María y Nadina, pilares de lucha: Por el reconocimiento histórico de las compañeras

Por Santiago Rodríguez*
Cuando hablamos de personajes históricos nos encontramos con referentes que en muchos casos son los que sumaron a que hoy discutamos qué territorio queremos y qué es la libertad para nosotres, esos personajes tienen monumentos, días del año, libros, remeras, respiración, agite y pasos en cada marcha. Y que son además una de las primeras proyecciones que entran en nuestras vidas cuando la militancia entra en nuestra vida, que nos hacen creer, convencides en esa lucha, qué modelo de territorio queremos y ocupamos.
Ahora, ¿qué pasa cuando la posición es más interna? ¿qué pasa cuando hay personajes en combate todos los días? ¿cuando hay un trabajo de convicciones y de ejercitar ese musculo para llegar a esos estadios de libertad por los que tanto luchamos en espacios más periféricos? ¿qué pasa cuando en nuestra mirada se derrumba esa idea de los monumentos, cuando se derrumban esos discursos de esos personajes históricos y nos encontramos con sujetas políticas históricas de lo que les rodea? Sujetas políticas que llevan adelante comedores, merenderos, espacios culturales, de educación y que día a día le ponen el pecho a las balas de la injusticia, de la desigualdad, de la represión.
Nadina, de pelo medio enrulado, lentes y un carisma que hacía convencer a cualquiera, empezó a militar en el Barrio Valacco de Río Cuarto, después de haber observado injusticias; injusticias internas con sus hijes y vecines. No le cabían dudas que la salida era colectiva y no había forma de no organizarse. Cuando se habla de la Nadina se la recuerda con esa rebeldía que la identificaba y con proyecciones de siempre estar dispuesta a todo, desde pintar una bandera para las crías del comedor, hasta agarrar un megáfono frente a la Municipalidad y gritarles la desigualdad que arrojan con total impunidad.
Para la Silvia, que fue una de las primeras que la invitó a participar de actividades, “fue una referente muy necesaria para esa construcción que tenemos hoy en el Valacco. Nadina fue una de esas compañeras a las que le dolían muchísimo las injusticias y daba todo lo que tenía para combatirla”. Para la Vale, una de las compañeras que también fue muy cercan, “para la organización fue un gran apoyo para todos los compañeros, una gran militante y sobre todo mi gran apoyo”.
La María era una referente del barrio Roque Sáenz Peña, que comenzó con varies compañeres a construir un espacio que más adelante se transformaría en un merendero, espacio cultural y educativo, conocido como “La Barriada”. Jesica Mancilla o “la Chechu” comenzó a militar en ese espacio y la retrata: “Era el mate dulce y la torta frita, ojos achinados, pelo negro, alma india. Siempre en su abrazo había un techo, amor infinito, en cada gesto (sin mentir) altas dosis de amor. Había una ternura que la acompañaba, la María es el recordatorio de lo que jamás hay que dejar ir, la dulzura y la humildad”.
Para la Guada, compañera que también fue muy cercana y que gran parte de su militancia es en ese territorio, “siempre estaba pensando en el otro, desde el momento en que ella cedió una parte del terreno para crear esta herramienta que es tan esencial para un barrio demostró que realmente hay un cambio y que es con los jóvenes”. Además que “creo un lugar histórico y familiar para toda nuestra Central”.
Hace 53 años un 9 de octubre el Che Guevara era asesinado, el 4 de octubre nacía Violeta Parra y así varios días del año se reconoce a les personajes históricos que marcaron un proyecto de territorio y de militancia que nos acompañan hasta la actualidad.
Las compañeras hasta el día que físicamente no las cruzamos más en alguna olla, en alguna marcha siguieron luchando e insistiendo en un reconocimiento no sólo por el Estado al exigir que son esenciales y que no son remunerades, si no, que ese día como todos los días que nos levantamos y observamos la lucha por el pan, techo y trabajo, son los días en que esas compañeras están latentes y nos hacen entender que nuestras sujetas históricas están para seguir haciéndonos ejercitar ese musculo de libertad por el que tanto luchamos.
Esas sujetas históricas nos hacen entender que cada día, a cada segundo la revolución viene desde abajo y vamos por los de arriba.
*Periodista callejero. Militante de la Federación Nacional Territorial (FeNaT-CTA) Regional Río Cuarto
Fotos: Camila Petenatti