Nos comprometemos a seguir luchando por una Patria definitivamente Libre y Soberana

Por Hugo “Cachorro” Godoy*

En la costa del Río de la Plata había un viento frío, pero también un sol reparador, y fue muy emocionante ver cómo las dos lanchas de patrullaje, que hace cuatro años están paradas en las gradas del Astillero Río Santiago en Ensenada, se adornaban con la banderas de Argentina, de la Provincia de Buenos Aires, del ARS y de nuestra Asociación Trabajadores del Estado.

Fue en el marco de un breve acto en el que el ministro de Defensa de la Nación, Agustín Rossi, anunció junto a otras autoridades nacionales, provinciales y municipales, la firma de un convenio entre el Gobierno Nacional, el Ministerio de Defensa, y Astilleros Río Santiago para que se reinicien las obras para finalizar la construcción de esas dos lanchas ligeras, tan importantes para la tarea que realiza la Armada Argentina.

Se trata de una muy buena noticia, no solamente para los trabajadores y las trabajadoras del ARS, sino también porque resalta el rol fundamental del Estado en la reactivación económica necesaria en nuestro país: este es un pilar fundamental de la política de nuestro sindicato.

Iniciamos además conversaciones para realizar otras obras que permitan reactivar plenamente y hacer crecer las actividades productivas del Astillero. Ya hacía unos pocos días la Ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, había firmado unos convenios para que su cartera proporcione grúas para la limpieza y reparación de un dique que está inutilizado, y así poder emplearlo en la futura producción de lanchas ligeras para la Prefectura Nacional.

Veníamos hablando estos temas con el ministro Rossi desde febrero, cuando también se comprometió a reabrir FANAZUL, la fábrica de explosivos que fue cerrada por el Gobierno de Macri. Ya se han nombrado autoridades para dicha tarea, y comenzaron las actividades de estudio para su reapertura y puesta en funcionamiento pleno.

La semana próxima le presentaremos las conclusiones del Encuentro Nacional de Trabajadores de la Producción, del Transporte, de la Energía y de Fabricaciones Militares, para poder desarrollar de forma conjunta iniciativas para otras áreas fundamentales de la defensa nacional, como son Tandanor, los talleres de la Base General Belgrano en Punta Alta, y particularmente Fabricaciones Militares.

En estos tiempos de tantas angustias, poder compartir y hacer realidad buenas noticias como estas es, sin duda, alentador. Estas grandes dificultades que enfrentamos como pueblo, atravesadas por la pandemia, son producto de la crisis económica y social generada por las políticas neoliberales. Eso pasa aquí, y en todo el mundo. En este contexto somos los trabajadores y las trabajadoras estatales quienes enfrentamos esas dificultades en la primera línea. La suba en la curva de contagios afecta a toda la población, pero impacta particularmente a estatales, como por ejemplo los y las de la Salud Pública: en ese sector, lamentablemente, la cantidad de compañeras y compañeros fallecidos por Covid-19 al día de hoy ya es de 65. Por eso hemos resuelto realizar, el próximo 27 de agosto, una Jornada Nacional de Luto, Homenaje y Agradecimiento a todas las trabajadoras y los trabajadores de la Salud que han dado su vida en la lucha contra la pandemia y en defensa de la Salud Pública.

Poder concretar y ser parte de estos acuerdos nos llena orgullo, como cuando una semana atrás, frente al Secretario de Calidad en Salud de la Nación, Arnaldo Medina, y a la Secretaria de Gestión y Empleo Público de la Nación, Ana Castellani, pusimos en marcha el programa de Voluntariado que reunió a más de 350 compañeros y compañeras estatales que van a trabajar con el plan DetectAR.

Las luces de esas buenas noticias, de las iniciativas comprometidas y de políticas que van en la senda del trabajo y la producción contrastan, sin embargo, con otras acciones de gobierno que terminan favoreciendo a los sectores dominantes, mostrando sombras en el camino de la construcción de un Estado popular.

Es incomprensible, por ejemplo, la marcha atrás en la  intervención y expropiación de Vicentin, tema sobre el cual los y las estatales deberíamos poder discutir directamente con el Presidente de la Nación, Alberto Fernández. En ese mismo sentido, es inadmisible que se autoricen aumentos en los combustibles y que se empiece a discutir con las grandes empresas transnacionales productoras de alimentos un descongelamiento de los precios; cuando ya en la práctica no se cumplen con los precios máximos que estableció el Gobierno.

Entendemos que es imprescindible que las cargas ante la crisis que atravesamos como país se repartan con mayor equilibrio, y que los que más tienen, más aporten. Es por eso que seguimos sosteniendo la necesidad de avanzar en la aprobación de un impuesto a las grandes fortunas, y en una reforma hacia un sistema impositivo de carácter progresivo.

El esfuerzo no puede caer siempre sobre los mismos, como sucede con las y los jubilados, que siguen con un ingreso mínimo de 18 mil pesos. Encima, se sigue postergando en el Congreso una nueva Ley que permita una redefinición de la fórmula para establecer los haberes y su renovación. Un debate en el que deben participar las y los trabajadores, tanto activos como jubilados.

Necesitamos una Argentina más justa, más soberana. En ese sentido, es fundamental decir sin ninguna duda, que ha sido positivo que en la negociación de la deuda externa se posterguen los pagos y se oxigene la capacidad de este Gobierno con los acreedores en moneda extranjera y en tribunales nacionales. Pero es triste comprobar que se sigue sin investigar a fondo las responsabilidades y las irregularidades que se sucedieron en la toma de esos empréstitos.

En esta segunda etapa de la negociación de la deuda somos conscientes de que como estatales  debemos exigirle al Gobierno que no acepte por parte del FMI requerimientos de ajustes fiscales o de condicionamientos del funcionamiento del Estado, cuando es justamente el Estado Nacional el principal factor de Soberanía y de intervención económica soberana, tanto en el plano monetario y fiscal, como en el plano productivo y distributivo.

Sabemos que el Estado es el motor fundamental para salir de esta crisis en la que nos hundieron las políticas de un neoliberalismo cada día más concentrador y extranjerizador de las riquezas de los países dependientes como el nuestro.

Entendemos que en este tiempo de transición es imprescindible luchar para que la direccionalidad de la intervención del Estado tenga como faros la Soberanía, el Trabajo, la Producción y la Justicia.

Desde nuestra CTA Autónoma, que camina hacia un Congreso Nacional el próximo 31 de agosto para reafirmar la decisión de construir un nuevo modelo sindical en la Argentina, a sabiendas de que con la clase trabajadora sola no alcanza y que es necesario seguir construyendo la unidad del conjunto del movimiento popular, el pasado 17 de agosto, en el aniversario del paso a la inmortalidad del Libertador General San Martín, frente a su estatua y su memoria nos comprometimos junto a más de 100 organizaciones sindicales, sociales y empresariales a reafirmar ese camino de unidad, y a continuar bregando por un programa de Gobierno emancipador. Es la manera de cumplir y ser coherentes con ese legado del General San Martín. Nos comprometemos a seguir luchando por una Patria definitivamente libre y soberana.

*Secretario General de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE-CTA). Secretario Adjunto de la CTA Autónoma

Fuente: www.ate.org.ar