Rescoldos de los incendios

Por Leandro Rueda*

El impacto destructivo de los incendios en nuestras sierras cordobesas es muy alto y abarca múltiples aspectos: decenas de miles de hectáreas de monte y bosque nativo arrasadas en poco días; los delicados equilibrios del ecosistema regional gravemente alterados; las actividades tradicionales de numerosas familias campesinas y pequeño-productoras quebradas por la pérdida de sus rebaños, criaderos, corrales, apiarios y cultivos; circuitos turísticos afectados en sus atractivos paisajes, debilitando la oferta de producción local de familias artesanas y elaboradores; viviendas total o parcialmente dañadas, donde el fuego se llevó no solo bienes materiales sino también recuerdos y pertenencias personales insustituibles.

Volvemos a denunciar que el origen de estos incendios está vinculado a prácticas e intereses que tienen como resultado una mayor concentración de la riqueza, mediante la expansión de la frontera agropecuaria y/o el desarrollismo inmobiliario por encima de los bienes comunes invaluables que constituyen nuestros bosques y montes autóctonos.

Y nuevamente queremos revalorizar el enorme esfuerzo de decenas de bomberos y bomberas de las diversas dotaciones regionales, quienes ponen en riesgo sus propias vidas enfrentando los incendios.

Acción colectiva

Esta temporada de incendios está dejando como quizás único y gran saldo positivo la conformación de grupos de vecinas, vecinos y baqueanos que lograron auto-organizarse como brigadistas provenientes de las diversas localidades serranas, como por ejemplo San Marcos Sierras, Santa Isabel, Charbonier, Capilla del Monte, Villa Giardino, entre otras.

En una primera instancia estas voluntarias y voluntarios asumieron un protagonismo decidido en defensa del monte nativo mediante una estrategia principal: actuar como “guardias de cenizas” en la retaguardia inmediata de los cuerpos de bomberos, controlando que las brasas vivas no vuelvan a iniciar focos de fuego en medio de condiciones climáticas adversas, sosteniendo largas vigilias nocturnas y diurnas, con mínimo o nulo equipamiento especializado, recorriendo largos kilómetros a caballo, en vehículos particulares y a pié.

Las voluntarias y voluntarios que fueron integrando estas brigadas lograron resolver desafíos complejos en muy pocas horas, imprescindible para sostener el trabajo de quienes mantenían la guardia de cenizas: Desde la gestión de donaciones de todo tipo (agua y alimentos, diversos elementos de protección, compra de herramientas e insumos críticos, combustible, etc.), la preparación de comidas y viandas, la fabricación o reparación de chicotes y mochilas de agua, el traslado coordinado de insumos y materiales con vehículos solidarios, etc.

Desde la Asociación Trabajadores del Estado (ATE-CTA) Córdoba también estuvimos sumando nuestro aporte mediante donaciones a los cuerpos de bomberos que estuvieron en acción. Y también nos sumamos con la gestión de donaciones de elementos esenciales para las brigadas de voluntarias/os, cuyo trabajo aún no termina ya que quedan múltiples actividades de reparación y remediación ambiental por hacer.

A modo de ejemplo, durante el fin de semana algunas vecinas y vecinos de Santa Isabel y San Marcos Sierras se reunieron para la limpieza de escombros de dos viviendas gravemente afectadas por el incendio sobre el Camino a Ongamira, una de ellas perteneciente a una compañera estatal que trabaja en el INTI-Cruz del Eje (cuyas fotos ilustran la presente nota). Esta tarea, por momentos difícil y dolorosa, pudo ser posible solo por el acompañamiento colectivo.

La organización popular seguirá tejiendo redes de cooperación por el bien común, y la restauración del monte nativo afectado es parte de la agenda de trabajo. Desde ATE Córdoba renovamos el compromiso para seguir construyendo redes junto a las brigadas de vecinas y vecinos afectados en esta región.

*Secretario de Finanzas de la Seccional ATE Cruz del Eje. Delegado de ATE-INTI Cruz del Eje

Fuente: www.atecordoba.org