Guillermo Facio Hebequer: El artista proletario amigo de ATE

Por Honoris

Camino al centenario de este periódico, no viene mal recordar algunas historias. Como la amistad de este gran artista con ATE, su muestra en la sede porteña y la obra póstuma sobre el 1º de mayo que donó a El Trabajador del Estado.

La Comisión de Cultura de la seccional Buenos Aires de ATE realizó una exposición de pinturas y grabados de arte proletario de este artista uruguayo radicado en la Argentina,  en noviembre de 1933 en el salón principal de su sede de la calle Chile.

La muestra consistía en una colección de 45 cuadros que “reflejan la cruda realidad social y que impresionan fuertemente al observador por su realismo descarnado, por su gran contenido humano y por la honda tragedia que gritan”, según señalaba El Trabajador del Estado en su edición de diciembre de ese año.

En las palabras de apertura de la muestra, el compañero Adolfo Pacheco, Secretario de la Comisión de Cultura, expresó que “el movimiento obrero es un vasto movimiento que tiene sus profundas raíces en la vida social misma y que nadie ni nada- pese a los intentos reaccionarios en boga- podrá detenerlo…no puede ser indiferente a todas las más altas manifestaciones del espíritu humano”.

Acto seguido el Dr. Rodolfo Aráoz Alfaro, destacado abogado, apoderado del Partido Comunista y defensor de presos políticos y gremiales, dio una conferencia sobre “El arte proletario de Facio Hebequer”.

Entre sus conceptos principales, Aráoz Alfaro manifestó que Hebequer “había ido a buscar en el pueblo, en los barrios pobres, su inspiración artística”, y que “su arte es de acción libertadora hacia un mundo más justo…donde una mano mueve el lápiz o el carbón y la otra se crispa en un puño próximo al combate”.

La exposición del pintor y grabador fue clausurada el 1 de diciembre de ese mismo año con la presencia del autor, que pronunció una conferencia sobre “La Cobardía de los artistas” ante un gran número de trabajadores estatales.

Dos años después, el 23 de abril de 1935, el vigoroso artista proletario fallecía inesperadamente y el periódico, en su edición de junio de ese año, destacaba que la obra del pintor no solo ponía al descubierto el dolor de la vida proletaria sino que incitaba a los trabajadores a luchar por su emancipación y que allí radicaba su inmenso valor.

En dicha nota también se hacía referencia a la amistad que unió al gremio de los estatales con el dibujante, quien en distintas oportunidades colaboró con ilustraciones para el periódico y apoyó las actividades culturales de su Comisión.

Pocos días antes de morir, el artista proletario le regaló a ATE la ilustración  “¡Arriba los pobres del mundo!”, perteneciente a su cuaderno “Canciones proletarias”, que fue utilizada para ilustrar la tapa de la edición de mayo del 35 con motivo de un nuevo Día Internacional de los y las Trabajadoras; convirtiéndose de esta manera en la obra póstuma de Facio Hebequer.

Al mes de su muerte, el periódico engalanó su tapa con la Lámina 1 de la colección de grabados “Tu historia, Compañero…” acompañada de unas palabras del propio autor donde sintetizaba las penurias de los obreros ante el nacimiento de un hijo: “…para un obrero, no es un hijo: es una boca más”. Lo mismo hizo en la edición de junio del 36 con la segunda lámina de esa colección y con la octava, al cumplirse un año de su muerte.

Hoy, la obra de Guillermo Facio Hebequer fue donada por su familia al

Archivo  de Arte  Argentino  y  Latinoamericano  del  Museo  de  Artes  Plásticas Eduardo  Sívori y, desde 1967, el Premio de Grabado de la Academia Nacional de Bellas Artes lleva su nombre.

No solo eso, también el Sindicato único de Artistas, Profesionales y Trabajadores de las Artes Plásticas y Visuales –integrante de la CTA Autónoma- usa su nombre y apellido como bandera. Una alianza entre el artista, su obra y la lucha de la clase obrera que sigue tan vigente como siempre.

La vigencia de una obra

En la conferencia que dio el Dr. Araoz Alfaro en la apertura de la muestra de Hebequer en ATE le dedicó unos minutos a describir una obra del maestro titulada “Paseo de Julio” (hoy Avenida Leandro N. Alem), un camino ribereño asociado a la prostitución y la mala vida.

“Arriba, una pareja: la eterna pareja sin amor. En el otro ángulo una silueta que se aplasta ante una puerta iluminada. Entre ambos una cara impávida de tanto sufrir. Más abajo los musicantes de una orquesta de cafetín. Un rincón desierto de la calle. Al lado, una mujer que se ha vendido demasiado estira su cansancio. Otra ha acorralado a su cliente contra una pared: le exige, lo obliga a que la tome. Después el bodegón humoso y grasiento de las madrugadas. Más allá, se alinean las formas contrahechas de las bataclanas baratas”.

Esa litografía o grabado en piedra, tan bien descripta por el presentador, que embelleció con su dolor las paredes del sindicato, fue subastada hace apenas tres meses en la distinguida Galería de Arte Arroyo con una base de 350 dólares.

Nota publicada en El Trabajador del Estado de octubre.

Fuente: www.ate.org.ar