En 2018, la violencia patriarcal dejó 21 femicidios en Córdoba y 238 en el país

En el año del #MiraComoNosPonemos, una mujer fue asesinada cada 32 horas en Argentina. El “Efecto Thelma” y el juicio por el femicidio de Lucía Pérez marcan el comienzo de la caída del patriarcado. 

No son monstruos, ni salvajes, ni animales. Son hombres comunes asesinando a mujeres con sus manos, con armas de fuego, en los mismos hogares compartidos con las víctimas. Despreciando la vida de forma sistemática y sintiéndose con el suficiente poder para decidir sobre cuerpos ajenos que sienten suyos. Utilizando un mismo discurso que busca justificar y minimizar sus aberrantes actos y siendo sometidos a procesos de justicia sin perspectiva de género.

La gota que rebalsó el vaso fue el juicio por el femicidio de Lucía Pérez, donde los jueces de Mar del Plata prácticamente responsabilizaron a la adolescente de 16 años de su propia muerte y absolvieron a Matías Farías, Pablo Offidani y Alejandro Maciel por abuso sexual y por femicidio. Pablo Viñas, Facundo Gómez Urso y Aldo Carnevale consideraron que no hubo elementos suficientes para comprobar que Lucía fue violada y asesinada.

Al conocer la sentencia, la mamá de Lucía se preguntó si darle droga a una chica, llevarla a una casa, someterla a relaciones sexuales vaginales y anales, y dejarla muerta en una salita de un hospital no era abuso. El sentido común a veces resulta lo menos común en la Justicia nacida del patriarcado. Una Justicia que naturaliza que hombres mayores de edad abusen sexualmente de menores, porque así también lo aprendieron de la falta de educación sexual y de la primera formación al alcance de la mano: la pornografía que consumieron antes de ser abogados, fiscales o jueces. La pornografía que legitima la pedofilia en videos donde la palabra ‘nena’ se repite una y otra vez en los títulos.

Mujeres al frente

En los días posteriores a la absolución de los imputados por el femicidio de Lucía, fueron asesinadas 13 mujeres más en Argentina. Así lo denunció Mumalá a través de su observatorio. El 21 de noviembre pasado La Casa del Encuentro había dado a conocer los datos de su informe anual. Hasta ese día, había 225 femicidios en el país, de los cuales 21 fueron en Córdoba.Pareciera que la impunidad judicial aumentara la fagocitación de los cuerpos femeninos.

El caso de Lucía es emblemático y su nombre y su vida se entrelazan con la de la actriz Thelma Fardin. Las dos tenían 16 años cuando fueron violadas. La diferencia fue que una sobrevivió para poder denunciarlo y la otra fue doblemente asesinada: primero por sus victimarios y luego por los jueces. Thelma contó con el respaldo y la contención de la Colectiva de Actrices Argentinas, que convertido en movimiento político a la luz de la lucha por el aborto legal, seguro y gratuito en el Congreso de la Nación, tomó la estrategia de las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, para a través de una conferencia de prensa, revelar lo acallado durante casi 10 años.

La coyuntura fue la principal aliada de la Colectiva. El rechazo del aborto legal en el Senado; la injusticia del juicio de Lucía; las niñas violadas teniendo que gestar y parir por obligación del Estado; el #ConMisHijosNoTeMetas en contra de ley de educación sexual integral; la impunidad discursiva y fáctica de Rodrigo Eguillor en las redes sociales tratando de “negra de mierda”, “mentirosa” y “aprovechadora” a la chica que lo denunció por violación; Baby Etchecopar entregando los teléfonos al aire de militantes feministas para que sus oyentes misóginos las amenacen y violenten.

“Hoy ganamos las mujeres”

El 2018 será recordado de forma sinestésica. Un año verde, como la naturaleza misma, como el derecho a ser dueñas de nuestros cuerpos. Donde las mujeres, las lesbianas y les trans, nos hicimos ola, abrazo colectivo y movimiento político, universal, superador, revolucionario, e inclusivo. Donde las feministas dejamos de ser locas, para ser ejecutoras de justicia.

Juan Darthés escondido en Brasil para no ser juzgado en Nicaragua; Eguillor preso; el #MiraComoNosPonemos reproducido en miles y miles de testimonios de personas abusadas que se animaron a hablar en las redes sociales tras la denuncia de Thelma; Tinelli con la tijera cortapolleras escondida en el bolsillo de su disfraz feministo; Calu Rivero a la salida de Tribunales diciendo que “hoy ganamos las mujeres”, en una audiencia pedida por el presunto violador que no se presentó; Baby Etchecopar siendo obligado a ceder parte de su programa a las mujeres que agredió; la antropóloga Rita Segato, ícono del feminismo, siendo tendencia en Twitter; la Ley Micaela para que sean capacitadas en género todas las personas que se desempeñen en la función pública en todos sus niveles y jerarquías en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de la Nación.

No se trata de ser optimistas, ni de ignorar que cada 32 horas una mujer es asesinada en Argentina, pero la deconstrucción social y cultural comenzó y avanza a paso firme. El “Efecto Thelma” impone un trabajo arduo y en profundidad que requiere seguir visibilizando la opresión del patriarcado; mantener los pañuelos verdes y resguardar nuestros cuerpos y nuestras causas de los intereses de aquellas personas y sectores que ven en el feminismo una oportunidad para sumar rating y votos.

Por Abril Sosa, Celeste Caballero, Cristina Machado, Deolinda Andrea Díaz, Silvia Ibarra, Mariela Jaimez, Celeste Natalí Torres, Silvia Maddalena, Silvia Caballero, Tali Alexis Moyano, María Deolinda Castro (femicidio vinculado), Cristian Manuel Castro (femicidio vinculado), Wanda Navarro, Juan Festa (femicidio vinculado), María Soledad Ríos, Nora Piana, Cristina Rodríguez, Magalí Ariana Pérez, Nancy Beatriz Pérez (femicidio vinculado), Sandra Martín y Karina Abba.

Fuente: www.lmdiario.com.ar