La CTA Autónoma ratificó su compromiso y solidaridad con el pueblo venezolano

La Central, en adhesión al comité “Queremos Vivir”, respaldó el reclamo por el cese del bloqueo por parte de Estados Unidos a Venezuela y la aplicación de medidas coercitivas que representan un grave perjuicio para su población.

El encuentro contó con la presencia del secretario General Adjunto de la CTA Autónoma, Hugo “Cachorro” Godoy, el secretario de Organización, Carlos “Beto” González, la representante de Juventudes de la Central, Joana Giménez, la secretaria Gremial de la CTAA Capital, Hebe Nelli, y la titular de la Fundación Latinoamericana para la Defensa de los Derechos Humanos y el Desarrollo Social (FUNDALATIN), María Eugenia Russián.

Las medidas coercitivas impuestas por el gobierno de Estados Unidos a la República Bolivariana de Venezuela ponen en riesgo vital a decenas de niñas y niños que requieren atención médica en el exterior. En Argentina, hay siete que necesitan continuar sus tratamientos de alta complejidad.

El programa de asistencia médica a casos “catastróficos” es creado y financiado desde 2006 por el Gobierno venezolano a través de la Fundación Simón Bolívar de CITGO, la filial de Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) en Estados Unidos. Desde fines del 2018, este programa de apoyo se vio afectado por las medidas coercitivas unilaterales.

En aquel momento, a partir de la cooptación de la CITGO-PDVSA, pacientes niñas y niños venezolanos que estaban en otros países, como Argentina e Italia, atendidos por patologías que requieren alta complejidad, como trasplantes de médula ósea o hepáticos, y que por distintas razones sus necesidades no pueden ser cubiertas en su país, vieron cesar sus tratamientos.

Lo mismo ocurrió a quienes estaban dentro del programa de la Fundación Simón Bolívar, pero se encontraban en Venezuela en ese momento y necesitaban volver para controles periódicos a los lugares donde se habían operado previamente, así como también recibían en Venezuela la medicación necesaria de parte del programa.

La confiscación de la Fundación significó, además, la imposibilidad para nuevos pacientes de poder realizarse estos tratamientos ante enfermedades graves. Desde aquella fecha, por ejemplo, el programa no financió la llegada de más niñas y niños para ser tratados en Argentina. A pocos meses del robo de la Fundación, el secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Derechos Humanos, Larry Devoe, comunicó la muerte de Giovanny Figuera, un niño venezolano de 6 años que requería un trasplante de médula ósea y medicamentos especializados que son importados, a los cuales ya no pudo acceder. Lamentablemente, hasta la fecha ese no fue el único caso.

Al respecto, Hebe Nelli planteó la urgencia de “terminar las medidas coercitivas y que los estados hermanos de América Latina se pronuncien al respecto”.

“Se va a presentar un informe en el marco de las Naciones Unidas por parte de la relatora especializada en medidas coercitivas, quien ya sostuvo en su informe preliminar que estas medidas implican una baja en la calidad de vida del pueblo venezolano, y que muchas veces provocan la muerte. Hay que darle visibilidad a este asunto y que el pacto popular acompañe a este pueblo tan valiente y valioso que nos permitió abrir un horizonte de liberación en el marco del Siglo XXI”, sostuvo la dirigente.

Por su parte, “Cachorro” Godoy celebró “la iniciativa y la valentía de haber constituido el comité ‘Queremos Vivir’ del cual ya somos parte”. Y agregó: “Estamos a disposición en la medida de nuestras posibilidades. Primero, por el carácter humanitario de la causa que están llevando adelante, y segundo, por la solidaridad histórica que tenemos con el pueblo venezolano, y nuestro compromiso y adhesión en los postulados de la revolución bolivariana que encabezó el presidente Hugo Chávez. Y como tercer aspecto, poner en valor la construcción de la Patria Grande, que no es solo una formulación teórica o discursiva, sino que se construye todos los días y es en las acciones concretas que podamos desarrollar en conjunto”.

Virginia King agradeció a la CTA Autónoma y ATE Nacional por saber “escuchar nuestra denuncia a viva voz en relación con el bloqueo y las medidas coercitivas contra Venezuela, que afectan de forma despiadada y cruenta a nuestro pueblo”.

Sobre la problemática, detalló que se han hecho “infinidad de gestiones para, principalmente, salvaguardar a niños, niñas y adolescentes que padecen enfermedades denominada catastróficas (riesgo de vida) para quienes no han quitado el respaldo de la Fundación Simón Bolívar”.

En tanto, King relató que el comité “Queremos Vivir” surgió como una respuesta a una situación calamitosa producto de las medidas coercitivas unilaterales por parte de Estados Unidos contra Venezuela.

“La CTAA y ATE se han convertido en aliados y hermanos de nuestra causa. Se permitieron escucharnos y entender la verdadera situación que vive nuestro país. La respuesta hermanada de estas organizaciones permite que no nos sintamos solos y percibir que la solidaridad entre los pueblos está presente”, cerró Virginia King.

Fuente: www.ctaa.org.ar