Por Antonio “Tano” Muratore*
Con el objetivo de capacitar a hombres y mujeres en “valores democráticos y republicanos”, el Ministerio de Seguridad de la Nación acaba de anunciar la creación del Servicio Cívico Voluntario en Valores (Scvv), que se hizo efectivo a través de la Resolución 598/2019 publicada en el Boletín Oficial.
El alcance de la medida, según fuentes oficiales, “apunta al horizonte de jóvenes NiNi”. Una serie de talleres para jóvenes de 16 a 20 años que serán impartidos por la Gendarmería Nacional, “una medida de contención, voluntaria, para la orientación vocacional y valores de responsabilidad”, aseguran desde el entorno de Patricia Bullrich.
El Scvv tendrá duración desde el 1 de agosto al 31 de diciembre del corriente año y se desarrollará en establecimientos de Seguridad y Gendarmería. En nuestra Provincia, las actividades serán en la Escuela de Suboficiales “Cabo Raúl Remberto Cuello” de la ciudad de Jesús María, mientras que en Buenos Aires el lugar elegido fue el Comando de Región I “Campo de Mayo”, un ex centro de tortura y represión durante la dictadura.
Hasta aquí la presentación de la “oferta de cursos para adquirir nuevas destrezas y habilidades, fomentar la inclusión, educación, superación y liderazgo en búsqueda de la cohesión social”, según la concepción de la ministra Bullrich.
Pero lo cierto y preocupante es que se trata de una estrategia diseñada para sumar a los jóvenes al aparato represivo. Su fin es inocularles a nuestros pibes los “valores” de la clase dominante.
Resulta que los mismos gendarmes que a diario son los responsables de la represión de los trabajadores durante las movilizaciones y protestas que protagonizamos a lo largo y ancho de nuestro país, son los “elegidos” para la “capacitación” de los jóvenes que “ni estudian, ni trabajan”. Buscan con ello militarizarlos, someter a nuestra juventud, forjar personas acríticas y sin respuestas ante las necesidades y padecimientos de nuestro pueblo.
Crece la pobreza y la indigencia a pasos agigantados, se eliminan o recortan programas sociales destinados a los más jóvenes -como una ironía el sector más vulnerado y pobre de la Argentina-, y se profundiza el conflicto social, pero la respuesta de Cambiemos es “palos y más palos”, y este aberrante ensayo para disciplinar a nuestros jóvenes con la anuencia de los medios concentrados de comunicación, que sin tapujos, corren el eje de discusión de los problemas concretos de nuestro pueblo que son el hambre y la desocupación.
Cambiemos pretende con esta medida que Gendarmería Nacional y su mismísimo aparato represivo, presente desde el asesinato de Teresa Rodríguez en Cutral-Có durante el desalojo de una ruta en abril de 1997 o en la disuasión a mediados de diciembre de 1999 de un puente ocupado por manifestantes en Corrientes con un saldo de 2 muertos y 50 heridos, a poco de asumir De la Rúa, y consecuente con su accionar violento en el crimen de Santiago Maldonado, por citar algunos ejemplos de la “mácula” trayectoria de los llamados “centinelas de la Patria”, inscriban una nueva página de su “mano dura”, adoctrinando chicas y chicos excluidos del sistema hasta inculcarles “valores democráticos y republicanos”, cosechando elogios del núcleo más duro y reaccionario de votantes que anida en nuestra Argentina.
La CTA Autónoma y la FeNaT, entre otras organizaciones libres del pueblo han repudiado la creación del Servicio Cívico Voluntario en Valores, una mera iniciativa oportunista-electoral de Macri para diseñar juventudes sometidas, instalando “el problema de la inseguridad” como falsa opción para perpetuarse en el poder a través del “voto bala” o el “voto cárcel” y de esa forma seguir imponiendo sus políticas de hambre y miseria.
El programa, como una burla siniestra de Cambiemos, verá la luz a partir del 1º de agosto próximo, fecha en que desapareció Santiago Maldonado. Tenemos que ser miles en las calles para repudiarlo.
*Secretario General de la CTA Autónoma Regional San Francisco. Secretario General del Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba (Cispren-CTA) Seccional San Francisco.