaba. Se casó con el amor de su vida, Laura Acosta, trabajadora de casas particulares, y formaron una familia.
Hoy construye su casa, una de la docena que se levantan en el loteo que convino la Asociación Personal Casas de Familia (APECAF-CTA) con el Municipio de Río Cuarto durante la gestión del Intendente Juan Jure en Barrio Alberdi.
El “Tucu” nunca tuvo un plan. Tuvo oportunidades, formación y también, educación. Así salió adelante. Es lo que necesitan los jóvenes antes, ahora y siempre.
El Estado debe adaptarse a los tiempos, los cambiantes paradigmas y la diversidad de realidades para elaborar las mejores políticas públicas para acompañarlos en su camino. No es el país, no es esta bendita Argentina, son los gobiernos y gobernantes carentes (y miren que palabra elegante uso) que expulsan, marginan y después, terminan estigmatizando a la juventud.
El “Tucu” triunfó, como Argentina el 10 de julio, ojalá haya muchos Tucus.
*Apoderada de la Asociación Personal de Casas de Familia (APECAF-CTA Autónoma) Regional Río Cuarto