Los dueños de la tierra

Por Manuel Justo Gaggero*

En esta extraordinaria novela de nuestro querido amigo y compañero, ya fallecido, David Viñas, se describen los enfrentamientos en la Patagonia, durante la presidencia de Hipólito Yrigoyen, entre los terratenientes y los trabajadores de la esquila y el uso del Ejército en la violenta represión que se desatara para defender a los “propietarios”.

Ahora los temas se actualizan y tienen diferentes escenarios. Por un lado el sur en el que los pueblos originarios  defienden el derecho a sus tierras ancentrales, que les fuera expresamente reconocido en la Constitución Nacional  en el inc. 17 del art. 75, introducido en la Carta Magna en la Reforma de 1994 y que por ello son demonizados. Los voceros de los medios de comunicación hegemónicos los tratan de “usurpadores y enemigos de la propiedad privada”.

Reprimidos han llegado a asesinar a un militante de la solidaridad como Santiago Maldonado y al joven Rafael Nahuel. Delitos que permanecen hasta hoy impunes. Esta historia comienza en la última mitad del Siglo XIX cuando se instala en el sur patagónico la sociedad inglesa denominada “Compañía de Tierras del Sur Argentino” creada para administrar los campos de un puñado de lores ingleses que habían recibido estos como parte de pago del Estado Argentino a la Corona Británica por haber financiado la llamada “Conquista del Desierto” entre los años 1878 y 1885. Aquel genocidio y desplazamiento de los pueblos originarios, mapuches, ranqueles y tehuelches, fue ejecutado por el General Julio Argentino Roca.

Estas, en 1975, pasaron a ser propiedad de una sociedad “offshore” radicada en Luxemburgo que por entonces estaba en manos de una de las grandes familias de terratenientes nacionales: Los Menéndez, Hume, Ochoa y Paz Repetto. Finalmente, en el año 1991, las acciones de esta firma fueron transferidas al grupo italiano de la familia Benetton y administrados por un integrante de la misma de nombre Carlo. Este posee más de 900 mil hectáreas en campos de Buenos Aires, Chubut, Río Negro y Santa Cruz, mantiene estrechas relaciones con los gobiernos provinciales de estas provincias; de ahora y de antes.

Según el Registro de Tierras Rurales creado por la Ley Nacional 26.737, aproximadamente 62 millones de hectáreas  de la República (35% del total) figuran como propiedad de 1250 terratenientes. En el caso de la Patagonia esta proporción llega al 45 %. Entre los “dueños de la tierra” de esta parte de nuestro territorio están además del ya mencionado Benetton, el Grupo inglés Walbrook con 600 mil hectáreas, Ted Turner, fundador de la cadena  de informaciones estadounidense CNN, con cerca de 60 mil hectáreas y el amigo de Macri, Joe Lewis, dueño de la cadena “Hard Rock Café”, con más de 30 mil.

Algunos sectores de la corporación política les han negado la nacionalidad de argentinos a los mapuches y hablan de “grupos violentos” para justificar los crímenes de las fuerzas represivas a sus órdenes; instando a los jueces a aplicar  la Ley Antisubversiva. Estas expresiones, recuerdan los días de  “noche y niebla” de las últimas dictaduras militares.

Por otro lado, en mi provincia -Entre Ríos- se confrontan los herederos de una familia de latifundistas cuyo principal integrante es el ex Ministro de Agricultura de la Ceocracia, Luis Miguel  Etchevehere, con un grupo importante de campesinos y trabajadores rurales que apoyados por la hermana de este autócrata pretenden desarrollar un proyecto de agricultura  familiar sin contaminantes. El ex funcionario macrista e importante latifundista enfrenta procesos penales por lavado de dinero y por reducción a la esclavitud de trabajadores de sus campos.

Por supuesto, del lado de los “dueños de la tierra” se alza la Sociedad Rural. Esta corporación ha fogoneado todos los golpes militares y ha sido un pilar del proyecto del Terrorismo de  Estado. Uno de sus miembros más destacados,  Jorge Horacio Zorreguieta -padre de la “reina” Máxima de Holanda- fue funcionario de la Dictadura. Ahora esta entidad  se opone a la Ley en Defensa de los Humedales. En este conflicto el “Proyecto  Artigas” impulsado por el Frente Patria Grande y apoyado por todos los movimientos sociales interpela a la producción agrícola   contaminante de los agro negocios y plantea una producción familiar sin glifosato. Además pone en la palestra la necesidad de una profunda Reforma Agraria que ponga fin a los latifundios semi feudales y donde efectivamente la “tierra sea para quien la trabaja”.

Los actuales  “dueños de la tierra” son los  que impulsan desmontes y deforestaciones e incendios como los recientes en 10  provincias y en las islas del Paraná. Lo que sucede en la Patagonia con los mapuches se replica en el Impenetrable chaqueño con los Wichi y en Formosa con los quom. Todo para imponer un modelo de país agroindustrial, con hegemonía del capital financiero, y la explotación de los recursos naturales por las multinacionales; que rige hasta hoy.

El resultado es que cerca del 50% de los argentinos estén condenados a la pobreza, la desocupación alcance al 18 % y existan cerca de 4000 barrios vulnerables. Cabría preguntarse qué viene ahora. No cabe duda que la profundidad de la crisis exige un cambio profundo.

*Abogado. Ex Director del diario “El Mundo” y de las revistas “Nuevo Hombre” y “Diciembre 20”