“Fetos de sindicatos” incomodan al Unicato Sindical

Por Juan Carlos Giuliani*

El Secretario General de la Asociación Bancaria y aspirante a conducir la CGT, el mendocino Sergio Palazzo, arremetió contra la CTA Autónoma y ATE que se mostraron hace unos días en una reunión en Cuba con el presidente venezolano Nicolás Maduro para reactivar el Astillero Río Santiago (foto).

“Yo tengo una mirada crítica sobre ese sector” porque “lo que propician es la creación de fetos de sindicatos para perjudicar a quienes ejercen representación de verdad, así que le quito relevancia a la reunión que han tenido con Maduro”, consideró Palazzo refiriéndose a la Inscripción Gremial otorgada recientemente -después de 11 años de lidiar para que se le reconozca ese derecho- al Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de Entidades Bancarias y Financieras (SiTeBA-CTA).

Palazzo, de extracción radical, es al universo sindical lo que Leandro Santoro -personaje mediático si los hay- a la política. Así describe a este último el compañero José Rey del Movimiento Peronista Auténtico (MPA): “Cuando el joven progresimio de origen radical, presente kirchnerista (y vaya a saber que destino final tenga), de apellido Santoro abre la boca afirmando una estupidez tras otra, desde el firmamento se aprecia una mueca” y acompaña el texto con la foto de un sonriente Perón.

“Si él nos llama fetos de sindicatos nosotros le decimos embrión de Zanola”, apuntó José “Pepe” Peralta, Secretario General de SiTeBA y Secretario Adjunto de la CTA Autónoma Capital. “Además, si somos tan insignificantes como dice, ¿para qué tanto escándalo? ¿o seremos una piedra en el zapato?”, agregó.

El detractor de la creación de organizaciones gremiales de nuevo tipo que cuestionan el Modelo de Unicato Sindical no orina agua bendita. El 1 de diciembre de 2009, siendo flamante Secretario Adjunto de la Asociación Bancaria, elegido apenas treinta días antes, debió hacerse cargo imprevistamente de la Secretaría General del gremio porque el entonces titular, Juan José Zanola, acababa de ser apresado.

Zanola, de filiación desarrollista, emblema de la más infame corrupción sindical, líder de La Bancaria desde 1983, que ganó esa última elección de 2009 encabezando una lista de unidad, estaba procesado por integrar la “Mafia de los medicamentos”. Fue detenido el 30 de noviembre de 2009, junto a su esposa Paula Aballay y el dueño de la droguería San Javier, Néstor Lorenzo, por participar en una asociación ilícita dedicada a la venta de medicamentos adulterados y también por estafar al Estado.

La detención de Zanola fue un duro golpe para toda la Asociación Bancaria. Inmediatamente después de que lograra la libertad condicional, en diciembre de 2011, todos los secretarios nacionales del gremio ratificaron en el cargo a Palazzo quien lo conduce hasta el día de hoy. En 2013 el dirigente de la Corriente Federal de Trabajadores ganaba su primera elección en La Bancaria.

“Palazzo fue un dirigente del riñón de Zanola, creció a su sombra. Lo iba a visitar todas las semanas a la cárcel de Marcos Paz para demostrarle su fidelidad. Nunca le escuchamos una crítica a la conducta delictiva de su jefe político”, denunció Peralta.

A casi 36 años de recuperada la democracia se puede elegir concejales, diputados, gobernadores, presidentes pero el poder no deja elegir delegados en los sectores de trabajo. El 84 % de las empresas privadas no tienen representación en el lugar de trabajo. Allí opera el Modelo Sindical asentado en el trípode Empresa-Sindicato reconocido-Estado.

No es casual que se hayan desoído las observaciones de la OIT a la Ley de Asociaciones Sindicales. Palazzo tiene que conocer que el Convenio 87 de la OIT tiene rango constitucional a partir de la Reforma Constitucional de 1994 y que varias sentencias de la Corte Suprema de Justicia de la Nación declararon la inconstitucionalidad de artículos claves de la Ley Sindical y avanzaron en el reconocimiento de derechos de las organizaciones simplemente inscriptas.

La pluralidad sindical rige en el ámbito del Estado pero es fuertemente rechazada en el sector privado. Palazzo y compañía no entienden que una cosa es la unidad voluntaria de los trabajadores y otra muy distinta la unidad impuesta por el Estado y los patrones.

Palazzo se incomoda con los que confrontan con el Unicato y se pone furioso por la aparición de nuevas organizaciones que llegan para cuestionar a la burocracia sindical y reivindicar la autonomía de los patrones, los gobiernos y los partidos.

Nada distinto de lo que piensan los “Gordos” de la CGT, garantes de la “paz social”, sostenedores de la gobernabilidad del sistema y oficialistas por antonomasia de todos los gobiernos de turno.

*Vocal Comisión Ejecutiva Regional de la CTA Autónoma Río Cuarto. Congresal Nacional de la CTA-A en representación de la provincia de Córdoba