Salario Universal: “Si la lógica del sistema no funciona, el Estado tiene que poner otra”

En la inauguración de un ciclo de charlas de Unidad Popular, Claudio Lozano presentó un detalladísimo plan de acción post pandemia para garantizar que ningún hogar y ninguna persona permanezcan en la pobreza. Además, una mirada sobre la reciente derogación presidencial del decreto sobre Vicentin.

El ciclo virtual Hacia un Nuevo Paradigma: Democratizar para alcanzar la igualdad Urbana”, impulsado por Unidad Popular, se inauguró hoy con una charla sobre Renta Universal y una propuesta para salir de la crisis más allá de la pandemia.

El invitado fue el economista Claudio Lozano, dirigente nacional de UP, director del Instituto de Participación y Políticas Publicas, y director del Banco Nación, principal impulsor de la investigación sobre las defraudaciones de Vicentin.

En su exposición, Lozano brindó una potente cantidad de datos que perfilaron un programa que permitiría, según sus palabras, garantizar que toda la población supere la línea de pobreza.

“Si Argentina quisiera pagarle a quienes forman parte del universo de la pobreza lo que necesitan para no ser pobres, habría que invertir apenas el 6% del PBI del país, una magnitud lo suficientemente limitada como para decir que no podría alcanzarse”, aseguró.

En el inicio, María Eva Koutsovitis, coordinadora de la Catedra Libre de Ingeniería Comunitaria de la UBA, referente de Unidad Popular CABA y del Frente Salvador Herrera de la CTA Autónoma, que será la moderadora de las conversaciones temáticas, explicó que el objetivo de la serie es “poner en discusión y proponer alternativas al modelo urbano que impone la gestión Macri-Larreta, que se ha caracterizado por la concentración de la riqueza  del suelo urbano y la precarización del conjunto de las políticas públicas. La ciudad de Buenos Aires es el distrito más rico de nuestro país, tiene un presupuesto per cápita equivalente a Madrid o Roma, sin embargo uno de cada 7 porteños no accede al agua potable”, advirtió.

“Argentina puede resolver su problemática de la pobreza y el hambre en tanto este dispuesta a modificar el patrón de desigualdad que caracteriza al conjunto de sus relaciones sociales”, aseguró Lozano.

Y sobre el decreto presidencial que anuló la intervención y proyecto de expropiación del gigante cerealero, conocido recientemente, explicó: “Estamos en un disparate mayúsculo, que un juez concursal de carácter comercial limitó una decisión presidencial que tiene fuerza de ley. El decreto se deroga porque fue presentado en la justicia federal, para validar su constitucionalidad y la justicia federal lo remitió a Reconquista, entonces lo deicidio derogar es para evitar que el juez de Reconquista diga que el decreto es inconstitucional, porque seguramente lo iba a hacer. Lo que está definido es que el gobierno tiene que empezar devuelta si quiere resolver el tema Vicentin. El gobierno tiene que buscar otra estrategia y sería una pena que en el marco de algo que no se hizo bien directamente se resigne el objetivo”, advirtió.

A Continuación, los párrafos salientes de la propuesta de Claudio Lozano para erradicar la pobreza y las ideas para financiar las políticas necesarias:

Sobre el contexto

Nuestro espacio político, que se fue construyendo en términos territoriales y sindicales, en el marco de la CTA, que es de alguna manera el marco en el cual nace y se desarrolla UP, desde siempre ha planteado la necesidad de construir herramientas de política pública que permitieran garantizar un piso mínimo de ingresos para el conjunto de los hogares, es decir un umbral de dignidad.

Al primer trimestre del año 2020 el ingreso promedio de los que trabajan es de $28500, el 60% de quienes trabajan están por debajo de eso, pero si pensáramos que los ingresos del país se repartieran equitativamente entre todos los que trabajan, lo que potencialmente debería recibir cada trabajador son $120.000 mensuales. Esta diferencia se llama desigualad.

Si en lugar de hacerlo con relación a los ocupados lo hiciéramos con relación a los hogares, el ingreso promedio hoy está en el orden de los $60.000, y podrían recibir $145.000 por hogar.

Hay 7 millones de personas que trabajan pero ni siquiera completan el salario mínimo de $17.000. El salario mínimo ya no es el mínimo, el proceso de informalización, desempleo y trabajo no registrado que Argentina generó, hace que el mundo laboral de la argentina no tenga piso.

La pandemia puso arriba de la mesa la importancia del Estado, por lo tanto el Estado retorna como la única herramienta que puede instalar un orden colectivo diferente que permita intervenir en este contexto. Si la lógica del sistema no funciona el Estado tiene que poner otra lógica.

Hacer esto requería políticas públicas que permitieran sostener los ingresos de toda la población que quedaba incapacitada de poder generarlos; en segundo lugar sostener a las unidades económicas y productivas, sobre todo a las pequeñas y medianas empresas, cooperativas, organizaciones de auto subsistencia, y tercero es que los que más tienen en el país sean los que más aporten.

Lo que sostenemos es que si no se garantiza a la población que está en peor situación los ingresos que necesita para vivir, a la larga se hace insostenible, y ciertamente el gobierno terminó teniendo que salir del aislamiento social hace quince días en el peor de los contextos.

Sobre el IFE, la Tarjeta Alimentar y la AUH: El gobierno no termina de avanzar en la universalización, son políticas que tienen limitaciones, que establecen restricciones y terminan dejando afuera a muchos. Hay 4 millones de pibes que no reciben los $3100 de la AUH.

Una familia que recibe todo, el Ingreso Familiar de Emergencia, al AUH, y la Tarjeta Alimentar, cosa que no pasa, es muy difícil que una familia tenga todo, pero si lo tuviera, lo que recibe es un ingreso de $22600 en una familia tipo, cuando la canasta de pobreza está en $43000.

La propuesta

Universalizar efectivamente la Asignación Universal por Hijo, para que esos 4 millones que no la están percibiendo la perciban, y llevarla a $4.000.

Proponemos crear un salario universal para toda la población entre 18 y 65 años que no son asalariados registrados, con un valor equivalente al salario Mínimo Vital y Móvil, de $16800. Así, una pareja que no tiene salario formal, con dos hijos, estaría en la línea de los $42.000, estos dos instrumentos nos permitirían que ningún hogar este por debajo de la línea de pobreza. Es el 3,2% del PBI total lo que se necesita para llevar adelante estos planteos, es una magnitud posible.

Dos millones de personas quedan afuera del IFE, además el monto es exiguo, y además solo se pagaron dos IFE en 4 meses, o sea es como si fueran $5.000 por mes, es un ingreso absolutamente insuficiente, por problemas de diseño, de monto y de  gestión, es un problema que hace que una parte de la población no tenga otra alternativa que salir.

El financiamiento  

Impuesto a las grandes fortunas que debería ser un paso para discutir el cambio del sistema impositivo para que Argentina sea un país en el que los ricos pagan. Argentina tiene una presión tributaria alta sobre los sectores populares y medios, porque los ricos no pagan.

Recuperando la capacidad de emitir moneda, suspender los pagos de deuda pública, y el cobro de impuestos a los ricos, estamos en condiciones de garantizar dignidad en todos los hogares.

No hay razón para que en argentina estemos sometiendo a nuestra población a las condiciones de indignidad que implican el 45% de pobreza.

La charla completa:

 

El ciclo continúa con el siguiente programa:

 

Ilustración: Marcelo Spotti

Fuente: www.canalabierto.com.ar