Organización y lucha gremial en Agricultura Familiar -

Por Carlos Rang*

Resumen

El presente trabajo pretende contribuir al análisis histórico de una periodización que va del 2008 hasta el 2022, haciendo foco en una experiencia concreta de construcción colectiva, participativa y plural de la representación gremial en la Argentina.

La misma se desarrolla en el marco de la crisis capitalista a nivel global, con la división internacional del trabajo y sus impactos en las periferias, con la profundización de la reprimarización, el extractivismo y la pugna entre modelos de desarrollo, que expresan el resultado de las luchas de clases y las correlaciones de fuerza.

La necesidad de formar una organización gremial que dé respuestas al conjunto de las y los trabajadores de una gran expresión en todo el territorio social de la Argentina. Y cómo esta organización lucha contra la precarización para obtener los medios necesarios y sus condiciones materiales, para asegurar su reproducción social.

Demostrar por qué este sector intentó ser desmantelado con un ataque frontal contra las y los trabajadores que sufrieron despidos del 80 por ciento de su planta a lo largo y ancho del país. Describir la respuesta de la organización y su contundencia sostenida en el tiempo.

Se intenta describir las diversas formas y métodos de luchas sobre todo las que nacen de las asambleas de base y que tienen que ver con las formas de acción directa.

Se va a hacer hincapié en el proceso y el verdadero resultado de estas luchas, que no tiene que ver con el éxito inmediato, sino con la posibilidad de crear una unidad cada vez más extensa con otros trabajadores y alianzas sociales con otros sectores para conformar una fuerza social.

¿Cómo se construye en esta organización gremial nacional su capacidad para dar respuestas? ¿Cómo se producen las relaciones de la unidad de este sector? ¿Cómo se establecen las relaciones de unidad y alianza con otros sectores en la lucha? ¿Qué implica la organización de base plural y democrática para la toma de decisiones? ¿Qué implica la lucha directa como método y cómo influye la misma en los grados de la conciencia de las y los trabajadores?

Breve descripción e historia del sector y ámbito de trabajo de la Agricultura Familiar

Para este trabajo se adopta un enfoque con perspectiva de clase porque es un operador teórico-metodológico central para dar cuenta de lo social.

Esta no supone solo el enfrentamiento entre la clase obrera y la clase burguesa, sino como un choque entre fuerzas sociales, entendidas estas últimas como alianzas entre fracciones de distintas clases.

Mientras que los capitalistas fundamentan su poder social en la empresa y su peso en el estado como organización, los trabajadores asalariados necesitan formar asociaciones.

En este caso particular vamos a abordar un sector perteneciente al Estado Nacional que tiene la particularidad de poner en relación directa a trabajadores técnicos de distintas áreas con trabajadores de la tierra o productores directos de alimentos y economías de subsistencia.

La Subsecretaria de Agricultura Familiar (SsAF) fue anunciada en el (2008) sobre la estructura del PSA (Programa Social Agropecuario) creado en los años 1990 como la dependencia del Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca de la Nación como la única política pública específica a nivel nacional encargada de trabajar con el sector de la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena en todo el país. Nuestro sector de trabajo nació principalmente en el marco las disputas por la renta y los debates por los modelos de desarrollo en un marco de conflictos conocido como la Resolución 125 o de las retenciones agropecuarias y fue protagonizado entre alianzas sociales que pugnan en el terreno político, con marcados enfrentamientos sociales callejeros, con grandes desplazamientos, con movilizaciones, con distintas acciones como lockout patronal y cortes de rutas, además del terreno parlamentario, judicial y mediático.

El anuncio de su creación fue en un acto conjunto entre las autoridades del Ministerio y el Foro de Agricultura Familiar integrado por más de 900 organizaciones que asocian a unas 180 mil familias de productores de todo el país, quienes se reúnen para consensuar y proponer alternativas de desarrollo rural para todo el país. Los pequeños productores, colonos, campesinos, puesteros, pescadores, constituyen el sector de referencia para el trabajo efectivo territorial sistemático en donde residen las familias y organizaciones con las que trabajamos, sector de la producción del 70% de los alimentos frescos que llegan a los hogares de todo el país abarcando lugares alejados y/o aislados donde no llegan otros organismos. Se promueve el desarrollo rural integral desde hace más de 25 años en todo el país, ya que antes de existir como Subsecretaría fue un Programa Social Agropecuario en el marco de políticas compensatorias (1993–2013).

En 2014 se aprobó sin financiamiento la Ley de Reparación histórica de la Agricultura Familiar que debiera ser marco para la SsAF, pero aún no se cumple la misma ni se le asigna presupuesto propio para el sector de la Agricultura Familiar ni para el funcionamiento.

Somos la única política permanente para el sector de la Agricultura Familiar que se distribuye en cada rincón de nuestro país. Al profundizar el ajuste en este sector, se lo deja desprotegido frente al modelo extractivista que avanza permanentemente sobre los derechos de las comunidades rurales, su misma existencia, poniendo en juego además la soberanía alimentaria de nuestro pueblo en su conjunto.

Trabajamos compañeros con saberes provenientes de diferentes disciplinas y experiencias desempeñándonos en funciones como técnicos de terreno, áreas temáticas, administrativos.

Nuestro trabajo es interdisciplinario en interacción constante para lograr un real abordaje integral y se caracteriza por el hecho de que muchos de los que participan activamente traían experiencia previa de organización social, ya sea en el movimiento estudiantil, organizaciones campesinas, barriales, ambientales, partidos políticos etc.

Como trabajadores representamos al Estado en los territorios más lejanos. Planificamos, ejecutamos, gestionamos, articulamos. Nuestras condiciones de trabajo son la garantía de que miles de familias de la agricultura familiar, campesina e indígena puedan acceder a políticas públicas.

Organización Gremial

La organización gremial, históricamente y particularmente en el seno de las relaciones capitalistas, es la organización de los libres vendedores de fuerza de trabajo y cumple con el papel de resistencia a la explotación capitalista.

En este caso que ponemos en estudio se produce a través del Estado Patrón y precarizador, ya sea en lo concerniente a las condiciones de trabajo y contrataciones tanto como en el plano salarial.

Nuestra organización gremial inicia ya desde el ATE-PSA cerca del 2007 en contra de la jornalizacion en primer lugar y luego se fueron dando las otras conquistas.

Luego la organización comenzó organizarse gremialmente como trabajadores del ex PSA, cansados de la precarización y las condiciones de trabajo indignas con la consigna de mejoras en nuestro estado de contratación, las luchas por el pase a ley marco y las recategorizaciones con el fin de conseguir estabilidad laboral y el pase a planta permanente, pero también se hizo para mejorar las condiciones del trabajo y conquistar otras reivindicaciones como: disposiciones laborales, medidas de seguridad e higiene, recursos para llevar adelante la tarea, ropa de trabajo, viáticos, etc.

En un principio en cada provincia juntábamos dinero en fondos comunes para que nuestros compañeros, que luego fuimos formalizando como delegados, viajen a Buenos Aires a representar nuestros intereses y confluir con el resto del país.

Encontramos en ATE el espacio para poder nuclearnos y nos organizamos a través de las asambleas con acciones directas definidas democráticamente y coordinadas entre todos para enfrentar la precarización voraz en la que estábamos sumergidos.

Fue en el corazón de las delegaciones de nuestro sector, que los trabajadores parieron a los Delegados y a los Cuerpos de Delegados. Los delegados son elegidos porque son conocidos directamente por quienes los eligen. Su designación representa así la voluntad colectiva de los trabajadores en el lugar de trabajo.

Los delegados siendo trabajadores como los demás, deben rendir cuentas ante quienes los eligieron y pueden ser removidos por decisión de la misma asamblea en la que fueron electos/as, tal como reza la Ley de Asociaciones Sindicales y el Estatuto de ATE lo dispone.

No son nombrados por ninguna organización externa a los trabajadores, sino que es exclusivamente la expresión de la voluntad de los compañeros. Son los más representativos, porque en su elección participaron todos.

La elección de los delegados se fue extendiendo de una provincia a otra, región por región, delegación por delegación.

Los cuerpos de delegados son la representación del conjunto de los trabajadores de una delegación o tantas tengan frente a la coordinación patronal en cada provincia. Por eso, son organismos que surgen desde abajo, incorporando a todos los trabajadores, agrupados o no en los sindicatos. Expresan la capacidad de auto organización de la clase trabajadora, en cuanto no se sujetan a reglamentos anteriores, del Estado, o del mismo sindicato. Se basan en un funcionamiento permanente de asamblea, se constituyen por el sistema de delegados directos. Establecen normas de vida democrática en el sector del trabajo.

Este sector al estar en conflicto casi permanente desde que nació, obligo a tener un mayor funcionamiento democrático porque los mismos siempre son coincidentes naturalmente con aquellos de mayor actividad de la clase trabajadora, donde son habituales las asambleas de delegaciones.

De esa manera, los trabajadores conquistaron un órgano de defensa permanente de sus derechos, al cual pueden acudir y sobre el cual pueden ejercer presión directa, durante el trabajo cotidiano donde los delegados como representantes de las asambleas están en la primera línea de la lucha de clases aunque muchas de las soluciones a los problemas estructurales que tiene el sector de la agricultura familiar depende no solo de trabajadores del estado comprometidos con las reivindicaciones sino de muchos otros factores a los que nuestra organización sindical también interpela y reclaman en su lucha.

Con los años fortalecimos una organización sindical de manera federal, priorizando la democracia de base y la representación directa de nuestros intereses en la calle y ante la patronal de turno. Cada asamblea provincial elije sus delegados y todos participan en el plenario nacional con los mandatos asamblearios para definir el escenario y acciones a seguir, y que se llevan adelante por parte de una mesa de coordinación nacional con delegados regionales que ejecuta los mandatos del plenario, es decir, no conduce, representa.

En 2010: comenzó el pase de los 800 trabajadores a Ley Marco o ART. 9 de la Ley de Empleo Público (es decir contratos de contratación de servicio anuales pero con recibo de sueldo) en la categoría B del SINEP (Sistema Nacional de Empleo Público), categoría que conquistamos con la lucha organizada en todo el país. Aun así en los años posteriores ingresaron compañeros en la modalidad monotributistas que representan el eslabón más frágil de la precariedad laboral, algunos fueron pasando a Ley Marco y por otros aún seguimos en la lucha por su recategorizacion.

En el 2011-2014 llegamos a contar con 1300 trabajadores en todo el país, en su totalidad precarizadxs, la mayoría en Ley Marco.

En 2014 luchamos en la calle y en unidad con sectores relacionados o dependientes del Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca como SENASA, INTA por la re categorización de compañeras y compañeros, estabilidad y por un presupuesto acorde.

Como se podrá observar en lo descripto el 100% de los/as trabajadores/as de la SsAF tenemos contratos precarios.

En 2016 sufrimos más de 160 despidos que incluyeron delegadas y delegados gremiales del sector de los cuales fuimos reincorporando compañeras/os y quedaron por reincorporar unos 40 trabajadores,

En enero del 2018 con el despido de ente 10 y 16 compañeros monotributistas de la SsAF en Jujuy, una de ellos delegada gremial, se desató nuevamente el conflicto y se agudizó luego, a fin de marzo con el despido de 200 trabajadores de la Ley Marco. En agosto de ese año una nueva tanda de despidos despedidos de ley de marco que llegaron a sumar casi 600 trabajadores al final del 2018 sobre una planta de 1200 o sea el 50% de la planta.

Desde el 2016 y 2018 con luchas directas y coordinadas y en unidad y alianzas de sectores, con acampes frente al Ministerio de Agricultura y Ganadería y en Modernización, ocupaciones de oficinas en todas las provincias, ocupación de paseo Colon por 13 días, cortes de rutas a lo largo y ancho de todo el país, grandes movilizaciones de trabajadores y del sector, reuniones con los ejecutivos y todas las bancadas de diputados y senadores en las provincias y a nivel nacional. Movilizaciones y solidaridad con otros sectores en lucha como Ministerios de Cultura, Trabajo, educación, salud, INTI, Hospital Posadas, Télam, Fabricaciones Militares, Astilleros, Mineros de Río Turbio, etc. y todo el espectro de organizaciones de la Agricultura Familiar Campesina e Indígena estuvimos en distintas tomas y ocupaciones de las Universidades, marchamos en las Sedes de la Sociedad Rural tanto en Capital federal como en Río Cuarto con la articulación de compañeros de ATE de Córdoba, Entre Ríos, San Luis y Santa Fe para repudiar la presencia del ministro de Agroindustria (Secretario del área) Luis Etchevehere, causante de cientos de despidos en la Subsecretaría de Agricultura Familiar.

Se realizaron escraches a políticos del PRO y locales partidarios, verdurazos, feriazos. Varios compañeros enfermaron producto de la incertidumbre y el estrés y hasta algunos fallecieron.

Los trabajadores nunca bajamos los brazos y mantuvimos las asambleas y luchas llegando incluso en un momento a realizar una escena donde nos crucificamos en la sede del ministerio de Agricultura de Paseo Colon.

Con la lucha ininterrumpida, organización continua, solidaridad y democracia sindical, en plena pandemia, sin dejar de movilizar por distintos medios, logramos Al momento conseguimos reincorporar a la gran mayoría de trabajadores que manifestó voluntad de seguir, más de 300 en nuestra SSAF, restando menos de 30 compañeros y compañeras por reincorporar y por lo cuales la lucha aun continua.

En este trayecto de lucha pudimos armar una organización de estatales que funcionamos de manera similar llamada Interjuntas donde participamos aparte de la SAFCI, el INDEC, Ministerio de Economía, Trabajo, SENASA, INTI, INTA, Cultura y Hospital Garraghan, este espacio además de llevar una agenda de reclamos propios, exige al sindicato representado en el Consejo Directivo Nacional la democracia sindical a través de plenarios de delegados para la toma de decisiones y de esta manera dar potencia y legitimidad a la lucha colectivamente.

Otro de los puntos altos es el conjunto de acciones de unidad con otros sectores de trabajadores, al mismo tiempo en alianza con el sector que trabajamos y sus organizaciones, nos suma más heterogeneidad en la lucha y esto nos permite un mayor grado de conciencia y por ende una mejor organización como clase pasando de las luchas económicas gremiales y combinándolas con las políticas gremiales y también políticas cundo luchamos contra el extractivismo en general, la deuda y el FMI, la soberanía alimentaria y tecnológica en contra las reformas laborales y de pensiones. Por eso fue un paso importante la organización y la unidad programática que se deriva de ella, para poder centralizar la dirección de la lucha a un mismo tiempo y con ello constituir una fuerza social con disposición a la lucha.

Toda esta forma descripta de organización y articulación son espacios propicios para la formación de los trabajadores. Se podría encuadrar en lo que se conceptualiza como revitalización sindical.

El término “revitalización” se utilizó primeramente para definir estrategias innovadoras seguidas por el movimiento obrero en Estados Unidos y Gran Bretaña para fortalecer las organizaciones sindicales frente a la crisis de re presentación sufrida por la reestructuración del trabajo asalariado en el post-industrialismo.

Entre esas estrategias se encuentran principalmente la afiliación de nuevos miembros; el impulso de estructuras sindicales horizontales; la realización de manifestaciones populares y la construcción de coaliciones con otras organizaciones de la sociedad civil. (Senén González,Haidar2009)

Esto genera muchas veces temor en la llamada burocracia sindical entendida la misma como la corporación de cuadros profesionales que ocupan una posición social distinta a los delegados de sectores. Los beneficios materiales de su posición privilegiada son significativos. Los funcionarios sindicales se han encargados de mantener la división entre luchas económicas y luchas políticas. Los sindicatos tienen una estructura jerárquica y burocrática de poder y una ventaja de sus cuadros frente a las bases al momento de disponer recursos y decisiones.

Y esto se refuerza sobre la no convocatorias a plenarios de delegados, sobre todo aquellos delegados de los sectores que solo responden a los mandatos de sus asambleas y sus organizaciones sectoriales ya que el monopolio de la decisión está en el interior de los sectores, esto choca muchas veces con los intereses corporativos y temen perder el poder de dirección, sobre todo cuando los delegados elegidos no responden verticalmente a sus órdenes.

Esta crítica supone que de antemano sabemos que el objetivo de las asociaciones sindicales es la defensa de los intereses de los asalariados dentro del marco de las relaciones capitalistas, en este caso capital/trabajo, y el comportamiento no puede escapar a esos límites.

Pero en nuestro caso esto se fue agudizando en la medida que muchos sindicatos y Centrales Obreras se acercaron a los Gobiernos llamados neo progresistas de turno y se abandonó de cierta manera la combatividad callejera y la lucha asimilando una actitud más negociadora.

Para entender estos aspectos o actitudes de los dirigentes debemos hacer el esfuerzo de comprender que el carácter de clase del Estado y su potencia no residen en la instrumentalidad de la representación de sujetos particulares en la dirección del aparato estatal, sino en la producción/reproducción activas de la relación social de producción como régimen, y que el mismo se trata de una relación de clase.

Los Estados siempre incorporan intereses particulares de las clases subalternas, lo cual modifica el aparato estatal, la legalidad, el personal político.

El Estado no representa a los capitales particulares, sino al capital social general. Pero el capital es también una relación social de fuerza.

Los Estados expresan las demandas de la clase trabajadora en la reproducción ampliada del sistema en su conjunto.

Lo político en la relación capitalista, por tanto, se presenta como contradicción externa entre capitales y Estado. Esta contradicción puede dar lugar a una lucha política entre la fuerza del Estado y generar alianzas para tratar de imponer ciertas normativas que favorezcan intereses particulares en determinados momentos coyunturales que favorezcan las condiciones de vida de los asalariados (ejemplo claro fue la lucha de sectores interburgueses por la 125 que en determinado momento favoreció a nuestro sector en su conjunto).

Esto presenta una forma de autonomía relativa de la organización política estatal, basada en una dinámica real. Pero el Estado en cuanto tal no es un sujeto sino una relación social y un campo estratégico de luchas de las fuerzas.

Un rasgo general del movimiento obrero argentino, es que si bien desde distintos gobiernos en los últimos 70 años se intentó estatizar a los sindicatos, esto nunca pudo lograrse completamente ya que la lucha de clases impidió la completa subordinación vía la institucionalización estatal.

Nuestra situación hoy

Las condiciones de trabajo actuales son paupérrimas y existe un desmantelamiento de la política pública para el sector, sin oficinas, sin Internet, sin recursos, sin vehículos, sin viáticos, con compañeras/os sin recategorizar cobrando por debajo de la línea de la pobreza y muchos de los mismos sin cobrar el derecho de zona desfavorable.

Hoy más que nunca seguimos en la lucha pero con la incertidumbre deriada de saber que el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca se transformó en una Secretaria dependiente del Ministerio de Economía, y nuestra Secretaría en Subsecretaría para que finalmente, en noviembre del 2022 y por un decreto Presidencial nos transformen en un Instituto de la Agricultura Familiar Campesina e Indígena dependiente de Función Pública de Jefatura de Gabinete.

Nuestra Consignas

Reincorporación de las/os despedidas/os del Macrismo; Pase a planta permanente; Igual tarea igual salario; Presupuesto para el sector; Basta de persecución laboral; Democracia sindical con Plenarios de delegados por sectores para la toma de decisiones; Ni un trabajador/a por debajo de la Canasta Básica; No al pago de la Deuda Externa, la Deuda es con el Pueblo; No al extractivismo y la reprimarizacion exportadora; Soberanía Popular.

A modo de conclusión

Como plantea el profesor responsable de este curso, Joaquín A. Aldao, en su trabajo “La constelación sindical de Camioneros. Estrategias de reproducción y poder sindical” (2020-2021)

“En este sentido, el presente trabajo permitió un avance conceptual y analítico en el camino de integrar dimensiones del proceso de revitalización sindical que suelen escindirse, sorteando falsos dilemas sobre la incompatibilidad analítica entre uno y otro abordaje. Por un lado, el proceso de organización desde las bases, signado por la incidencia de la renovación generacional de la militancia y el aumento de conflictividad y, por el otro, la descripción de una estrategia de construcción de poder sindical desde un sindicato “tradicional”, caracterizado habitualmente por una acción sindical verticalista y disciplinada (o, como prefieren decir los propios actores, “orgánica”)”.

El sector de trabajadores de la Agricultura Familiar nunca bajó las banderas de las luchas gremiales o inmediatas, no obstante, las mismas fueron puestas en una dimensión más integral y las asentamos en una perspectiva de totalidad, es decir no nos quedamos en lo superficial e intentamos ir a lo profundo, a la raíz del problema de esta sociedad.

La construcción con una perspectiva de la clase y una mirada integral no está dada por agregar a la lucha por el salario, las condiciones de trabajo, los DDHH, el género, las diversidades, el ambiente, las etnias, etc. sino porque sabemos que no puede existir la «identidad» al margen de la lucha de clases.

A partir de estas expresiones de luchas directas, sin mediaciones, que se podrían catalogar como experiencias es donde nuestra clase va aprendiendo a combatir al capitalismo en un plano real material, no conformándose ya con las ilusiones democráticas, culturales, de identidades y de minorías que le susurra el progresismo posmoderno reformista.

No hay sujetos históricos distintos de las clases principales en las que se polariza la sociedad burguesa donde los trabajadores constituyen la clase universal. Por ello no separamos las luchas inmediatas de las históricas de nuestra clase y el problema estructural sistémico, porque si no, nos convertiríamos en un instrumento burocrático y reformista dando el consenso al sistema y al estado de situación que reproduce.

Comprendemos que la fragmentación reinante que vive la clase trabajadora no es simplemente producto de concepciones distintas del mundo, sino expresiones enraizadas en la materialidad de una dinámica social.

Entendiendo que los trabajadores solo pueden luchar contra su explotación y su opresión, a través de su unidad, su solidaridad, su auto organización, su constitución en clase y así poder construir una fuerza material y moral tan potente que pueda superar el capital.

*Médico Veterinario. Especialista en Estudios Latinoamericanos. Diplomado en Docencia Universitaria. Delegado SsAF (Río Cuarto, Córdoba, febrero 2023)

Universidad Nacional de Río Cuarto. Facultad de Ciencias Económicas. Seminario: Sindicalismo en Argentina. Un enfoque sociológico. Trabajo Final: Construcción gremial participativa en Agricultura Familiar. Sistematización de una experiencia plural y democrática.