Hubo 4 muertos por Coronavirus: Desesperado pedido de rescate de un periodista cordobés que está en el crucero Zaandam

El periodista cordobés Dante Leguizamón, uno de los doce argentinos que se encuentran a bordo del crucero Zaandam, que tocó puerto en Fort Lauderdale, en Miami, realizó este lunes un desesperado pedido de ayuda para que los rescate el gobierno argentino.

En la nave, que zarpó el 7 de marzo pasado de Argentina y que tenía como destino Malvinas y luego Chile, murieron 4 personas por coronavirus. En el barco hubo 20 casos confirmados de COVID-19. Los argentinos, hasta ahora, no han cursado los síntomas de la enfermedad. En Estados Unidos, han desembarcado pasajeros que fueron rescatados por sus países de origen, como Australia, Canadá, Francia, Inglaterra, Chile y Alemania, entre otros. Sin embargo, a los pasajeros nacidos en nuestro país no los dejan bajar del navío porque no tienen vuelo de repatriación.

Dice Leguizamón: “Les escribo porque con nuestros compatriotas hemos decidido pedirles a ustedes que nos ayuden a difundir detalles de nuestra situación que resulta desesperante y que, pese a los esfuerzos de muchos, no termina de resolverse”.

Afirma que “nos encontramos desesperados y a la deriva. Apelamos a sus corazones para sensibilizarse por nosotros”.

Señala que “se han difundido varias versiones falsas. Lo cierto es que seguimos a bordo de este barco y mientras los australianos, los franceses, los ingleses, los canadienses, los alemanes, holandeses, chilenos y asiáticos están en sus casas, en el barco sólo quedan 400 tripulantes (el 20 por ciento enfermos), pasajeros convalecientes, sus familiares y los doce argentinos”.

Recuerda que “subimos al barco Zaandam, de la empresa Holland America, hace 28 días con destino a Chile” y que “llevamos 22 días sin tocar tierra. No nos permiten bajar”.

Cuenta que “en este período sobre el barco han muerto cuatro personas (que sepamos). Además, hubo veinte casos confirmados de COVID-19”.

Relata que “la mayoría de nosotros dormimos debajo de la enfermería, por donde pasaron esos muertos, y permanecieron y permanecen todavía hoy, personas infectadas. La mayoría de nosotros estamos confinados en una cabina, sin luz natural ni aire puro desde el 21 de marzo (hace exactamente 17 días). La cabina tiene tres metros cuadrados. Sí, tres metros cuadrados para dos personas”.

Apunta que “nos sentimos cada vez más deteriorados física y mentalmente. El grado de estrés y el desgaste que este genera después de un mes es notable en nuestros estados de ánimo. Se percibe claramente en el deterioro mental, físico e inmunológico que creemos vital para hacerle frente a un virus como el COVID-19. Por ahora, ninguno ha contraído el virus, pero la angustia y el miedo a convivir con el coronavirus (que duerme encima nuestro) nos pone en un estado de tensión y desgaste permanente. Para soportar este estado de cosas en un barco, es necesaria una preparación militar/naval similar a la de un tripulante o marinero que nosotros no poseemos”.

El crucero Zaandam donde se encuentran doce argentinos. (Foto: Gentileza Diario El Chubut).

Dice que “el fantasma de una situación que amenaza con prolongarse nos pone en estado de desesperación. Ese estrés aumenta a cada minuto el riesgo de nuestra salud. En alta mar (durante los días de nuestro viaje de Valparaíso a Miami) no contamos con Internet por lo que además quedamos aislados. No queremos volver a vivir esa situación”.

También asegura que “no hay información clara sobre lo que puede pasar con nosotros. Sabemos que la empresa y la Cancillería se esfuerzan por encontrar una solución, pero la misma no aparece y no olvidamos que esta empresa debía bajarnos en Chile y terminamos en Miami. Por eso Argentina no puede abandonarnos. Las gestiones existen y las valoramos (el consulado argentino en Miami se ha movido por intentar mejorar nuestra situación), pero sólo nos llega información plagada de incertidumbre”

Denuncia que “Nuestro país tiene una historia vinculada a los derechos humanos. Ustedes compatriotas deben entender lo que estamos reclamando. Sobre este barco estamos en un no país. Estamos en Florida, pero ni siquiera nos han sellado el pasaporte. No hicimos migraciones. Somos fantasmas”.

Finalmente relata que “los pasajeros y trabajadores que estamos en el barco no quisimos llegar hasta acá; nos trajeron 10 mil kilómetros a la fuerza” y advierte que “si esto no se resuelve volveremos al medio del mar. Sin destino, sin garantías y en un barco infectado de coronavirus. Argentina y sus autoridades deben entender que necesitamos ayuda”.

Fuente: www.enredaccion.com.ar