La pandemia y el hambre

Las organizaciones políticas y sociales han visto su entorno de desenvolvimiento diario perturbado por el Coronavirus. Pandemia que nos tiene en máximo estado de alerta y con la necesidad de viralizar la responsabilidad de un cuidado colectivo.

Anticiparse a los desafíos, prever los posibles cambios y los sucesos eventuales es algo que organizaciones como la Central de Trabajadores Argentinos (CTA Autónoma) tienen como plan B. Es que ante el hambre y la necesidad surge la consigna de no romantizar la cuarentena.

Los primeros que se caen del mapa ante estas situaciones son los sectores y trabajadores precarizados de la economía, los de menores ingresos, los desocupados, los hombres y mujeres de las barriadas populares, que son mayoría en el país.

Hoy, en esta Río Cuarto desigual, asimétrica, injusta, son miles las pibas y los pibes que no tienen qué comer en sus casas, padres sin licencias que salen a changuear para buscar el mango, madres que quizás sufran violencia de  género y tienen que quedarse enjauladas con el demonio al lado.

La crisis golpea, y cómo. Pero es a los mismos de siempre que arroja a un destino incierto, a la falta de oportunidades y a vivir esta cuarentena no con mayores riesgos a los que se exponen a diario…entonces, ¿qué hacemos?.

Guadalupe Reynoso, referente de la Central riocuartense expresó que “para el hambre no hay cuarentena por eso la CTA-A se preocupa y ocupa por los derechos fundamentales de los vecinos y hemos decidido seguir con los comedores y merenderos en las barriadas, extremando las medidas de higiene y cuidados. Se da la comida por tandas y a los mayores de 60 años, embarazadas y personas en riesgo se les lleva la vianda a sus casas para evitar el contacto con el resto, ya que es necesario el aislamiento”.

Por su parte, Silvia Alcoba adelantó:” Ya tuvimos reunión con cada referenta de cada merendero, explicamos los cuidados y métodos de prevención, facilitamos bolsones de limpieza para cada uno de estos espacios de contención y participamos de una reunión con el Intendente, Juan Manuel Llamosas, y demás autoridades para activar los mecanismos de prevención y solidaridad necesarios en estos casos, algo que nos está dando sus frutos. Porque desde la CTA, junto al Municipio, estamos llevando a cada copa de leche y comedor los insumos y estamos trabajando para la entrega de la comida en vianda para todos y todas”.

El no ir a trabajar muchas mamás y papás, hacen que crezca la demanda. En ese marco, Guadalupe Reynoso comenta: “Esta crisis visibiliza la importancia de lo público, en cuanto a Salud y Educación pero también muestra la ausencia de políticas públicas concretas que generen prevención y trabajo digno para que estas familias hoy coman en su casa y no en un comedor comunitario”.

Finalmente, Alcoba resalta que “las medidas son minuto a minuto. La ayuda de mercadería la vamos cumpliendo. Veníamos muy golpeados con la era Macri y ahora esto, este virus que no distingue entre ricos y pobres, sabemos que las condiciones no son las mismas para la cuarentena. Tenemos que explicar a las familias que se guarden, que llegaremos con módulos, es indispensable tejer redes y ayudarnos entre todos y todas con merenderos abiertos para paliar las necesidades de los sectores más vulnerables”.

“Veremos como distribuimos la mercadería para que las y los niños sigan merendando y comiendo. Tenemos que hacer caso a los dispositivos de prevención para cuidarnos y en esto organizarnos para seguir llegando a cada familia”, sentenció la Coordinadora Provincial de la Federación Nacional Territorial (FeNaT-CTA) Córdoba.