Los barones del Capital

OPINIÓN

Por Juan Carlos Giuliani*

Por encima de las corporaciones patronales de la industria, el agro, las finanzas, el comercio y los servicios, existe una supraorganización que las contiene, perfecciona y sintetiza a todas. La Asociación Empresaria Argentina (AEA), reúne a medio de centenar de líderes de las principales empresas del país, es presidida por Jaime Campos y cuenta entre sus vicepresidentes al dueño del Grupo Arcor, Luis Pagani, el dueño de la gigante alimenticia Arcor, quien se niega a negociar la reapertura de paritarias pero se muestra en favor de una Reforma Laboral.

Tributaria principalísima de la monumental transferencia de ingresos que implica el modelo extractivista, es la encargada de trazar la hoja de ruta de los grupos económicos para preservar sus privilegios en medio de la crisis desatada por las políticas del Gobierno de Cambiemos. Devaluación del peso, salarios a la baja, precariedad y flexibilización laboral, son las vigas maestras de esa estrategia de poder. Con idéntico fervor apoya el retorno de las AFJP al Sistema Previsional, la Ley de ART y la Reforma Laboral.

Pagani, quien junto a los Urquía, Roggio, Bugliotti y unos poquitos más decide sobre la tierra, la vida y la hacienda de la población de la provincia de Córdoba, hizo realidad el sueño de los “Chicago Boys” de Martínez Hoz que durante la dictadura militar pregonaban que para el país “da lo mismo fabricar acero que caramelos”. La familia Pagani, oriunda de Arroyito, es la fabricante de caramelos más grande del mundo.

Hasta diciembre de 1990 Arcor fue la empresa que dirigió con mano de hierro un solo hombre: Fulvio Pagani, fallecido en Entre Ríos en un accidente automovilístico tres meses antes de que su protegido Domingo Cavallo lanzara el Plan de Convertibilidad. Durante cuatro décadas, la empresa creció desde una modesta panadería hasta consolidarse como un factor de poder en el país, como bastión de la neoliberal Fundación Mediterránea. Tras su fallecimiento las riendas de la empresa las tomó su hijo Luis Pagani.

Arcor pisa fuerte en el mercado de Brasil, Uruguay y Chile y consolidó su liderazgo en la Argentina. En los años 70 y 80 ganó proyección nacional y regional. Abrió o adquirió 20 plantas productoras de dulces, golosinas, galletitas, cereales, conservas, cartón corrugado, papel celofán y hojalata. En 1977 Fulvio Pagani y el constructor Piero Astori crearon la Fundación Mediterránea a sugerencia de Cavallo.

La carrera política del ex ministro está desde entonces ligada a la familia Pagani. Cuando Cavallo asumió en 1989 como canciller de Carlos Menem, nombró a Pagani como cónsul en Finlandia. Una manera de retribuirle los servicios prestados.

En los últimos años Arcor se consolidó como el primer productor mundial de caramelos. Hoy es uno de los principales productores de chocolate y de galletitas con la compra de Lía. Controla 40 plantas, se abastece verticalmente de sus productos, facturó en 2016 la friolera de 3.200 millones de dólares por año y  tiene presencia en más de 120 países.

AEA es tan poderosa que ni siquiera se toma el trabajo de sentarse en el Consejo del Empleo, Productividad y Salario Mínimo a discutir temas relativos al ingreso con otras asociaciones empresarias y con la representación de los trabajadores. Varios de los empresarios citados por la Justicia a declarar por el caso de los “Cuadernos de las Coimas”, aparecen entre sus directivos.

Fungen como vicepresidentes de AEA, además de Pagani, otras rutilantes figuras del empresariado vernáculo como Vicepresidentes Paolo Rocca (Organización Techint); Héctor Magnetto (Grupo Clarín); Sebastián Bagó (Laboratorios Bagó); Carlos J: Miguens (Grupo Miguens); Aldo Roggio (Grupo Roggio); José Cartellone (Cartellone Construcciones Civiles); Alfredo Coto (Supermercados Coto); Enrique Pescarmona (IMPSA) y Cristiano Ratazzi (Fiat Argentina).

A la supercorporación la conforma un elenco estelar. Su Secretario es Alberto Grimaldi (Grimaldi) y su Tesorero es  Enrique Cristofani (Santader Río). Figuran como vocales: Eduardo Elsztain (IRSA); Gustavo Grobocopatel, (Los Grobo Agropecuaria); Julio Saguier (La Nación); Marcelo Argüelles (Sidas); Federico Braun (La Anónima); Alberto Hojean (BGH); Jorge Aufiero (Medicus); Teodoro Karagozian (TN & Platex); Pablo Roemmers (Roemmers); Norberto Morita ( Southern Cross Group); David Lacroze (Grupo Lacroze); Jorge Ferioli (San Jorge Emprendimientos); Marcos Galperín (Mercado Libre); Alejandro Bulgheroni (Pan American Energy Group) María Luisa Macchiavello ( Droguería del Sud) y Luis Pérez Companc (Grupo Pérez Companc).

Según indica en su sitio oficial, la Asociación Empresaria Argentina está integrada por empresarios que dirigen compañías que, en conjunto, facturan 53.000 millones de dólares, exportan por 9.604 millones de dólares y emplean a 240.000 personas. Son empresas a las que les interesa el país.

El abc de la flor y nata de las clases dominantes acá, como en cualquier otra parte del mundo capitalista, se dedica a maximizar su renta, someter a los trabajadores, devastar los bienes comunes, percibir jugosos subsidios de manos del Estado y oficiar de gendarmes de la desigualdad social.

Sin fuerza popular organizada, será imposible articular un contrapoder con chances de desmontar los mecanismos del régimen de saqueo y dominación impuesto por los barones de los grupos hegemónicos en la Argentina.

*Vocal de la Comisión Ejecutiva Regional de la CTA Autónoma Río Cuarto. Congresal Nacional de la CTA-A por la Provincia de Córdoba