Fábricas Militares: Esperan que Fernández reactive las plantas

“Confiamos en lo que hemos venido hablando con distintos actores del gobierno electo, como Nicolás Trotta y la diputada nacional Gabriela Estévez”, señaló Fernando Mercado, dirigente de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE-CTA) por la Fábrica Militar Villa María.

En Río Tercero, también se perciben nuevas expectativas para esa industria. Damián Albornoz, de ATE de esa ciudad, reconoció que confían en que Alberto Fernández cumplirá sus promesas de reactivación del complejo industrial estatal.

En las ciudades de Villa María y Río Tercero siguen en marcha dos de las cuatro fábricas militares que quedan en el país. Décadas atrás, hubo 14 unidades.

Según ambos dirigentes gremiales, una de las primeras medidas que tomaría la próxima gestión respecto a Fabricaciones Militares sería derogar el decreto que convirtió este año a la empresa estatal en sociedad del Estado.

Albornoz recordó que ATE intentó que no avanzara ese proyecto planteado por el actual Gobierno nacional. “Es inconstitucional, porque la debería haber aprobado el Congreso”, insistió.

Mercado, a su vez, apuntó que ATE siempre avaló esa figura jurídica “pero no de la manera en que lo instrumentó el actual Gobierno”. Recordó que el gremio plantea “una participación de los trabajadores” en la conducción de la empresa, que en este caso no se previó.

Mercado reveló que Alberto Fernández y su equipo han recibido la propuesta del gremio para reactivar las fábricas militares de Río Tercero, Villa María, Fray Luis Beltrán (Santa Fe) y Jáchal (San Juan). Y se esperanzó en que la nueva gestión reabra la planta bonaerense de Azul (cerrada el año pasado, con más de 200 despidos).

El gremio también espera que se reincorporen los empleados que quedaron afuera por los ajustes aplicados en los últimos cuatro años. Entre Villa María y Río Tercero fueron 151.

“La empresa volverá a ser emblema de nuestra Nación”, se entusiasmó Mercado, quien cuestionó que el macrismo en el poder “intentó desmantelarla y desguazarla”.

Albornoz opinó que el nuevo gobierno tendrá “una mirada mucho más desarrollista” y anticipó que el gremio “exigirá estar en la toma de decisiones de ahora en adelante”.

Mientras, dentro de las dos plantas se aguarda que tras asumir el gobierno electo defina su proyecto para este complejo industrial-militar, entre las promesas de reactivación que planteó y la estrechez financiera que imponen los números de la economía.

La contracara

En contrapartida, la actual gestión de Fabricaciones Militares elaboró un documento que marcó “los logros” obtenidos, a semanas del fin de la gestión. Valoró, en esa línea, que la transformación en sociedad del Estado le permitiría a la empresa agilizar los mecanismos para aumentar producción y ventas.

Citó que por primera vez se convirtió este año en adjudicataria de venta de chalecos antibalas, que en los últimos tres años fue récord en exportaciones de explosivos para minería y de insumos químicos, además de que redujo el déficit con que operaba.

Desde el gremio cuestionan la política implementada por la actual gestión, critican el ajuste en personal y aseguran que mermaron la producción y la inversión. “Pareciera que los precios de los productos se fijan para favorecer a los privados, en vez de defender el dinero público”, reprochó Albornoz.

Propuestas

ATE entregó al gobierno electo un documento en el que propone unidades de negocios por desarrollar. Antes había sido enviado a la actual administración. Están referidas a identificar nuevos clientes, optimizar costos productivos para ser competitivos y crear convenios con otras empresas del Estado, entre otras acciones.

La diputada Estévez (Frente de Todos) declaró públicamente que el nuevo gobierno tomará medidas directas para revertir la actual situación del complejo estatal.

Las unidades productivas, en general, requieren de fuertes inversiones para modernizar sus plantas.

Historia: Fue grande, hoy no

Hace tres décadas, Fabricaciones Militares llegó a tener 18 mil trabajadores en sus 14 fábricas. Hoy ocupa a algo más de mil en cuatro plantas: Río Tercero, Villa María, Fray Luis Beltrán (Santa Fe) y Jachal (San Juan). Más del 90 por ciento del plantel figura como contratado desde hace más de una década.

  • Córdoba. Había tres unidades, pero en 1996 cerró la de San Francisco.
  • La de Villa María produce pólvoras y explosivos, para uso militar y en minería. En Río Tercero hay una planta química (ácido nítrico es su principal producto) y una metalmecánica (que incluye un sector para reparación de vagones ferroviarios).
  • Entre 2017 y 2018 se cerró la Fábrica Militar de Azul y no se renovaron 151 contratos en las dos plantas cordobesas. Hoy, la de Río Tercero tiene 338 empleados y la de Villa María cuenta con 315.
  • Déficit. La actual administración, bajo el gobierno de Macri, asegura que redujo el déficit con que operaba pero que aún no se autofinancia con sus recursos.

Fuente: www.lavoz.com.ar; www.atecordoba.org