Sumarse a un Convenio no alcanza para enfrentar a la Violencia Laboral

Por Carlos Emanuel Cafure*
Hace unos días atrás, se dio a conocer la decisión política del Gobierno Nacional de enviar un proyecto de ley al Congreso, para la ratificación del Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) contra la Violencia y el Acoso Laboral
Si bien es una muy buena señal, también es importante señalar que sumado a la ratificación de este Convenio de la OIT es necesario que se traten y aprueben innumerables proyectos de leyes y ordenanzas sobre esta temática, que han sido presentados en el Congreso de la Nación, en la Legislatura de Córdoba, en el Concejo Deliberante de Córdoba (como de otros concejos deliberantes del interior provincial), en definitiva en todos los rincones del país.
Actualmente, solo algunas provincias como Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe, entre otras, ya cuentan con leyes locales contra la Violencia Laboral.
Otras, como Córdoba, aún no se deciden políticamente a discutir este tema, como si fuera estuviéramos ante un tema tabú.
Hablamos de un flagelo que padecen miles de trabajadoras y trabajadores, que en un número preocupante de ellos terminan con padecimientos físicos y/o psíquicos, (existiendo casos de suicidios y de muerte por esta forma de violencia en el trabajo).
Podemos decir que Violencia Laboral es una forma de abuso de poder que se ejerce sobre uno o más trabajadores y que busca en muchos casos aislarlos, excluirlos y también que terminen renunciando.
Existen tres modalidades que son:
El Acoso Sexual.
El Acoso Moral o Psicológico.
La Agresión Física.
Personalmente, vengo realizando un enorme trabajo a pulmón sobre Violencia Laboral, que comenzó con mi tesis de graduación de la carrera de Abogacía en la Universidad Empresarial Siglo 21. Soy autor de varios proyectos de leyes provinciales (18973L16), municipales (7432-C-19 Córdoba), nacional (6876-D- 2018), que buscan prevenir y sancionar la Violencia Laboral.
Soy autor del primer marco legal  aprobado en Córdoba (hecho histórico), tratándose de la Ordenanza 2625/19 del Concejo Deliberante de Río Ceballos. Escribí dos libros sobre Violencia Laboral (con reconocimiento de la Legislatura de Córdoba).
En mi profesión, veo muchos casos de Violencia Laboral (algunos gravísimos), y es por ello que llevo adelante un trabajo intensivo, con absoluta objetividad y sobre todo con mucha perseverancia, para que la clase política cordobesa y nacional, entienda que es necesario que el Estado diga basta de una vez por todas.
Las iniciativas legislativas que vengo presentando, apuntan a establecer un procedimiento administrativo, para que los trabajadores estatales y privados, puedan realizar las denuncias correspondientes, tengan apoyo profesional y del propio Estado, para que cesen inmediatamente estás conductas por parte de quienes ejercen violencia, y que en aquellos casos en los que sean debidamente acreditados los hechos de Violencia Laboral que sea sancionado el violento ( para que se acabe la impunidad de muchos de ellos).
Esperemos que la dirigencia política cordobesa y nacional, de una vez por todas, demuestre estar a la altura de las circunstancias, y no tengamos que seguir escuchando en los medios de prensa más casos graves y/o fatales por hechos de Violencia Laboral.
La solución a esta delicada situación, la tienen en sus manos señores políticos.
*Abogado Laboralista