Juan Quintar: “El ‘Choconazo’ estableció fuertes lazos sociales”

“El Choconazo es uno de los episodios que ponen a la provincia de Neuquén en sintonía con la temperatura política que vivía el resto del país”, aseguró a LM Neuquén el historiador Juan Quintar, autor de El Choconazo. Publicado en 1998 por la editorial universitaria Educo y cuya segunda edición apareció el año pasado, el libro permite comprender el proceso de formación política de la sociedad neuquina.

Por Pablo Montanaro

El actual director del Departamento de Economía de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo) comentó que la huelga y ocupación obrera de la central hidroeléctrica Chocón-Cerros Colorados, desarrollada entre el 23 de febrero y el 14 de marzo de 1970, en plena dictadura del general Juan Carlos Oganía, representó la posibilidad de que “la historia se puede modificar según nuestra voluntad”.

Quintar señala dos factores a la hora de explicar las causas que dieron origen al conflicto y que conformaron los elementos de “esa combustión social en medio de la estepa patagónica”. Por un lado, las condiciones de vida de los miles de trabajadores que habían llegado de todo el país y de países limítrofes y trabajaban 12 horas por día con bajísimos sueldos, “con problemas de hacinamiento, sintetizadas en esos ocho obreros muertos en las obras civiles”, y, por otro, la dimensión sindical política en la que la existencia de la llamada burocracia sindical, “tan bien caracterizada por Rodolfo Walsh en su libro Quién mató a Rosendo, tenía una muy fuerte connivencia con la patronal y las estructuras de seguridad del Estado”.

Precisó que existía un “control personalizado” hacia la empresa italiana (Impregilo-Sollazo) que vino a construir la represa junto a las fuerzas de seguridad. Entre los trabajadores hubo infiltrados como Raúl Guglielminetti, “quien después participará de los servicios de inteligencia durante la dictadura de 1976 incluso en la Universidad Nacional del Comahue”.

Para Quintar, lo ocurrido hace 50 años en la denominada “obra del siglo” se podría definir como un ejemplo de lucha clasista. “Es un ejemplo porque la clase trabajadora en la línea reivindicativa en función de sus situaciones materiales de vida se enfrenta no solo con la patronal sino también con sus representantes formales, que terminan jugando para la patronal, en este caso la Uocra nacional dirigida por Rogelio Coria, que había conformado una línea muy apegada a la dictadura de Onganía junto al Sindicato de Luz y Fuerza dirigido por Juan José Taccone”.

Señaló que a fines de 1969 cuando los trabajadores eligieron a sus representantes, “ese hecho es el comienzo de un fuerte conflicto. Fueron reconocidos por la empresa, pero los esperaron con la Policía Federal”. En asamblea, los trabajadores eligieron como delegados a Antonio Alac, Armando Olivares y Edgardo Torres, quienes “con una inmensa capacidad de convocatoria y al ver las necesidades, dieron la base de sustentación a los trabajadores”.

Precisamente Alac describió la precariedad de los lugares donde vivían los trabajadores “en galpones que se estaban construyendo para vivienda, y había galpones ya construidos donde vivían 80 o 100 personas. Una cama al lado de la otra, sin tener donde lavarse o bañarse. Los baños estaban haciéndose”.

Además del papel que tuvo el cura obrero Pascual Rodríguez, Quintar resalta la presencia del obispo Jaime de Nevares en las negociaciones durante el conflicto. Quintar toma como referencia una escena de la película Los dos papas para definir el papel del obispo neuquino.

“En la película hay un diálogo entre el papa Benedicto y el papa Francisco en el que el primero dice que la verdad es absoluta e inamovible, en cambio el argentino sostiene que la verdad cambia la historia y lo que hoy es verdad mañana deja de serlo. De Nevares está cerca de lo que plantea Francisco. Es una persona que se deja impregnar por la historia, viene del conservadurismo católico pero la realidad lo va llevando a otros lugares. El Choconazo es un parteaguas en la vida de don Jaime”.

“La historia lo obligó sin otras posibilidades, sin plan B, de ponerse de ese lado aunque los dirigentes tenían un pensamiento que no tenía nada que ver con él o por lo menos para él, el marxismo y el partido comunista no tenían que ver con él”.

Lo ocurrido entre febrero de 1969 y marzo de 1970 representó la posibilidad de que la historia se puede modificar según nuestra voluntad

Según Quintar, el Choconazo anticipa lo que, de alguna manera, se va a hacer explícito en la crisis nacional de 1975 y 1976. “Todos esos vectores ya estaban presentes en la estepa neuquina en 1969: el discurso de la posibilidad del comunismo y de la guerra fría, el discurso para imponer un orden, los servicios de inteligencia del estado infiltrados en las organizaciones populares, las tradiciones políticas más importantes de la época están presentes allí, el marxismo leninismo, el marxismo cristianismo, un cristianismo progresista inclusive está presente el secuestro y la tortura”.

-> La cronología de un conflicto

  • 20 de noviembre de 1969. Los obreros paran en reclamo de mejores condiciones laborales.
  • 13 de diciembre de 1969. Huelga por la detención de tres delegados de los trabajadores.
  • 23 de febrero al 14 de marzo de 1970. Huelga y ocupación obrera. Los obreros son sitiados por las fuerzas represivas.

Fuente: www.lmneuquen.com