Frente a la Argentina de la desigualdad, impulsemos una Argentina libre de hambre

“Los límites que tiene la matriz productiva argentina para generar suficientes empleos de calidad se ven reflejados en los crecientes niveles de informalidad y precariedad que caracterizan al mercado laboral. En este contexto, obtener un empleo no garantiza acceder a un nivel de consumo básico: 1 de cada 4 trabajadores y trabajadoras son pobres y el 4,5% son indigentes. Incluso entre lxs trabajadores formales, la pobreza llega casi al 14%.
️”Frente a los escasos ingresos obtenidos en gran parte de las ocupaciones, es esperable que los hogares desarrollen también otras estrategias para subsistir, como recurrir a los programas de transferencias del Estado. Si bien los programas vigentes son fundamentales para complementar los ingresos de los sectores más postergados, no alcanzan para asegurar que ningún hogar pase hambre en la Argentina o, menos aún, que superen la situación de pobreza, reproduciendo los efectos de la elevada desigualdad y concentración de la riqueza.
️”Ante este escenario, desde el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPYPP) sostenemos que es imprescindible generar una política de ingresos que supere el esquema fragmentado y focalizado de la política social vigente, poniendo en marcha un Ingreso Básico Universal que permita fijar un umbral de dignidad para el conjunto de la sociedad”.