Se trata de un grupo de trabajadores ferroviarios. Pretenden concientizar sobre la importancia de que este transporte retorne y reconecte diversas localidades.
Un grupo de trabajadores ferroviarios llegó el último martes a Huinca Renancó a bordo de dos “zorritas”, con la idea de promover que los trenes vuelvan a conectar ciudades y pueblos. Los viajeros fueron recibidos con el aplauso de sus pares locales y vecinos en la estación. La travesía se inició en la zona de Bahía Blanca y culminará a fin de mes en la provincia de San Juan.
Este recorrido pretende unir nuevamente, en un viaje simbólico, los puertos de Ingeniero White y Mendoza, la zona cuyana, a través del corredor del Ferrocarril General Roca y General San Martín.
El viaje se inició el 8 de octubre pasado, desde Ingeniero White, y esperan culminarlo a fines de octubre en Albardón, San Juan. Iván Juárez, uno de los viajeros en “zorrita”, señaló que en 2007 empezaron con este tipo de travesías, en “defensa del ferrocarril”, y pasan por las escuelas rurales del camino dejando un mensaje y una bandera.
El equipo está integrado por ocho personas, en su mayoría trabajadores ferroviarios. “Somos ocho, de los cuales cinco son empleados del ferrocarril de Ferrosur y los demás son ferroaficionados. Viajamos en una zorrita del año 1930 que está casi original, y venimos con otra zorrita que tiene un motor de última generación. Vamos divididos en dos grupos y venimos enganchados”, explicó Juárez, quien aseguró que las comodidades son mínimas pero que esto no es un impedimento para seguir adelante.
“La única suspensión que tenemos es el almohadón del asiento, y otro tema es cuando llueve: ahí recurrimos a los impermeables”, grafica el ferroviario.
Durante estos viajes, la “zorrita” alcanza una velocidad de entre 25 y 30 kilómetros por hora, y llegaron a recorrer hasta 200 kilómetros en un día.
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El equipo sostuvo que el objetivo es “demostrar que el tren es necesario”, tanto el de pasajeros como el de carga. Remarcaron que el transporte de las mercaderías se debe hacer de forma conjunta, a través del tren y del camión.
Indicaron que hasta el momento llevan recorridos unos 600 km y no se han encontrado con mayores dificultades. Destacaron el buen estado de las vías, aunque admitieron que lo único que complica el viaje es la lluvia.
“Paramos en casi todas las escuelas rurales que encontramos en el camino, en las cuales entregamos una bandera y damos charlas para concientizar sobre la importancia del ferrocarril”, indicó Juárez. “Genera tristeza ver cómo quedó el ferrocarril, y hoy lo estamos necesitando. Los costos de la logística del transporte son muy altos y el único que puede bajarlos es el ferrocarril y no lo usamos. Se lleva sólo el 8% de las cargas a nivel nacional, imaginate si lleváramos el 50%”, remarcó.
Hizo hincapié en que Argentina es el tercer país con más amplitud de vías en todo el mundo y el primero en Latinoamérica.
Juárez remarcó la importancia de una conexión ferroviaria entre la zona franca de Pico y el puerto de Bahía Blanca. “Estamos insistiendo desde hace mucho tiempo en que la conexión de la zona franca con Bahía Blanca tiene que ser a través de la parte ferroviaria”, indicó.
En el grupo está Darío Gigena, oriundo de Río Cuarto y radicado en Bahía Blanca, hijo de un trabajador ferroviario y radioaficionado, quien decidió sumarse para reivindicar la importancia de tener un ferrocarril en condiciones.
“Para mí es un viaje soñado; ya retirado de mi trabajo decidí unirme al grupo y acompañarlos. Esto se disfruta día a día, en el paso por cada estación. Mucha gente se enteró de esto y nos esperan cuando pasamos por los pueblos. Noto que al haber parado el tren se perdió no sólo la vida de la vía, sino también la de los pueblos. Estuvimos en un colegio en una localidad chica como Falucho (La Pampa) y nos pasa que le contás a los chicos y lo ven muy viejo. Ven las vía como tiradas, como que ya no sirven. Te das cuenta de que los chicos de 10 y 12 años no conocen nada del tren”, sostuvo.
Fuente: www.puntal.com.ar