Las pibas a la cancha

El deporte como medio de recreación e inclusión social en los sectores más vulnerables se convierte en una realidad necesaria. Diferentes merenderos de la ciudad están haciéndole frente a esa necesidad, brindando espacios de contención donde los chicos del barrio encuentran un camino que les permite distraerse y ponerse en contacto con sus pares. Así nace el equipo de fútbol barrial femenino en el Barrio Casanovas, donde las pibas toman protagonismo y salen a la cancha.

Por Florencia Guttlein

El deporte siempre fue un espacio predilecto para la recreación y como medio de integración social. A través de diferentes actividades deportivas los niños y los jóvenes encuentran un medio que les permite no solo recrearse, sino también autodefinirse, construir valores, aprehender experiencias e interactuar con otros niños.

El fútbol barrial se convierte en un medio de transformación para todos los niños y las niñas de los barrios más vulnerables de la ciudad. Transformar su vida, ofrecerle a través del deporte la posibilidad de proyectarse y soñar con  una realidad diferente. Un futuro diferente. Ese es el objetivo y el camino a seguir y en ese camino se encuentra Fernanda Amaya. Fernanda vive en el barrio Casasnovas y hace algún tiempo oficia como entrenadora de un grupo de fútbol barrial femenino. Sí, fútbol para las pibas, para las niñas.

El fútbol históricamente ha sido un espacio protagonizado por hombres. Los jugadores estrellas siempre al frente, reconocidos y elogiados. Los mundiales movilizan masas. El país se para cada vez que juega Argentina, sí, pero cuando juega el equipo masculino de fútbol. ¿Y el femenino? ¿La gente posterga sus actividades para ver jugar el equipo femenino de fútbol? ¿Se organizan la famosas previas futboleras para ver jugar a las jugadoras argentinas de fútbol? Bueno, quizás la respuesta ya diga mucho por sí misma. En ese sentido, las luchas del feminismo también nos dieron la posibilidad de reconocer cuáles son aquellos espacios donde las mujeres no tenemos voz ni voto; y el fútbol es uno de ellos. Y como el cambio y la deconstrucción son desde adentro, la posibilidad de formar un equipo de fútbol barrial femenino y que las niñas y las jóvenes tomen protagonismo se convierte en sí en un hecho de gran valor y trascendencia.

Fernanda fue y es precursora de eso. Desde RETRUCO tuvimos la posibilidad de dialogar con ella y nos comentó sobre el desafío que llevan adelante. Barrio adentro, creando lazos de amor, contención y ayuda, Fernanda junto a Carlos Flores crearon el grupo de fútbol femenino en el barrio.

La idea surge a partir de las propias niñas que asisten al merendero de Fernanda. “Estrellitas del Sur” es la copita de leche que está ubicada en el barrio y pertenece al Movimiento de Acción Popular (MAP) Río Cuarto y a la CTA-A Autónoma. Las niñas y las jóvenes que asisten allí comenzaron a ver cómo sus compañeros competían en los torneos de fútbol interbarrial y ellas también quisieron ser parte de eso. “Nosotros somos cuatro padres que después de darles la merienda nos vamos con las chicas, al campito, a entrenar. Nosotras veíamos a los chicos entrenar y quisimos ser parte, por eso armamos nuestro propio equipo”, resaltó Fernanda.

Las niñas que forman parte del equipo tienen entre 5 y 14 años, entrenan los lunes, miércoles y viernes después de recibir la merienda. Los sábados y domingos compiten en torneos barriales contra otros niños que pertenecen a diferentes barrios de Río Cuarto. “A nosotras donde nos inviten, allá vamos. Todas en un auto, una arriba de la otra. El sábado fuimos a Centro 11 y nos divertimos muchísimo. Las chicas estaban muy emocionadas de participar, habíamos entrenado mucho. Espero que esto sea el comienzo de otras oportunidades y otros encuentros con clubes de otros barrios”, expresó Fernanda.

La importancia del fútbol barrial femenino radica en su posibilidad de integración social a un ámbito que, en la mayoría de los casos, es protagonizado por los niños y los jóvenes. Que las niñas puedan ocupar ese espacio, tomar la pelota y darle para adelante nos habla de los cambios que está gestando nuestra sociedad y que ya se pueden comenzar a ver en las generaciones venideras. “Nosotros sentimos un orgullo y una felicidad muy grande cada vez nos invitan a competir. Ver a las niñas competir, correr detrás de la pelota, alentarlas y más cuando ganamos … es una felicidad enorme”, resaltó Fernanda.

En este momento, desde el merendero están organizando actividades para recaudar fondos y poder hacer el conjunto deportivo para las niñas y jóvenes.