Una radiografía de la Inseguridad Alimentaria

La evaluación que realizó el Barómetro de la Deuda Social y de Infancia en la Universidad Católica Argentina (UCA) presentó los indicadores de desarrollo de los niños y el tema sin dudas más urgente tiene que ver con la inseguridad alimentaria que, según afirmaron “es un problema que venimos acarreando desde el año 2010 que estuvo constante entre el 2010 y el 2017, en el que alrededor de 2 de cada 10 niños experimentaban inseguridad alimentaria, y 1 de cada 10 una situación grave”.

Cuando se habla de inseguridad alimentaria “se refiere a los hogares que tienen problemas económicos graves, próximos a la situación de indigencia, donde, lo primero que hacen es bajar los consumos en cantidad y calidad de alimentos, bajar a las segundas marcas, luego son las mujeres adultas las que empiezan a reducir su ingesta, luego los hombres adultos para finalmente ser los niños”, afirmó en Estado de Alerta, Ianina Tuñon, investigadora responsable del organismo.

“Esta situación es la que nosotros llamamos inseguridad alimentaria severa, cuando son los niños los que experimentan episodios de hambre, ésta situación cambió de manera sustantiva a partir del 2017 donde empieza a haber un incremento significativo de la inseguridad alimentaria, llegamos al 2019 pre pandemia con alrededor de 30% de inseguridad alimentaria y un 14% de chicos con inseguridad severa, en el último año trepamos al 34% y al 15,5, es decir tuvimos un pequeño incremento, este pequeño incremento se debe a todo el contexto de crisis pero se vio apaleado por diferentes transferencias de ingresos que aportó el gobierno a estos sectores sociales y especialmente la tarjeta Alimentar que logró amortiguar el impacto en los niños más pequeños, en los niños de 0 a 6 años”.

Ese resultado  «no fue el mismo en los niños más grandes y especialmente en los adolescentes” agregó la especialista. “Estos son los grupos que están fuera de la escuela durante todo este año que no están recibiendo la alimentación escolar que recibían, si bien sus hogares estuvieron recibiendo buena parte la AUH, en menor medida los adolescentes, y por supuesto el IFE que de no haber existido esas transferencias hoy estaríamos hablando de niveles de pobreza infantil por arriba del 70%”, confirmó.

Al respecto contó que “tenemos varios problemas en el campo de la alimentación que tienen que ver con la accesibilidad que es lo vinculado más a la pobreza, pero también con la disponibilidad, porque la disponibilidad de alimentos como verduras, frutas, lácteos y frescos en muchos sectores vulnerables de la Argentina es complejo, también por supuesto hay componentes socio culturales que son más difíciles de modificar, pero está claro que la responsabilidad que tienen los estados en la alimentación de los niños excede a las cuestiones socioeconómicas de los hogares, cuando decimos que tenemos que garantizar la alimentación de la infancia es que tenemos que hacerlo y de manera directa”, opinó Tuñón.

Respecto a cómo influyó la pandemia en éste flagelo señaló que “sin dudas el aislamiento social, el cierre de las escuelas no ayudó, pero previo a la pandemia tampoco estábamos alimentando de manera equitativa y equilibrada a los niños en la Argentina, nosotros tenemos un problema de malnutrición infantil que produce obesidad infantil y hoy más que nunca sabemos que las poblaciones con obesidad son poblaciones mucho más vulnerables a por ejemplo el Covid 19” ejemplificó.

Respecto a la correlación de ésta situación con el desempleo, manifestó que “uno de los sectores  sociales más afectados y que son poblaciones nuevas porque no registraban situaciones de inseguridad alimentaria antes, son los sectores de los hijos de los obreros y empleados. Trabajadores que trabajan en el sector informal precario de la economía pero que lo hacen de manera sostenida ocho horas diarias o más, ese sector se vio fuertemente afectado por esta crisis, y la inseguridad alimentaria llegó a esos hogares, no era habitual antes”.

A ello se sumaron “altos niveles de maltrato infantil que se incrementaron mucho con la tensión que vivieron los hogares con los niños en casa las 24 horas fue importante e impactó a los niños”, finalizó.

Fuente: www.estadodealerta.com.ar