Son estudiantes de 6º año del Lanteriano La Merced, de Barrio Alberdi, que como práctica sociocomunitaria acompañaron a la copita de leche “Rayito de Sol” del Movimiento de Acción Popular (MAP-CTA) de Río Cuarto en la difusión de sus actividades y acercando nuevos colaboradores.
Por Luis Schlossberg
Como parte de sus actividades de práctica sociocomunitaria, los alumnos de 6º A y B del Lanteriano La Merced, realizaron un acompañamiento particular a los miembros del merendero “Rayito de Sol”, que funciona a algunas cuadras del establecimiento educativo.
Las docentes Rosalía Damen y Andrea Iturra, que estuvieron a cargo del proyecto junto a otros docentes de este año, destacaron que con la copita de leche “se estableció articular porque era un espacio en el que ya estaban interviniendo desde Educación Física de la Universidad Nacional”.
En este sentido, Iturria señala que tuvieron “varios encuentros con Analía Ramón, quien coordina el merendero, y charlamos sobre las necesidades que tienen en el merendero y las propuestas que podíamos llevar a cabo”, y agregó: “Luego empezaron a asistir los chicos, dos veces por semana durante todo el año. Principalmente fueron a dar apoyo escolar, y luego fueron surgiendo otras actividades en las que los profesores de otras áreas comenzaron a aplicar sus conceptos”.
– ¿Cómo fue el acompañamiento al merendero?
– Asistimos en horario escolar, porque la mayoría de los chicos del merendero asisten al colegio Arzobispo Espinosa por la tarde -indicó Damen-. Un grupo iba por la mañana a dar apoyo y a hacer juegos. Mientras que otro grupo iba después de mediodía, con otro tipo de actividades. La escuela se flexibiliza con los horarios por realizar este tipo de actividades, al igual que lo que son las pasantías.
Las docentes destacaron que el desarrollo de los proyectos implica aplicar los temas de cada materia de manera práctica en el territorio. “Son iniciativas que se llevan a cabo con todos los profesores del curso, siempre con alguna intervención en la institución en la que se trabaja”, sostuvo Rosalía.
– ¿Qué tipo de actividades se propusieron para el “Rayito de Sol”?
– En el merendero organizamos varias actividades -dijo Iturria-, como una celebración por el Día del Niño, donde, por ejemplo, los chicos hicieron una obra de teatro y realizaron juegos cooperativos.
– Desde el merendero nos habían manifestado que no tenían apoyo del Estado municipal, mientras que los vecinos no colaboraban mucho -agregó Damen-, tenían un grupo de WhatsApp en el que pedían a algunos colaboradores insumos para responder a las necesidades de cada día. Por eso, planteamos una campaña de concientización para la ayuda de los chicos, dar a conocer el merendero y conectarlo a la comunidad. Queríamos que la gente se comprometiera con la ayuda para la copita.
Por otra parte, las coordinadoras de las actividades señalaron que propusieron dejar un registro de la ayuda para cuando no estuvieran colaborando. “Por esto, se hizo un trabajo en redes sociales, con Facebook e Instagram para difundir las actividades del merendero, mientras que también se entregó folletería a vecinos de varios barrios, y se realizaron actas de compromiso para que las empresas se sumaran con donaciones para el merendero”, destacaron.
Difusión
Iturria explicó que además se llevó a cabo un video con información del merendero y las actividades que allí se desarrollaron, y se elaboró cartelería para difundir la copita. “La idea es que más gente se sumara como colaboradores. Incluso se juntaron algunas donaciones, primero por el sector y luego por otros puntos de la ciudad”, sostuvo la docente del Lanteriano.
Estas actividades que se encaran desde cada curso tienen un alcance en toda la comunidad próxima a la escuela, pero también en otras instituciones que desarrollan actividades sociales.
Rosalía Damen sostiene que “los chicos a veces no toman noción de todo lo que logran”, y describe: “A veces reniegan por tratarse de una actividad escolar, pero cuando ven todos los resultados es muy importante, incorporan muchos valores”. Explica que en sus objetivos originales son muy ambiciosos, “y a veces se decepcionan cuando no encuentran resultados inmediatos, pero el resultado, en este caso, dar a conocer a la comunidad, lo logran”, dice.
– ¿Los estudiantes se involucran con estas iniciativas?
– En este caso fueron alumnos de 6º año, y en 2019 ya no van a estar en la escuela, pero los cursos más bajos suelen repetir la institución que acompañan cuando el proyecto fue exitoso -aseguraron las docentes-.
Fuente: www.puntal.com.ar