Por Viviana Pomiglio*
El INDEC nos oficializó lo que sabemos de hecho, cuando vamos a la verdulería o al super, que los precios están por las nubes (21,5 % en lo que va del año).
Hoy, el frío que cala pobreza nos recordó que el recreo de la nieve del 16 de junio pasó y que, en Río Cuarto, hay más familias con frío en sus casas y en sus panzas.
Hoy, como todos los días pandémicos hablo más por celu, mando más wsp y la compu es casi la primera y última cosa que veo en el día.
Hoy, estando allí, en un Zoom se me volvió a arullar el alma y volví a comprobar porqué sigo haciendo lo que hago y porqué creo definitivamente, la importancia de reparar desigualdades. Desde la semana pasada las empleadas de Casas de Familia de todo el país andaban de Zoom en Zoom, peleando por un incremento salarial. Nosotras participamos desde APECAF, al igual que otros sindicatos del sector desde la CTA-A. El 16 de junio se retomó la negociación y salió el aumento en cuotas, como vienen siendo todos los arreglos y con un gran logro reivindicativo también. La virtualidad de esta tardenoche del jueves 17 fue para analizar el resultado y definir próximos pasos.
En este contexto de análisis, voces con tonadas de las distintas geografías, se dimensionó lo más importante de la negociación, que superaba ampliamente el ansiado aumento. La compañera de San Juan, Stella Marys Zalazar, fue quien con lágrimas emocionadas trataba de explicar a las delegadas más jóvenes, la importancia del logro obtenido: El reconocimiento de la Antigüedad.
¿Porqué me detengo en ésto? porque son trabajadoras postergadas y vulneradas en el pago, reconocimiento y derechos básicos. Cuesta y mucho, que las vean como trabajadoras en relación con otros rubros. Hacen el trabajo que otrxs no quieren o no pueden hacer, pero su presencia (y su remuneración) debe significar lo menos posible. Por eso ha costado y cuesta tanto su avance en el mundo laboral.
Hoy, como les decía, comprobé la importancia de reparaciones en las lágrimas de Stella. Tendrán un derecho más.
Un paso fundamental en la construcción del ser trabajadora. Al igual que en otros rubros, tendrá antigüedad.Va igualando, se va reparando y yo no puedo terminar el largo día sin compartirlo y abrazarlas a las de acá, a las de más lejos y decirles una vez más: La construcción es más que nunca colectiva y ese es el camino. Gran, enorme logro y ya no hay marcha atrás.
*Apoderada de la Asociación Personal de Casas de Familia (APECAF-CTA Autónoma) Regional Río Cuarto