Lula Presidente: La campaña a pulmón del MST

Por Julia Giuliani* (Desde Río de Janeiro)

El Movimiento de las y los Trabajadores Sin Tierra (MST) de Brasil, es un movimiento social con más de 38 años de historia y de consolidación en el país hermano.

Con un movimiento de masas que va del campo a la ciudad debatiendo y planteando fuertemente la necesidad de la tierra para una vida digna, participa por primera vez en la vida de la democracia brasilera de un acto electoral con candidaturas propias que buscan posicionar a sus representantes en el centro del Poder Legislativo.

Estas elecciones presidenciales no son una instancia más, sino que buscan ser la bisagra tras seis años de pérdida de derechos, retroceso en materia de derechos laborales, restricciones al pueblo y diversas situaciones que han sido consecuencia de cuatro años de “Bolsonarismo” y los dos de un Gobierno ilegal tras el golpe blando a Dilma.

Al llegar me percato con alegría de la juventud presente y militante que el MST tiene en sus filas y acompañan la candidatura de Marina Dos Santos a diputada por el Estado de Río de Janeiro. Desde diferentes puntos del país han llegado militantes para participar de las brigadas de campaña que buscan en este tramo final y poblado de esperanza, lograr una banca para Marina.

El MST se lanzó a la contienda electoral en parte para combatir el agronegocio, el extractivismo y el desmonte que la figura de Jair Bolsonaro representa para las poblaciones que día a día trabajan la tierra. En once estados de Brasil el MST lanzó a sus candidatos. Marina compite como Diputada en el Estado de Río de Janeiro que cuenta con un total de arriba de 16 millones de personas.

Marina milita en el MST desde su juventud, nacida en Paraná migra con su familia siendo niña en busca de una mejor vida y escapando de la concentración del negocio minero. Con una fuerte militancia dentro de su organización, se forma como cuadro político y es una de las mujeres referentas más fuertes no solo en Brasil, sino internacionalmente.

Sencilla, carismática, militando cuerpo a cuerpo la campaña, anda a pie junto a sus brigadas que toman colectivos, el subte, como el pueblo mismo. Comiendo en las calles, compartiendo un refresco y dándose aliento para seguir en estos últimos días en donde se definirá si la Lista 13713 de Marina pasará a la historia para ocupar un lugar en la cocina de las disputas políticas e ideológicas.

Actualmente, y como lo señaló Paulo Faria, Presidente de la Central de Trabajadores de Brasil (CTB), 33 millones de personas no tienen qué comer, es por eso que la propuesta de Dos Santos va de la mano de la tan necesaria Reforma Agraria, la soberanía alimentaria, la producción agroecológica y el trabajo cooperativo.

En este sentido la lucha contra el hambre es la bandera que levanta el MST en esta campaña. Esta consigna y muchas otras, son las que impulsan a tanta juventud y diversidades a estar en movimiento y sintiéndose parte de una propuesta necesaria y urgente de llevar adelante, en un país estallado de discursos de odio y de privilegios para una minoría racista y obstructora de la democracia.

La mística de la brigada que comanda Cassia, Coordinadora Nacional de Relaciones Internacionales del MST, se vibra, está ahí, en el aire, contagia el entusiasmo de darlo todo hasta el último día previo al acto elecccionario. Cassia convida a la ronda, al abrazo, pide cuidarse lxs unxs a lxs otrxs, a no caer en provocaciones, es que este 2 de octubre no es un día más, la utopía hacia la cual caminan las mayorías populares de Brasil es un faro que oficiará de guía para el resto de América Latina.

Kilómetros recorridos en esta ciudad que es fascinante, cantidad de líneas de colectivos tomadas para llegar a destino, miles de volantes dados en mano, centenares de personas por hora invitándolas a confiar y ser parte de la defensa de la democracia, de la recuperación de los derechos del pueblo y de un proyecto de país que abarque al conjunto de las y los brasileros.

Con los pies cansados pero con alegría salen las brigadas con sus remeras y gorras rojas, las flameadoras de este movimiento histórico que se planta en la gran ciudad como una referencia de lucha y resistencia y lleva al conjunto de la sociedad una propuesta clave en estos tiempos: La lucha contra el hambre.

Por eso este 2 de octubre, Lula Presidente y Marina Diputada, porque como dice el MST: “No hay que tener miedo, hay que tener coraje”.

*Secretaria de Prensa y Comunicación de ATE Córdoba. Secretaria de Relaciones Institucionales electa de la CTA Autónoma de la provincia de Córdoba