Walter Natera: “Soy el primer dirigente gremial en Argentina condenado por corte de ruta”

Por Jesús Chirino*

Por estos días está viviendo en Villa María, Walter Natera, trabajador jubilado, ex dirigente gremial, que en los años 90 fue condenado por liderar un corte de ruta en la ciudad de Comodoro Rivadavia.

Esa causa, que implicó a Natera y a Gatti, otro dirigente ya fallecido, tuvo gran relevancia mediática y se encuadró en el intento del Gobierno de parar los reclamos de los trabajadores.

Los 90 y la organización de trabajadores/as

Ante el avance de la visión neoliberal en lo económico y el conservadurismo en lo político que se dio en los años 90 en nuestro país, se produjo la reacción de la clase trabajadora. El creciente desempleo no fue un accidente, era parte del paquete de las políticas que aplicó el gobierno liderado por el caudillo peronista Carlos Saúl Menem, que traicionó el mandato popular entregado con su triunfo electoral de 1989.

Durante la campaña no había dicho lo que efectivamente haría durante su gobierno. A medida que avanzaron las privatizaciones de las empresas del Estado y la apertura de la economía, fueron tantas las personas que quedaron sin su puesto de trabajo que se puso en crisis la construcción identitaria de los y las trabajadoras.

En medio del dolor producido por esas políticas, se dieron reacciones expresadas en organizaciones de desocupados. Sector que fue constituyéndose como sujeto social, no sin tener que luchar contra instituciones estatales, los sectores patronales y sus partidos políticos. Pero también debieron pelear contra el sindicalismo burocrático, integrado al Estado, que desconocía la identidad del trabajador o trabajadora que perdían su empleo y ya no podían pagar su cuota sindical.

En ese escenario la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) fue disruptiva, pues no solo se constituyó como una organización sindical de tercer grado que nucleaba federaciones y gremios, sino que, al poseer un sentido de clase, abrió la posibilidad de la afiliación directa de los trabajadores y las trabajadoras, independientemente de si poseían empleo o no.

Por otra parte, la mayor parte del sindicalismo burocrático quedó en la tradicional Confederación General del Trabajo de la Argentina (CGT), fundada en 1930, de la cual en 1994 se desprendió  una línea interna denominada Movimiento de los Trabajadores Argentinos (MTA).  Estas dos organizaciones (CTA y MTA) ofrecieron resistencia a las políticas gubernamentales.

El corte de la ruta 3

En agosto de 1998, la CTA y el MTA llevaron adelante un paro nacional contra las políticas del presidente Carlos Menem. En la provincia de Chubut la desocupación había crecido de manera importante, entre otras razones, a partir de la privatización de la empresa estatal YPF, realizada a principio de esa década.

Durante ese paro nacional, en Comodoro Rivadavia un grupo de 200 personas realizaron un corte de la ruta 3, en la zona conocida como  “Infiernillo”, acceso a la zona céntrica de la ciudad.  Lideraron la movida Walter Natera, secretario general de ATE Comodoro Rivadavia, y Miguel Angel Gatti, presidente de la Asociación Vecinal del Barrio Fuch, jubilado y exsindicalista de petroleros.

Como parte de la estrategia que el Gobierno y sus aliados desarrollaron para detener los reclamos, muchos trabajadores y trabajadoras fueron detenidos y procesados. En el caso de Natera y Gatti debieron enfrentar un juicio y, en julio de 1999,  Ricardo Napolitani, entonces juez federal de Comodoro Rivadavia, los condenó a 5 meses de prisión y 2 años de trabajos comunitarios. Fue la primera condena que se dictó en el país por corte de ruta.

El auxiliar gremialista

Walter Dante Natera se encuentra pasando este tiempo de pandemia en Villa María. Dialogo con él y me cuenta parte de su vida. Un hombre sencillo que se reconoce con un carácter algo explosivo, “pero con el tiempo se va aprendiendo”. Cuenta que llegó a la vida en la ciudad de Río Cuarto, el martes 8 de noviembre de 1955.

Su padre era músico en el Ejército y por él se incorporó a esa fuerza y cumplió tareas como suboficial oficinista. Cuando su padre falleció, como “no sentía la carrera”, en el año 1981 abandonó esa actividad. Busca trabajo y en abril de 1990 ingresó “como auxiliar de la educación, portero”, en la escuela 737 “Soldado Mario Almonacid”. Aclara que fue el primer soldado conscripto muerto en las Islas Malvinas y recuerda que él fue “quien habló con los padres para ponerle el nombre a la escuela”.

Le pido cuente su ingreso al gremialismo, entonces narra que “por cuatro años fui presidente de la Unión Vecinal del barrio Maestro Isidro Quiroga, ex 1311 viviendas”. Allí, por sorteo, le tocó una casa del IPV. Entonces “militaba en Federalismo y Liberación”, línea interna del peronismo encabezada por Carlos Menem. Al año de que este político gobernara el país “vi que privatizaba las empresas del Estado y fue una desazón. Nos sentimos traicionados”.

Con un hermano gemelo, José María, integrando el gremio de camioneros en Comodoro, Walter se presentó a elecciones y quedó como Secretario General de ATE en la ciudad. Lo fue por dos períodos, desde 1995, y en 2003 pasó a ser vocal en la Comisión Nacional de ATE. Allí denunció por corrupción a Omar “Pucho” Navarro, Secretario General de ATE Chubut.

Como la Comisión Nacional liderada por Pablo Micheli no hizo nada, renunció y regresó a su puesto de portero. Luego de ver las desvirtuaciones llevadas adelante por Pablo Micheli y Hugo Yasky en la CTA se desafilió de ATE. Pero, aclara, “de esa organización tengo los mejores recuerdos y estando en Villa María quiero nombrar y reconocer a Osmar Zapata y Oscar ‘Cacho’ Mengarelli, dos grandes compañeros de ATE”.

Cuenta que aquel corte se produjo en el marco de un “Argentinazo” cuyas principales consignas fueron “no a la flexibilización laboral y precarización; no a los despidos; pase a planta permanente de los compañeros…”.

Se organizó “a través de un frente gremial. Me acuerdo que lo hacíamos de noche… y cortamos la ruta a tres cuadras del comienzo del casco urbano de la ciudad… en ese tiempo venía con ejes de lucha contundentes y notaba que me perseguían. Llegué a tener cinco causas penales y sufrí dos juicios orales y públicos. Uno es el de este corte, en el cual soy el primer dirigente gremial en Argentina condenado por corte de ruta… y al año… por los errores del juez en la causa anulan la sentencia. Tendría que haberse hecho otro juicio, pero el Gobierno nunca quiso pagar las consecuencias”.

Tal cual dice Natera, en 1999 la Cámara de Casación Penal revocó la sentencia por encontrar fallas estructurales en el fallo, anulando sus alcances. Antes de ello recibieron la solidaridad de numerosas organizaciones gremiales de todo el país y de figuras públicas que luchaban por la defensa de los derechos humanos. En el mismo juicio se hicieron presentes cientos de militantes y dirigentes como Víctor De Gennaro.

Luego Natera retornó a su trabajo hasta jubilarse. Dice creer en el gremialismo de base, “no en el de dirigentes que se vuelven empresarios”. Orgulloso muestra el recibo de su jubilación “cobro 28 mil pesos, no tengo más propiedades que la casa en Comodoro…”, vuelve a insistir en que no cree “en esos que se venden”. Le pregunto si considera que triunfó en la vida y dice que “con el solo hecho de ser honrado, solidario, sensible al dolor del otro, para mi la plata va y la plata viene, los valores no y por el amor a mi Patria que tengo, sí me considero un tipo exitoso en valores”.

Se proclama peronista, pero no tiene una buena imagen de muchos encumbrados dirigentes de esa ideología. Alguna vez rechazó ser candidato a diputado nacional por Chubut. Lo habían propuesto varios sectores del justicialismo de esa provincia, entonces declara “los dirigentes convirtieron al partido en algo peor que un cabaret”. Un hombre frontal.

Cierra la nota diciendo que todo lo que hizo “fue por mis hijos Antonella, Maximiliano, José María y mis nietos. Además por mi hermano gemelo José María Natera, quien me alentó a ser dirigente gremial. Y cuando pase la pandemia lo buscaré a ‘Cacho’ Mengarelli para militar con los jubilados de ATE”. El juicio anulado nunca volvió a realizarse.

*Docente. Periodista. Secretario General de la Unión de Trabajadores de Estados Municipales (UTEM-CTA). Secretario Gremial de la CTA Autónoma Regional Villa María

Fuente: www.eldiariocba.com.ar