Nuestro Norte es el Sur

Por Juan Carlos Giuliani*

Este 7 de Junio, Día del Trabajador de Prensa, nos encuentra como siempre, luchando a brazo partido en la disputa de la renta a los grupos económicos propietarios de la inmensa mayoría de los medios de comunicación. En esta ocasión, padeciendo la impúdica precarización en el trabajo y salarios de pobreza en una sangría que degrada el mejor oficio del mundo.

Las patronales expertas en la explotación de los trabajadores de prensa y comunicación, que se llenan la boca con la libertad de prensa -de empresa-, son las que actúan con mano de hierro para disciplinar a los periodistas en la réplica del discurso hegemónico funcional al régimen de saqueo y explotación.

Este dispositivo, utilizado a veces “manu militari” y otras por vías más persuasivas pero igualmente efectivas, naturaliza la práctica de la censura y autocensura, premia a los más obedientes y castiga y manda al freezer a los que se animan a luchar para poder ejercer el derecho a la libertad de expresión prácticamente inexistente en los grandes medios.

A cuarenta y tres años que la UNESCO publicara el Informe MacBride “Voces Múltiples, Un Solo Mundo” para promover un nuevo orden comunicacional y desarrollar un nuevo equilibrio en el ámbito de la información, un puñado de mega corporaciones económicas controla la mayoría de los medios de comunicación del mundo, a través de los cuales difunde el discurso único de la globalización capitalista.

La objetividad y, por tanto, la neutralidad no existen. Cada uno es cada cual y opina según su concepción del mundo, la gente y las cosas. En mi condición de trabajador de la comunicación escribo con absoluta pasión y subjetividad, descreído de la imparcialidad con la que disfrazan su discurso resignado y posibilista los corifeos del sistema.

El 7 de junio de 1810 una Buenos Aires convulsionada leía por vez primera La Gazeta, portavoz de la emancipación nacional fundada por Mariano Moreno. Nuestro mejor homenaje, pues, consiste en rescatar su ejemplo de pluma rebelde y anticolonial.

La entera humanidad es la que está en juego. Cuarenta y tres años después del Informe MacBride queda una certeza: Nuestro Norte es el Sur.

*Periodista. Congresal Nacional de la CTA Autónoma en representación de la provincia de Córdoba