Salarios en Argentina: Un dato que alarma

En su último informe sobre la situación del empleo en América latina y el Caribe la OIT marcó que la crisis global frena la recuperación; aunque el desempleo bajó a 7,9 %, en línea con la prepandemia, preocupa la alta informalidad y la inflación.

Por Belén Ehuletche

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) informó que la tasa de desocupación regional llegó a 7,9 por ciento ubicándose en los niveles de antes de la pandemia, sin embargo el dato no representa la más próspera de las señales, ya que la recuperación del empleo se dio de la mano con un fenómeno preocupante: los “trabajadores pobres”.

Luego de superar los momentos más críticos de la pandemia,  el panorama laboral de la región, se vio afectado por los impactos de la guerra en Ucrania, que “puede complicarse con mayor informalidad y pobreza laboral”, advirtió.

“Los mercados laborales de la región enfrentan un futuro complejo e incierto que podría estar caracterizado en 2022 por aumento de la desocupación, de la informalidad y del número de trabajadores pobres”, se informó durante la presentación del documento “Un crecimiento débil y crisis global frenan la recuperación del empleo en América Latina y el Caribe”.

Entre los factor de preocupación, la alta inflación capta la mayor atención del informe, por el fuerte impacto en los mercados laborales. Los precios comenzaron a incrementarse en 2021, pero están sometidos a presiones alcistas por los efectos de la guerra que impactan la disponibilidad de alimentos y de energía, entre otros factores, y esto afecta directamente el nivel de los ingresos laborales reales, alertó la OIT.

Fenómeno conocido

La aceleración inflacionaria marcó negativamente la evolución de los salarios mínimos reales en la región en general, pero en el caso de la Argentina se refleja la mayor caída, con 10 %, al comprar los primeros trimestres de 2019 y 2022.

Todo indica que el dato del primer trimestre continuará en ascenso ya que, en lo que va del año, pese a los intentos de recomposición, la inflación cerrará arriba del 90 % mientras que el salario mínimo vital y móvil lo hará un 75 % con las aumentos anunciados pata septiembre, octubre y noviembre.

En julio, la canasta básica aumentó 6,3%, levemente por debajo de la inflación que marcó 7,4, según el Indec. La medición señaló que una familia “tipo” (dos adultos y dos niños) necesitó de $111.297,57 para no ser pobre sin contar gastos en alquiler.

El costo de la canasta duplica el salario mínimo vital y móvil que en agosto pasó a $47.850 y triplicó la jubilación mínima que para julio era de $ 37.525 y con el aumento dispuesto por el Gobierno será de $ 50.353 en septiembre.

“La pérdida de poder adquisitivo de los ingresos laborales es lo que da origen al llamado ´fenómeno del trabajador pobre´ que significa que las personas pueden vivir en situación de pobreza aun teniendo un empleo, incluso un empleo formal”, dijo la economista laboral de la Oficina Regional de OIT y autora del informe, Roxana Maurizio. “Si bien ello no es nuevo en una región con alta informalidad, su incidencia puede elevarse significativamente”, aseguró.

De acuerdo a CEPAL-OIT (2022), entre 2020 y 2021, esto se reflejó tanto en el número de países que registraron caídas en el poder de compra de esta institución laboral (10 de 17 países) como en la magnitud de estas caídas.

En tanto, durante el primer semestre de 2022 se registraron alzas reales sólo en 8 de 17 países de la región, anticipó el informe.

Reacción

Luego de describir un panorama crítico, afectado por crecientes y preocupantes niveles de inflación, desde el organismo plantearon una posible salida. “La creación de empleo formal será clave para enfrentar un escenario de menor dinamismo económico y pérdida del poder adquisitivo”, dijo Claudia Coenjaerts, directora Regional de la OIT para América Latina y el Caribe.

De acuerdo con los datos más recientes, del primer trimestre de 2022, la tasa de desocupación promedio de la región es de 7,9 por ciento, la tasa de ocupación de 57, 2 por ciento, y la tasa de participación en la fuerza de trabajo de 62,1.

Pero alcanzar los niveles de 2019, no es en sí mismo un buen resultado ya que la región se enfrentaba con la antesala de problemas que intensificó la crisis sanitaria: mayor inestabilidad e informalidad laboral.

Por eso, aunque señaló que “la recuperación de las tasas regionales es una noticia positiva después del impacto devastador que tuvo la COVID-19”, Coenjaerts alertó que “una mayor informalidad y un aumento en el número de trabajadores pobres, se están configurando como grandes desafíos para los mercados de trabajo de América Latina y el Caribe en 2022”.

El informe de la OIT precisa que la falta de dinamismo económico, comenzó a notarse a comienzos de 2022 con incipientes signos de retroceso en los indicadores laborales promedio de la región, que habían venido mejorando continuamente durante varios meses.

Además, entre 50 y 80 por ciento de las ocupaciones generadas en el proceso de recuperación han sido en condiciones de informalidad. Esto ha provocado que la tasa de informalidad regional, que experimentó bajas al inicio de la crisis por la pandemia cuando se destruyeron numerosos puestos de trabajo, regresara a los niveles pre pandemia, de 50 por ciento.

“Esto significa que 1 de cada 2 personas ocupadas están en condiciones de informalidad en la región. Son trabajos inestables, en general con bajos ingresos, sin protección ni derechos laborales“, destacó Maurizio.

Frente a este escenario, los países de la región deben enfocarse en el fomento a la creación de más puestos de trabajo formales, con una coordinación con políticas activas, formación profesional y políticas sectoriales, destacó la OIT. También consideró esencial el fortalecimiento de las instituciones laborales, en particular, salario mínimo y negociación colectiva, en un marco de diálogo social.

“Los países de la región deben enfocarse en el fomento a la creación de más puestos de trabajo formales”

“En escenarios de crisis el diálogo social entre gobiernos, empleadores y trabajadores permite adoptar y aplicar con mayores posibilidades de éxito políticas que respondan a los desafíos de la economía real”, recordó Claudia Coenjaert.

Fuente: www.cronista.com