El Gobierno de Mauricio Macri volvió a meter a la Argentina en una espiral de endeudamiento. A través de la complicidad con acreedores internos y externos, y el Fondo Monetario Internacional, Cambiemos endeudó al país por un total de 128.117 millones de dólares.
El gran problema: Este dinero no se utilizó para el desarrollo productivo, ni para terminar con el hambre y la pobreza. Por el contrario, acrecentó la desigualdad en nuestro país. Con mecanismos propios de la timba financiera (devaluación, libre cambio de divisas, lebac, lelic), y se facilitó una fuga inédita de capitales a paraísos fiscales.
Macri, sus funcionarios y los sectores concentrados de la economía, se enriquecieron, mientras en Argentina la pobreza superó el 50%. Hoy, la mitad de la población adulta es pobre, y el 60% de los niños, niñas y adolescentes también lo es.
Hace años que las organizaciones sociales y los organismos de derechos humanos, venimos diciendo que esta Deuda es ilegítima, ilegal e inmoral, y que debe ser investigada.
El 1% de las empresas y el 1% de las personas que compraron divisas concentran el 67% de la fuga de los últimos cuatro años. Las deudas se pagan, las estafas no.
Fuente: www.agenciacta.org