Con la presencia del Secretario General de ATE y la CTA Autónoma Córdoba, Federico Giuliani, junto a la Secretaria Adjunta de la Federación Nacional Territorial (FeNaT-CTAA) y Secretaria Adjunta de la Central Provincial, Silvia Alcoba y el Secretario General de la CTA-A Regional Córdoba Capital, Jorge Chalup, se llevó a cabo este lunes la movilización convocada por el Sindicato del Personal de Industrias Químicas y Petroquímicas (SPIQyP) en Río Tercero, en reclamo y exigencia de la inmediata reincorporación de los 24 trabajadores despedidos en ATANOR.
Antes de llegar al Centro Cívico donde se desarrolló un acto en respaldo a la lucha de los trabajadores Químicos y Petroquímicos, la columna hizo un alto en la Municipalidad de Río Tercero para denunciar la complicidad del Intendente Marcos Ferrer -Juntos por el Cambio- con la empresa multinacional ATANOR, haciendo gala de una absoluta indiferencia e inacción frente al drama de 24 familias de la ciudad que quedan en la calle. También se acusó al jefe comunal de ser “un negrero serial con los trabajadores y trabajadoras de la Municipalidad y los Auxiliares del PAICOR”.
Frente a la sede del Ministerio de Trabajo de la Provincia, Giuliani pidió que “el Ministro de Trabajo, Omar Sereno, deje de actuar como gerente de los grupos económicos cordobeses y garantice los derechos de los trabajadores. El Estado debe ser garante de la Justicia Social y no socio de los grupos de poder patronales”.
Y agregó: “Somos lo que hacemos, no lo que decimos. Por eso hoy estamos acá bancando a los compañeros Petroquímicos tal como nos comprometimos en el Plenario de Trabajadores Ocupados y Desocupados que hicimos la semana pasada en Córdoba. Y una vez más, como ocurre en todas las marchas, está presente la Policía de la Provincia con su Guardia de Infantería presta para reprimirnos y los oficiales que no nos dejan entrar al Centro Cívico cercenando nuestro derecho a la protesta. Es la misma Policía autora de innumerables casos de ‘Gatillo Fácil’ que nos mata a los pibes y las pibas de nuestros barrios y por eso mismo merece nuestro repudio”.
Giuliani apuntó que “la empresa pretende canjear los despidos arbitrarios por dinero. Nosotros decimos que no queremos plata, queremos a los 24 trabajadores dentro de la fábrica, tal cual lo plantean los jóvenes dirigentes del SPIQyP que están dando un ejemplo de lucha y apuntalando un proceso de unidad de la clase que excede a Río Tercero y se traslada también a la ciudad Capital”.
“En una lucha con la patronal se puede ganar o perder. En cualquier caso lo importante es que podamos volver a nuestras casas, mirar a nuestros hijos y a nuestras familias a los ojos y decirles que hemos dejado todo en la pelea sin guardarnos nada. Porque la dignidad no se negocia, se defiende”, remató Giuliani.