Tal como estaba pautado, este sábado el local de la CTA Autónoma Regional Río Cuarto se pobló de voces de grandes y chicos que protagonizaron una jornada de confraternidad y entretenimiento revalorizando lo autogestivo como pilar basal de la autonomía de una organización popular.
Como se había previsto para celebrar por anticipado el Día de la Madre, y con un importante número de participantes, tuvo lugar el Té Tómbola organizado por el Movimiento de Acción Popular (MAP-CTA), organización fundadora de la Federación Nacional Territorial (FeNaT-CTA), y la Central riocuartense con el objeto de recaudar fondos para sostener parte de la actividad que se lleva adelante en la red de 31 merenderos y comedores comunitarios que integran ese espacio territorial.
“Cuando nos preguntan cómo hacemos para sostener tanta organización acá estamos un sábado a la tarde: Autogestión, tómbola, mate, charlas para buscar la mejor estrategia para seguir”, dijo Silvia Alcoba, Secretaria General de la CTA-A.
Y agregó: “Las compañeras que nunca bajan los brazos estuvieron como siempre. Y los compañeros también. Gracias a todos los que colaboran con las donaciones”.
Por último, posteó en Facebook: “Hablales de construcción colectiva, hablame de militancia, hablame de solidaridad con el otro. Somos la CTA Autónoma, la Central que no vende su dignidad”.
La militancia en el territorio es uno de los elementos distintivos en la construcción de una Central de Trabajadores como la CTA y, por lo tanto, diferente a la concepción de Confederación de Gremios que sólo considera laburantes a los que están registrados (en blanco). Son dos modelos distintos.
Para la CTA, los trabajadores y trabajadoras de los barrios, precarizados, en negro, autónomos, monotributistas, jubilados, desocupados, autogestionarios, conforman la mayoría de la clase trabajadora a esta altura del Siglo XXI, y es a la que trata de dar contención y representar. Para el otro modelo no son trabajadores porque no están registrados ni cobran recibo en blanco.
La actividad del sábado confirma la extensión en presencia, organización y referencia que ha sabido ganarse la Central en las barriadas populares de la ciudad, donde la lucha diaria se comparte con alegría.
Porque como bien decía Don Arturo Jauretche: “Nada grande se puede hacer sin alegría, nos quieren tristes para que nos sintamos vencidos. Los pueblos deprimidos no vencen ni en el laboratorio ni en las disputas económicas. Por eso venimos a combatir alegremente, seguros de nuestro destino y sabiéndonos vencedores a corto o largo plazo”.