Plaza Manuel Anselmo Ocampo, surgida en la refundación de Villa María

Por Jesús Chirino*

La que hoy conocemos como Plaza Manuel Anselmo Ocampo o de Ejercicios Físicos ocupa uno de los terrenos dispuestos para plaza pública en el plano de la ciudad aprobado en la refundación de la misma en 1883.

A lo largo de la historia allí, al igual que en otras plazas locales, se han desarrollado diversas actividades, entre las cuales podemos mencionar carga y descarga de carretas, venta de productos alimenticios, campo de ejercicio físico, funciones de cine, ferias francas, jineteada de potros, fiestas escolares, partidos de fútbol, y tantos otros eventos deportivos.

Actualmente allí funciona un estadio deportivo cuyo deterioro y restringido uso se debe a decisiones tomadas por las autoridades municipales.

Una plaza

La designación de plaza hace referencia a un lugar urbano espacioso útil para el encuentro de los integrantes de la comunidad. Tanto en la tradición europea como en la americana, las plazas no siempre son un espacio abierto con bancos, fuentes y arbolado. La misma Real Academia Española entiende que una plaza puede ser un  “lugar fortificado con muros, reparos, baluartes… para que la gente pueda defenderse del enemigo”. En una de las acepciones que esta institución le otorga al término plaza está la de ser un “lugar donde se venden artículos diversos, se tiene el trato común con los vecinos, y se celebran las ferias, los mercados y las fiestas públicas”.

El concepto de plaza abarca una gran diversidad de espacios. En él quedan incluidos el Times Square (antes denominada plaza Longacre) en Nueva York; la plaza de Cibeles en Madrid; plaza de Mayo, en Buenos Aires; la plaza Uruguay en Mendoza y podríamos continuar con una lista inagotable de espacios famosos en el mundo, sin citar los que son mercados. Las referidas alcanzan para mostrar la mencionada diversidad, pues se trata de lugares abiertos o cerrados, con variedades de geometrías y construcciones muy distintas. Pero sí existe una coincidencia que puede señalarse, todos son espacios públicos, no privados. En el caso de la Plaza Manuel Anselmo Ocampo, es un espacio público cerrado y cuyo acceso es restringido según lo deciden las autoridades municipales. Por estos días en el Concejo Deliberante de la ciudad se votó la posibilidad de que ese lugar pase a ser propiedad privada.

En el primer plano de nuestra ciudad, fechado el 24 de septiembre de 1867, se dice  que “esta Villa fue delineada el 10 de agosto de 1867 por el vocal encargado del Departamento Topográfico, Don Santiago Echenique. Siendo presidente de la Confederación Don Bartolomé Mitre y Gdor. de la Provincia el Dr. Don Mateo Luque: está situada a la margen izquierda del Río 3ro. frente a Villa-nueva (sic) y su posición geográfica próxima es de 32° 26’ de latitud Sud y 65° 22’ oeste longitud de París”. En ese plano, cuya confección fue ordenada por Manuel Anselmo Ocampo, existe una sola plaza. El espacio previsto para tal fin es la manzana que actualmente corresponde a la plaza Independencia. Este dato también fue recogido por el historiador local Bernardino Calvo en la página 55 de su obra “Historia Popular de Villa María y sus Barrios” (tomo II).

Refundación

En 1880, más precisamente el 20 de agosto, Ocampo vende las tierras de su propiedad a dos importantes vecinos. Se trataba de Joaquín Pereira y Domínguez y Marcelino Arregui, quienes compraron, en condominio indiviso, las tierras que quedaban de la estancia Paso de Ferreira. Es decir, pasaron a ser propietarios de una gran cantidad de campos alrededor de la localidad y de todas aquellas tierras que no habían sido donadas o vendidas dentro del radio urbano. En el mes de octubre de ese mismo año, los nuevos propietarios solicitaron al gobernador autorización para expedir boletos de venta de solares. Pretendían que los mismos fueran considerados como títulos de propiedad sin necesidad de registrarlos en escribanía alguna. El pedido, que sería denegado, se fundamentaba en la necesidad de abaratar los costos de transferencia de propiedad de los terrenos. En ese mismo documento los artífices de la “refundación” de la ciudad decían que “Villa María no alcanzó en los años anteriores un mayor desarrollo, tanto porque las Municipalidades del Departamento nada hicieron por su adelanto, estorbando su progreso en vez de fomentarlo; cuanto, también, porque el entonces propietario de estos terrenos, que residía en Buenos Aires y poco se preocupaba de los intereses de esta localidad, jamás puso el menor empeño para atraer poblaciones poniendo al alcance de pobres y ricos la adquisición de solares, cuya compra ha sido, hasta ahora si no imposible, por lo menos muy difícil y costosa”.

En el mismo escrito los terratenientes se comprometían a “presentar en el Departamento Topográfico de la Provincia un plano de la traza de esta villa con las reformas y ensanches que pensamos introducir, con las manzanas numeradas y señalando los solares en que éstas se subdividen por medio de letras alfabéticas”. Es claro que los socios, hombres dedicados al comercio, estaban decididos a darle un gran impulso al desarrollo de la localidad.

El 27 de mayo de 1883, el semanario El Sol reproduce en sus páginas la nota mediante la cual Pereira y Arregui solicitaron la aprobación del nuevo plano de la localidad. En sus principales puntos el escrito señalaba: “Al Exmo. Gobernador de la provincia Dr. D. Miguel Juárez Celman. Los abajo firmantes vecinos de esta Villa María ante V. E. respetuosamente exponemos; que siendo propietarios de la mayor parte los terrenos comprometidos en la traza antigua del plano de esta Villa María y sus alrededores, y considerando muy deficiente para el verdadero embellecimiento ornato e hijiene (sic) de esta población el citado anterior plano, hemos pensado modificarlo en el sentido del nuevo plano que hace pocos días hemos presentado al Departamento Topográfico de la Provincia, el cual esperamos tenga a bien aprobar V. E. por las ventajas que este último reporta sobre el primero como pasamos a demostrarlo…”.

Tres plazas más formando una cruz

El plano de la refundación de la localidad fue aprobado el 16 de mayo de 1883 y contemplaba una superficie de 19 kilómetros cuadrados, mientras que el ordenado por Ocampo en 1867 solo cubrió 12 kilómetros. En el nuevo trazado de Villa María se incluyeron dos nuevas calles al sur (actuales México y Estados Unidos), una avenida de circunvalación, la diagonal Santa Clara fue reducida a una sola cuadra (actual Garibaldi) y se estableció una calle que llevaba al puente Vélez Sarsfield. Otra gran modificación fue la demarcación de las cuatro principales plazas de la localidad (se sumaron tres a la prevista en el primer plano). Se trata de la plaza del Norte, la del Sur, la del Este y la plaza del Oeste, actual Plaza Manuel Anselmo Ocampo. En el Archivo Histórico Municipal existe una copia de ese plano realizada por Antonio Mandrile en 1956. En esa copia y en el documento de aprobación del plano, reproducido en El Sol, pueden advertirse, gracias a las indicaciones que constan, las tierras que fueron donadas al municipio y aquellas otras destinadas al gobierno provincial. En estos documentos también quedan claro los terrenos asignados para plazas públicas que, es notable, dibujan los extremos de una cruz en el sector céntrico de la ciudad. Es más, en el sector superior derecho del plano, aclarando que es copia fiel de lo escrito por S. Llanes en el original, puede leerse “las plazas Este y Oeste son paralelogramos de 200 varas por 130, sin incluir las calles…”.

Estos son algunos de los datos del surgimiento de la plaza que actualmente se denomina Manuel Anselmo Ocampo. Así como al nombre de la ciudad suele relacionárselo con el de la Virgen María, y resulta creíble por la religiosidad de la época y los actores intervinientes en el momento, también es plausible que los impulsores de la refundación de la ciudad quisieran imprimir su religiosidad mediante la demarcación de una cruz con el agregado de tres plazas. Quizás, desde su concepción, ponían a la ciudad  bajo la protección de su fe religiosa.

*Docente. Periodista. Secretario General de la Unión de Trabajadores de Estados Municipales (UTEM-CTA). Secretario Gremial de la CTA Autónoma Regional Villa María

Fuente: www.eldiariocba.com.ar