Testimonios de Trabajadoras de Tránsito en San Francisco

Hace algunos años se puso en funcionamiento el primer grupo de mujeres Policías de Tránsito en la ciudad de San Francisco. Hasta entonces era una tarea sólo de hombres.

Por Andrea Carrasco*

Las primeras inspectoras no sólo chocaron con los prejuicios de automovilistas sino también de algunas y algunos compañeros. En agosto se van a cumplir 10 años que Marcela Vega (hoy 55 años) ingresó al cuerpo de Policía Municipal, “en los primeros días de capacitación para mí fueron cruciales saber cómo organizar la circulación, cada indicación iba acompañada de una manera particular de tocar el silbato, de mover las manos e incluso el cuerpo, y un error en esos gestos podía derivar en un choque”, describe Marcela.

-¿Qué sentimientos te invadieron el primer día de servicio?

-Me sentí orgullosa de esta profesión y de poder colaborar con la sociedad.

-¿Te respetan como mujer a la hora de comandar el tráfico vehicular?

-La mayoría de las veces sí, aunque reconozco que muchas veces no me toman en cuenta por el solo hecho de ser mujer. El mandato de masculinidad es un mandato de violencia, de dominación, el sujeto masculino tiene que construir su potencia y espectaculizarla a los ojos de los otros, por tal motivo les cuesta en algunos casos.

-Si tuvieras que elegir alguna profesión, ¿sería la misma?

-Sería la misma, me permite concientizar a la comunidad en lo que respecta a educación vial, me encanta hacer la prevención y ayudar a los adultos mayores o personas con incapacidad a que puedan cruzar la calle con tranquilidad. Ser parte de la prevención a la salida del horario escolar y recibir como agradecimiento una sonrisa, eso es impagable!

Yo creo que en mi  juventud, no tomábamos consciencia de lo que representaba para la sociedad que las mujeres asumiéramos una tarea semejante, por eso hoy, teniendo esta oportunidad la vuelvo a elegir.

Zulma Luque Ledebur, es otra trabajadora que suma su testimonio, expresa que: “No elegí esta profesión, fui trasladada de área hace 3 años, me sentís muy mal con ver la diferencia que había con los hombres. Igual lamento que las mujeres representemos hoy menos de una cuarta parte del cuerpo de Policía de Tránsito”.

-Ser mujer, ¿imposibilita tu labor a la hora de un control vehicular o de alcoholemia?

-Sí muchas veces la gente te maltrata verbalmente o te insulta y eso es un reflejo de la sociedad violenta en la que vivimos y las mujeres tenemos que aguantar muchos micro machismos que están socialmente aceptados.

-Cuando te viste con ese uniforme por primera vez, ¿qué sentimientos tuviste?

-La verdad, no me gustó para nada el uniforme (risas).

-¿Cómo describirías una jornada laboral?

-¿Te imaginás estar en una lugar donde no hay compañerismo? Que los hombres no acepten trabajar con mujeres?. ¿Qué nos sacaran de la sala de Inspectores y envíen a las mujeres a la cocina  como sala de descanso? Paradójico ¿no?. En 20 años de ser trabajadora municipal nunca me había pasado esto de sentirme discriminada.

Todavía en el siglo XXI seguimos relegadas a un segundo puesto, me capacité y rendí para subir de categoría y me dijeron que no llegaba al puntaje. Mientras existan desigualdades hacia la mujer habrá que seguir reclamando nuestra posición en espacios definidos históricamente como masculinos.

Por razones históricas y sociales, los cuerpos policiales han sido desde sus orígenes organizaciones compuestas y dirigidas por hombres y por lo tanto gestionadas y organizadas con una visión androcéntrica. Vamos a comprobar que aunque existe legislación y normativa a favor de la igualdad de género, lo cierto es que esa igualdad todavía está lejos de alcanzarse.

-¿Alguna anécdota para compartir?

En un turno de trabajo haciendo mi ronda llego a una esquina con mucho flujo vehicular, un señor estaciona entre carteles, me arrimo le pido que corriera el vehículo del lugar ya que se había estacionado en un lugar prohibido…me comenzó a insultar llama a la policía y el ciudadano comienza a acusarme de que lo quise golpear. Fue un momento de mucha tensión y como esa situación son la mayoría, llenas de agresiones y violencia .

Seguridad Escolar, eso me encanta. Trabajar haciendo la Seguridad Escolar, aportando y facilitando la implementación real de la Educación Vial interviniendo sobre la mejora de los comportamientos de los niños y niñas como usuarios de las vías y, de forma especial, sobre los primeros años de  vida en los cuales se consolidan las actitudes, los valores y el respeto a las normas, básicas para el desarrollo de comportamientos viales adecuados.

Mi intención con este artículo es aportar una nueva perspectiva de la realidad o cuestionándola, porque no es fácil llegar a un conocimiento exacto de los hechos, pero sí que es importante tomar consciencia de lo que hay detrás de lo aparente.

*Miembro de la Delegación de ATE San Francisco.

Fuente: www.atecordoba.org