Las empleadas de casas de familia, nucleadas en la Asociación de Personal de Casas de Familia (APECAF-CTA) han denunciado un gran número de casos en los que empleadores las amenazan con quitarles el trabajo si no se presentan a trabajar durante la cuarentena. La actividad aún no está contemplada entre las normativas vigentes de seguridad contra la pandemia, por lo que son procedimientos que denuncian como ilegales. Están asesorando a las trabajadoras y ya planean escraches en futuras manifestaciones.
En diálogo con Puntal, Viviana Pomiglio, apoderada legal de la asociación, explicó: “La preocupación está referida a las normas que rigen para la ciudad y la región a partir del COE local, en tanto a que no se considera al personal que trabaja en casas de familia como una trabajadora más”. Y agregó: “La vulneración en la que se encuentran es porque creen que quizás no están tan informadas y no conocen todos sus derechos, pero hoy por hoy están informadas”.
Pomiglio destacó que a muchas de las trabajadoras “les decían que si no iban a trabajar las echaban, hubo mucho abuso y atropellos, al punto tal que las hacían esconder en las casas o las metían en camionetas para ingresarlas a los countries”. No obstante, aseguró que han articulado acciones con la Policía de la Provincia, “que con muy buena predisposición aumentaron los controles y empezaron a hacer actas cuando no se respeta la normativa, siendo que lo único permitido es el cuidado de personas”.
– En el marco de las nuevas disposiciones, ¿qué actividades están permitidas y cuáles aún no están contempladas?
– Sabemos que sólo está permitido el cuidado de personas cuando hay adultos mayores, que no conviven con otros y no pueden valerse por sí mismos, o cuando la persona está registrada para el cuidado de niños y los padres del pequeño están abocados a tareas esenciales que en un primer momento eran salud, seguridad y alimentación y ahora se han ampliado a otros rubros que se habilitan, dos veces por semana se permite el cuidado. Sin embargo, hemos detectado una irregularidad entre el jueves de la semana pasada y ahora, con todas las medidas legales correspondientes y estableciendo contacto con AFIP, que es el cambio de categoría de “tareas generales” a “cuidado de personas”, para hacerlas ir a trabajar a limpiar.
Numerosas consultas
Pomiglio aseguró que fueron numerosos casos los que han recibido y están contemplados como “fraude laboral, una figura penada”, explicó. En este sentido, destacó que están abordando estos hechos con su asesora jurídica ante la gran cantidad de denuncias, en general relacionadas a casos en los que no se les quería abonar el sueldo, había maltrato laboral y amenazas. “Hicimos un recuento de la cantidad de casos recibidos, entre la página y las llamadas en estos casi 2 meses de cuarentena, y llevamos 1.328 consultas en Río Cuarto”, comentó la asesora sobre estos sucesos, con un 90% referido a la exigencia de ir a trabajar o de lo contrario el descuento de las horas por parte de los empleadores.
Además, entre las consultas había un 7% referido a lo que estaban cobrando, si era correcto, y el 3% eran empleadores, “que consultaban para saber si hacían las cosas bien o en algunos casos haciendo quejas”, comentó y destacó que se hicieron guardias rotativas online para el asesoramiento, más reuniones por videollamada. Asesoramiento para quienes se quedaban sin trabajo y para aquellas que querían acceder al IFE también se encontraban entre las acciones definidas de la asociación.
– Entre las dificultades que tienen en sus reclamos, ¿está el hecho de que muchas aún trabajan desde la informalidad?
– Sí, hay muchas en informalidad, de todos modos hemos hecho acciones porque es ilegal tenerlas en esas condiciones. Denunciamos la no registración y el no pago de los haberes que corresponde. Lo seguiremos haciendo. Porque si una persona hace varios años que está trabajando en negro, con varias jornadas de trabajo a la semana, y de repente le dicen que no vaya más, que no le van a pagar, tiene muchos elementos para accionar legalmente, aunque esté en negro. En Río Cuarto hay muchos empleadores que tenían a sus empleadas en negro y trabajando de 3 a 5 veces por semana; algunos les pagan el sueldo con normalidad, pero hay otros que no. El problema es que muchas van un día un par de horas a una casa, otro día a otra, y todo de manera informal, y los mismos empleadores les dicen que no vayan a trabajar porque la misma persona entra en tres o cuatro casas además de la suya y es peligroso.
En este sentido, la referente consideró que el Estado debe estar presente con la asistencia alimentaria y todos los acompañamientos. Finalmente, comentó que no se puede cambiar la categoría para que la empleada vaya a limpiar la casa, “porque no saben que el cambio implica pagarle más y no podrá volver a la categoría anterior porque es ilegal”. Destacó que entre las personas denunciadas hay muchos profesionales, empresarios, funcionarios y docentes universitarios conocidos.
Fuente: www.puntal.com.ar