Luz y Fuerza de Córdoba: 75 años de lucha y resistencia

Antes de la estatización que impulsó el peronismo en 1946, los trabajadores del servicio eléctrico de Córdoba pertenecían a la Compañía de Luz y Fuerza Motriz y la Compañía General de Electricidad, de capital extranjero, que además de brindar un servicio deficiente no reconocían derechos laborales. Con el arribo del entonces coronel Juan Domingo Perón a la Secretaría de Trabajo y Previsión, se envían asesores a todo el país para fomentar la sindicalización; en Córdoba es designado el cura Rafael Moreno quien colabora para las primeras reuniones de los trabajadores de ambas compañías eléctricas que anhelaban fundar un sindicato. Es así como el 5 de febrero de 1944 se lleva a cabo una Asamblea en el Círculo Obrero Católico donde nace nuestra organización sindical. Unos sesenta trabajadores eligen a Julio “Quebracho” Murúa presidente de la Unión Sindical de Empleados y Obreros de las Compañías Productoras de Electricidad. La Comisión Directiva provisoria presidida por Murúa e integrada también por Cristóbal Sierra y Atilio Borserini, entre otros pioneros, fue la que elaboró el Estatuto Sindical que permitió la elección de Borserini ya como Secretario General.

Trascendentales conquistas

Con la conducción de Cristóbal Sierra, nuestro sindicato promovió la estatización del servicio eléctrico que se logró el 11 de noviembre de 1946. Posteriormente se fueron consiguiendo importantes conquistas y se inicia un proceso de consolidación y crecimiento. En 1950 se logra el primer Convenio Colectivo de Trabajo. Fue un período donde el gremio pudo debatir con el gobierno y alcanzar acuerdos, así es como se logra la integración de las dependencias provinciales de energía en una sola empresa pública, que dio origen el 31 de diciembre de 1952 a la Empresa Provincial de Energía que se constituyó formalmente el 1° de abril de 1953.

Tras el golpe fusilador del 55, el Consejo Directivo de Luz y Fuerza renuncia y es nombrado un normalizador. En 1956 se logra recobrar el sindicato cuando la intervención convoca a elecciones y Agustín Tosco resulta elegido por primera vez Secretario General.

Cordobazo e intervenciones

En los meses previos al Cordobazo se multiplicaron las manifestaciones en las que el gremio participó activamente. El asesinato de tres estudiantes en Rosario lleva a las dos CGT nacionales a convocar un paro nacional para el 30 de mayo de 1969. En el plenario de la CGT local, Tosco propone que el paro se adelante un día y que sea activo, con movilización. El 29 de mayo la CGT Córdoba realiza un paro activo con movilización masiva hacia el centro de la ciudad. Pronto se produce la represión policial y cae asesinado Máximo Mena, es cuando se desata la furia de miles de obreros y estudiantes que con el apoyo de gran parte del pueblo se enfrentan a la policía. A la mañana siguiente son detenidos varios dirigentes, entre ellos Agustín Tosco, Tomás Di Toffino, Felipe Alberti, Simón Grigaitis y Hugo Ortiz. A fin de ese año, debido a la presión y la lucha de los trabajadores Onganía dispone una amnistía y son liberados.

En febrero de 1970, Luz y Fuerza Córdoba es intervenido y surge la Dirección Sindical en la Resistencia. Hasta la recuperación del gremio casi un año y ocho meses después, la Dirección en la Resistencia desarrolla bajo constante hostigamiento policial una intensa actividad, sobre todo por la liberación de Tosco detenido el 12 de marzo del 71 cuando nuestro sindicato protagonizó junto a otros gremios otra jornada histórica de lucha, el Viborazo. En septiembre del 71 cesa la intervención, convocándose de inmediato a elecciones en las que Tosco que continuaba detenido en la cárcel, es reelecto Secretario General. En 1974 nuestro sindicato es atacado a balazos, allanado e intervenido el 9 de octubre por orden de Lacabanne. Con la muerte de Agustín Tosco en la clandestinidad el 5 de noviembre del 75, queda al frente de la Conducción en la Resistencia Titi Di Toffino.

Recuperación del gre­mio y el Convenio

Superada la etapa más brutal de la dictadura cívico-militar iniciada en marzo del 76, en la que fueron secuestrados y desaparecidos Tomás Di Toffino, Alberto Caffaratti, Hernán Vives y José Brizuela, y apenas se dio la oportunidad, un grupo de compañeros de distintos sectores fueron organizándose nuevamente en aras de recuperar el sindicato. En 1980 se forma en la clandestinidad la Coordinadora de Agrupaciones de Luz y Fuerza, que concentra todo el accionar gremial con la conducción de Ramón Contreras, Oscar Filippini, Alberto Fonseca y Cachulín Alvarez. En el Día del Trabajador de la Electricidad de 1982, con una presencia masiva de compañeros, la Coordinadora de Agrupaciones convoca a constituir el Cuerpo General de Delegados en la Resistencia. Cada sector de trabajo elige a sus representantes y el 11 de octubre se conforma la Mesa Ejecutiva del Cuerpo de Delegados que es respaldada con 1.000 firmas y es facultada para presentar ante la intervención en FATLYF el Acta donde se requiere la normalización de nuestro sindicato y el reconocimiento de la Mesa Ejecutiva integrada por Filippini, Fonseca, Cachulín Álvarez y Contreras. El 3 de noviembre del 83, la Mesa Ejecutiva del CGD es reconocida por el Ministro de Trabajo y EPEC como Comisión Transitoria que debía asumir la conducción del gremio, a la que se suman Lorenzo Racero y Abel Avendaño. La primera medida fue iniciar la reincorporación de los compañeros cesantes. La normalización de nuestro sindicato se logra en noviembre de 1984, siendo elegido Secretario General Sixto Ceballos. La recuperación de nuestro Convenio Colectivo de Trabajo 165/75 se logra en febrero de 1986 tras una férrea lucha.

EPEC no se divide ni se vende

A lo largo de la década del 90 nuestra organización sindical conducida por Juan Lorenzo Racero, enfrentó la política privatista que marcó esa época. Una de las luchas que dio Luz y Fuerza fue cuando el gobernador Angeloz promovió una Reforma del Estado que amenazaba no sólo el carácter estatal de EPEC al habilitar la privatización o concesión total, sino también derechos consagrados en los convenios colectivos. En 1992 el gobierno intentó otorgar a un privado la explotación de las centrales Sudoeste (Bazán) y Zanichelli de Pilar y la respuesta fue un espontáneo abandono de tareas de unos mil compañeros que se autoconvocaron para resistir, iniciando lo que se llamó “la lucha de los 64 días”. Al año siguiente, Angeloz intenta sin éxito transformar por primera vez a EPEC en una sociedad anónima mediante una SAPEM, Sociedad Anónima con Participación Estatal Mayoritaria, lo cual el gremio rechaza con un plan de lucha.

Durante el gobierno de Mestre, nuestro gremio también desafió y resistió la intención de convertir a EPEC en una sociedad anónima, dividiéndola en dos empresas de generación y distribución y tercerizando importantes sectores operativos. Al conocer el Gremio que el entonces interventor de la empresa, Mazzini Pinto, pretendía privatizar y dividir EPEC con la complicidad de algunos miembros del consejo directivo entre los que estaba el entonces Secretario Gremial Bustos, se llevó a cabo la histórica asamblea del 3 de octubre de 1996 a la que concurrieron más de l.500 compañeros que votaron unánimemente que renunciara bustos y el rechazo al proyecto de nuevo Marco Regulatorio Eléctrico con la consigna que elevó como bandera nuestro gremio “EPEC no se divide ni se vende”. Se dispuso crear una Comisión integrada por los compañeros Gabriel Suárez, Juan Leyría, Alfredo Seydell, Ricardo Bettini, Hilario Canelo, Ricardo Acosta y Jorge Astrada, con el mandato de acompañar al Secretario General Lorenzo Racero en todas las gestiones y acciones para mantener la empresa estatal e integrada y lograr la renuncia del interventor de la EPEC. Ese fin de año el gremio consigue un nuevo triunfo contra los intentos privatistas, logrando que la Legislatura de la Provincia aprobara el Marco Regulatorio Eléctrico con las modificaciones propuestas por Luz y Fuerza, quedando plenamente ratificado el carácter de empresa estatal e integrada de EPEC.

En julio de 1998, el gobierno vuelve a la carga con la tercerización de Medidores y Conexiones y Toma Estados, pero no puede avanzar por la contundente respuesta del gremio. El ministro Oscar Aguad no sólo ordena reprimir el justo reclamo de nuestro gremio sino que ordena detener a Gabriel Suárez, Juan Leyría, Alfredo Seydell, Roque Nañez, Guillermo Figueroa y Tomás Di Toffino, que a la postre fueron liberados por la Justicia ante la falta de fundamentos y por la presión de los lucifuercistas que permanecieron concentrados los cinco días que los compañeros estuvieron arrestados. Al final el gobierno se vio obligado a firmar un Acta Acuerdo con el sindicato que contemplaba la reestructuración de EPEC como empresa del Estado, la que fue aprobada por la Asamblea General del 28 de agosto.

En julio de 1999, el nuevo gobernador De la Sota designa presidente de EPEC a Carlos Bastos, de reconocido perfil privatista. Al poco tiempo se envía un proyecto a la Legislatura para privatizar la empresa, siendo la primera vez que un gobierno provincial directamente se planteó vender EPEC. La votación en la legislatura se realiza en medio de un gran escándalo que involucró denuncias de nuestro sindicato al senador Bodega por el cobro de coima a cambio de su voto. El 7 de diciembre de 2000, Lorenzo Racero es elegido una vez más al frente del sindicato, con una inmensa participación de compañeros en las urnas. Desde ese momento y bajo su conducción, comenzará una lucha durísima donde nuestro gremio se mantuvo unido con el aporte fundamental de nuestro actual Secretario General Gabriel Suárez, que en ese momento como Secretario Gremial recorrería incansablemente cada sector de trabajo informando y alentando a los compañeros a endurecer la pelea. En la Asamblea General del 14 de marzo de 2001 se resuelve un plan de acción para la derogación de la “Ley Bodega” y para impedir el desmantelamiento de EPEC. El 20 de octubre De la Sota insiste con la privatización y por la respuesta del gremio son libradas órdenes de captura contra Lorenzo Racero, Juan Leyría y Santiago Clavijo que pasan a la clandestinidad y de Jorge Molina Herrera, quien es detenido. Gabriel Suárez queda a cargo de llevar adelante las acciones del sindicato. Se acerca el final… la Asamblea General decide convocar a un paro de 24 horas desde el lunes, pero la mañana del domingo 28 de octubre de 2001 el ministro Caserio anuncia por Radio Universidad que con el gobernador habían tomado la decisión de suspender el proceso de licitación, luego de que salieran a la luz detalles que demostraban que había habido coimas para aprobar el proyecto de ley. Fue un triunfo histórico de Luz y Fuerza.

Nuevos desafíos del gremio

El 16 de febrero de 2002 fallece Juan Lorenzo Racero y asume la conducción de nuestro sindicato Juan Leyría. En esta nueva etapa, los lucifuercistas sostuvimos la defensa de nuestras conquistas y siguiendo nuestros principios conseguimos el nuevo Estatuto Orgánico de EPEC sancionado en febrero de 2003, con el que se aseguró el fortalecimiento de la empresa estatal e integrada.

En diciembre de 2012, Gabriel Suárez es elegido como nuestro Secretario General con amplio apoyo y asume el liderazgo del gremio con el objetivo de rediscutir la política de ingresos y estar permanentemente en los sectores de trabajo para receptar y solucionar las necesidades de los compañeros a través de un fundamental mecanismo de cogestión, el Consejo de Empresa.

Con el gobierno neoliberal de Macri, nuestro sindicato emprende junto a otros gremios combativos la resistencia contra el modelo de exclusión social del gobierno nacional y la defensa del salario y las jubilaciones que en Córdoba fueron reducidas inconstitucionalmente por orden del gobernador Schiaretti mediante la ley 10.333.

La defensa del Convenio y de EPEC estatal

Desde abril de 2018, Luz y Fuerza de Córdoba lleva adelante un plan de lucha en rechazo a la intención del gobierno provincial de privatizar EPEC y eliminar las conquistas sindicales de nuestro Convenio Colectivo 165/75. Por instrucciones directas del gobernador, el Directorio interrumpió abruptamente el diálogo y adoptó medidas que vienen afectando el normal desarrollo de nuestra actividad, denunciando también sin éxito nuestro Convenio. Ante este accionar arbitrario y antisindical, nuestro gremio resolvió y despliega una serie de acciones, entre ellas una campaña de esclarecimiento a la comunidad (que se ha nacionalizado) y la prensa, realizando además movilizaciones respaldadas masivamente por diversos sectores sociales.

Nuestro sindicato se ha opuesto categóricamente al proyecto de Marco Regulatorio Eléctrico privatista, ha rechazado el tarifazo en los servicios públicos apoyando el reclamo de usuarios y centros vecinales perjudicados; a su vez denunció al Directorio en la Justicia Provincial y en la Justicia Federal por los desmanejos económicos y aprietes que incluyen la injustificada cesantía de cinco compañeros y el intento de exclusión de la tutela sindical.

Luz y Fuerza de Córdoba, fiel a su tradición, sigue defendiendo el carácter estatal e integrado de EPEC en unidad y de manera orgánica y democrática.

Fuente: www.electrumluzyfuerza.com.ar