La disputa con el poder la damos en el territorio

OPINIÓN

Por Juan Carlos Giuliani*

Para nosotros, la Patria también es el barrio. El lugar donde nacimos y crecimos jugando en las calles que eran seguras porque nos cuidaban los vecinos. El recuerdo amasado por los atardeceres del suburbio, el primer noviazgo, la ronda de mate, una birra compartida con la barra de la esquina, la vieja llamando a comer, el sitio donde mamamos la solidaridad y la idea de que nunca vamos a dar vuelta la taba si no armamos algo colectivo. Allí donde fuimos felices ahora nos organizamos para volver a serlo. Porque la esperanza es lo último que se pierde y no nos vamos a quedar de brazos cruzados mientras se siguen muriendo nuestros viejos y nuestros pibes por el accionar criminal de la oligarquía.

En su discurso ante los Movimientos Populares de distintos países del mundo en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, el Papa dijo: “No se puede abordar el escándalo de la pobreza promoviendo estrategias de contención que únicamente tranquilicen y conviertan a los pobres en seres domesticados e inofensivos. Este encuentro nuestro responde a un anhelo muy concreto, algo que cualquier padre, cualquier madre quiere para sus hijos; un anhelo que debería estar al alcance de todos, pero hoy vemos con tristeza cada vez más lejos de la mayoría: Tierra, techo y trabajo. Tierra, techo y trabajo, por lo que ustedes luchan, son derechos sagrados”.

La batería de reformas neoliberales puestas en marcha por el Gobierno Nacional en conjunto con los gobiernos provinciales y buena parte de las administraciones municipales, apunta a socavar aún más el mísero poder adquisitivo de los trabajadores, provocar mayor desempleo, tanto en el Estado como en la órbita privada, saquear a nuestros jubilados, engordar el endeudamiento, profundizar la dependencia nacional, maximizar la rentabilidad patronal y seguir fabricando pobres en un país rico de toda riqueza.

La Reforma Laboral, Previsional, Tributaria, Educativa y de Salud, a través de la Cobertura Universal de Salud (CUS), junto con el avance de las políticas represivas, son otras tantas armas que el poder esgrime para disciplinar a la clase trabajadora y a los sectores populares, blancos preferidos del revanchismo patronal.

Hoy desde Embalse volvemos a decirle a los dueños de casi todas las cosas que no insistan con la soberbia y el desprecio. El pueblo es paciente, tiene conciencia de la relación de fuerzas, no va a dar ningún salto al vacío, mide las consecuencias de sus acciones u omisiones, va madurando una idea hasta encontrar alguna certeza. Entonces, cuando toma la decisión de dar una respuesta, es contundente y hace tronar el escarmiento.

Estamos recorriendo el camino hacia el interior de nosotros mismos, un sendero que conduce al reencuentro con nuestras mejores tradiciones, protagonizando este Encuentro Provincial de la FeNaT que tiene la legitimidad del debate y la lucha expresada fraternalmente en el seno de nuestra Central a lo largo y ancho de Córdoba.

En el rostro y las manos de tantos compañeros y compañeras que desde el alba están poniendo el cuerpo a esta propuesta de recuperar el territorio como lugar de disputa con el poder, nos llena de alegría, de compromiso y de la mística incomparable que riega la conciencia de unidad del pueblo.

A esta altura del partido conviene volver sobre las palabras del Papa a los Movimientos Populares: “Cuando la especulación financiera condiciona el precio de los alimentos tratándolos como a cualquier mercancía millones de personas sufren y mueren de hambre. El hambre es criminal. El cambio climático, la pérdida de la biodiversidad, la deforestación ya están mostrando sus efectos devastadores en los grandes cataclismos que vemos y los que más sufren son los humildes”.

Francisco remató: “Es imposible imaginar un futuro para la sociedad sin la participación protagónica de las grandes mayorías y ese protagonismo excede los procedimientos lógicos de la democracia formal”.

Estamos vacunados contra el “no se puede”. El posibilismo implica administrar lo dado. Nosotros queremos instalar una nueva institucionalidad constituyente que alumbre un Proyecto de Emancipación Nacional y conciba una democracia social, participativa, de fuerte protagonismo popular.

Estamos dando vuelta la página para inaugurar una nueva etapa en la Central. Sabiendo que nuestro mejor futuro está en nuestra mejor memoria. Abrazando la noble causa que viene desde el fondo de nuestra historia para devolverle dignidad a los desposeídos, recobrar la Justicia Social, defender nuestros bienes comunes, restaurar la Soberanía perdida y proclamar que es momento del Buen Vivir.

El hambre es un crimen.

Terminar con esa ignominia es la tarea prioritaria que debe acometer el Movimiento Popular.

En eso estamos.

Manos a la obra.

*Vocal de la Comisión Ejecutiva Regional de la CTA Autónoma Río Cuarto. Congresal Nacional a la CTA-A por la Provincia de Córdoba