Mejoras insuficientes

Presentamos el Informe “Mejoras en los indicadores de pobreza e indigencia al finalizar 2021”, elaborado por el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas fundado por Claudio Lozano y coordinado por Ana Rameri.

Recuperación respecto al derrumbe del 2020 pero sostenimiento del cuadro de pauperización social del 2019. La tasa de pobreza del 37,3% y la indigencia del 8,2% reflejan una mejora en las condiciones de vida respecto de las mediciones del primer semestre de este año y respecto al pozo del 2020. No obstante, en la Argentina de hoy 17,1 millones de compatriotas continúan siendo pobres y 3,7 millones pasan hambre. Adelantamos algunos elementos de análisis

¿Qué implicó la mejora?

Que desde el 2do semestre del 2020 al mismo período del 2021 salieron de la pobreza casi 2 millones de personas y de la indigencia un millón de personas y al evaluar los cuartos trimestres la salida de la pobreza fue mayor, de casi 4 millones.

¿Qué no logró la mejora?

Que, a pesar del crecimiento económico récord del 2021, el efecto fue retrotraer el cuadro social al año 2019.

Esto implica un punto de partida para encarar un acuerdo de condicionalidades con el FMI aún peor que el existente cuando ocurrió el primer convenio del año 2018. La tasa de pobreza al 4to trimestre 2021 del 36% es 10 p.p. superior a la de finales del 2017.

Razones transitorias de la mejora que no parecen poder repetirse en el 2022

El buen desempeño del cuarto trimestre del 2021 permite concluir algunas hipótesis sobre las condiciones de posibilidad de aunar recuperación económica con mejora en las condiciones de vida de la población:

*Sin crecimiento económico se limita la posibilidad de recomponer condiciones de vida, pero con el crecimiento económico únicamente, no alcanza.

*Los indicadores sociales mejoran cuando la actividad económica crece a razón del fortalecimiento del consumo interno, del empleo de calidad con restitución de derechos y con una política de ingresos activa.

*El crecimiento económico tiene rendimientos sociales cuando la regulación pública impide que los agentes concentrados de la economía abusen de sus posiciones dominantes en mercados estratégicos que inciden en la canasta de consumo.

Algunas de estas virtudes que pudieron experimentarse, en parte, durante la segunda mitad o durante los últimos tres meses del año 2021 se ven fuertemente comprometidos a la luz de los acontecimientos internacionales en materia de precios de las principales commodities y la dificultad de disciplinar al poder económico concentrado, así como también frente a la autodisciplina fiscal que el mismo Gobierno Nacional se impone si buscara cumplir con el Acuerdo con el FMI.

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Fuente: www.ipypp.org.ar