La comunidad convocó a una ceremonia por la protección del territorio, que se realizará a orillas del Dique Cruz del Eje el próximo jueves 13 de noviembre a las 16 horas.
La polémica por el proyecto Perilago en Cruz del Eje incorporó un nuevo actor. Desde la localidad de San Marcos Sierras, la Comunidad Indígena Tulián se sumó formalmente al debate en torno al proyecto Perilago en Cruz del Eje. A través de un escrito presentado al director de la Agencia Córdoba Cultura, Raúl Sansica, la comunidad cuestionó el cumplimiento del procedimiento de consulta previa, libre e informada que establece la ley para los pueblos originarios. El pedido de informes solicita acceso a los estudios de impacto ambiental, social y cultural, y requiere que se detallen los mecanismos de participación implementados por el gobierno provincial.
En un aspecto significativo de la presentación, la comunidad aclaró su posición frente a la representación indígena en el proyecto. Dejaron constancia expresa de que Juan Carlos Tulián, quien ha actuado públicamente como veedor por la comunidad Tay Pichin junto a la comunidad Toco Toco, no está autorizado para representarlos. En este sentido, solicitaron formalmente que se abstengan de considerarlo como un interlocutor válido de su organización y pidieron que se informe si ha recibido algún tipo de retribución por su participación.
El fundamento legal del reclamo se apoya en el artículo 75, inciso 17 de la Constitución Nacional y el Convenio 169 de la OIT, de rango supralegal. Estas normas reconocen el derecho de los pueblos indígenas a participar en la gestión de los recursos naturales y a ser consultados sobre cualquier medida que pueda afectar sus territorios o su patrimonio cultural. La omisión de este proceso, según su perspectiva, vicia de nulidad el procedimiento administrativo.
Paralelamente a la acción legal, la comunidad convocó a una ceremonia por la protección del territorio, que se realizará a orillas del Dique Cruz del Eje el próximo jueves 13 de noviembre a las 16 horas en un punto de libre acceso a la zona. El encuentro, descrito como un acto espiritual para honrar al agua y al monte nativo, busca generar un espacio de unión y reflexión sobre el cuidado del entorno compartido. La ceremonia representa una reafirmación cultural frente a un proyecto que, consideran, pone en riesgo su patrimonio natural y ancestral.
La situación revela una divergencia dentro de las propias comunidades indígenas respecto a su relación con el emprendimiento. Mientras algunas actúan como veedoras, la Comunidad Tulián afirma haber sido marginada del diálogo, lo que plantea dudas sobre la legitimidad y exhaustividad del proceso de consulta llevado a cabo por las autoridades. Esta fractura podría complicar la viabilidad social y legal del proyecto.
La acción de la Comunidad Tulián combina una vía administrativa, con el pedido de informes, con una acción simbólica y comunitaria. Ambas iniciativas tienen como objetivo presionar a las autoridades para que rectifiquen el procedimiento y garanticen el pleno respeto de sus derechos colectivos. La respuesta de la Agencia Córdoba Cultura será un indicio clave sobre la transparencia y legalidad con la que avanza el polémico proyecto del Perilago.
Fuente: www.cdmnoticias.com.ar