Despeinado y tumefacto

Por Néstor Pérez*

Solo, con sus circunstancias – bienvenido de nuevo al ruedo, don José Ortega y Gasset -, el tipo esta ahora parado en esa costa desnuda de parapetos observando sin poder creer como la ola que había retrocedido hasta casi desaparecer de la vista, regresa y golpea sus costas con la fiereza de una máquina metafísica…justo a él, que viene de ese mar de fondo en que se convirtió la oferta política cuando el fracaso de los Fernández; justo a él, que creyó desterrado y para siempre esa masa hasta hacía nada informe del peronismo.

Esa espesura que es el peronismo.

Ese fantasma errante que es el peronismo.

Ese grito desnudo y agónico que es el peronismo

Esa reelaborada esperanza que es el peronismo, después de traicionar tanto a sus esperanzados

Ganó el gobernador de Buenos Aires pese al dedo admonitorio de Cristina Fernández; con el serrucho de su hijo Máximo afanándose en dejarlo sin piso; con las deudas sociales de un territorio en llamas; con la incertidumbre de una experiencia electoral inédita en 40 años de democracia. Pero, hay que retroceder y tomar perspectiva, y formular la pregunta como quien muerde un clavo oxidado: ¿cómo podía ganar en la provincia quien no es sino un gigantesco yerro histórico, una mala pasada del destino, una peor interpretación respecto de la alternancia en los cargos electos?…  Claro, es también es la cristalización del fracaso colectivo en 40 años ininterrumpidos de democracia, el período más largo sin interrupciones violentas que reconozca nuestra historia política. Eludir esa lectura llevaría a pensarnos en clave desafortunada; demasiado condescendiente con los predecesores del psicópata social de esta hora.

Milei pierde en la cuna del peronismo – ¿se acuerdan qué calles pisaba el subsuelo de la patria sublevado? – porque nadie puede olvidar el silbido de las tripas cuando hay hambre; pierde en esa coordenada ineludible a los efectos de traducir el discurso de obreros e industriales, cuando a ninguno de los dos Milei les dirige la palabra; tan en línea el hombre provisional de la lengua en llamas con el extractivismo y los servicios financieros.

La ultraderecha libertaria era y es una amenaza a la vida democrática; aún puede ser el camposanto de las vindicaciones obreras, de los cuentapropistas, uberizados, comerciantes, docentes, estatales, científicos, simples y sufrientes ciudadanos heridos de desconfianza en el sistema porque reaparece la desventura una y otra vez.

Mi dueño – entendido como patrón –  es el pueblo argentino, dijo casi dos días más tarde el derrotado líder de la ultra derecha argentina. Debo cumplir con lo que ordenó, bajar la inflación, no me voy a mover un centímetro de tal propósito…El aumento constante de precios es claramente una pesadilla para una nación; pero no se debe admitir que para controlar la inflación se dinamiten las relaciones sociales, el entramado productivo, se pulverice el trabajo, se ahoguen las mejoras que una puja salarial consagra, se despida y flexibilice con un gozo diabólico , se violen la ley de Presupuesto y la Constitución Nacional, se desconozcan las autonomìas provinciales, se arrase con los pactos democráticos que evitaron hasta hoy acometer violentamente cuando se cursa un desacuerdo.

El último domingo perdieron también aquellos que confundieron a la opinión pública respecto del rol del Congreso como contrapeso republicano. Porque si en las últimas semanas Milei perdió sus iniciativas parlamentarias, hay que buscar las razones en la primera vuelta electoral del 22 de octubre del 2023, cuando el pueblo le dio al Congreso poder real para ejercer en su beneficio; sea que ese pueblo en su conjunto haya sabido o no que iba producir su voto en esa jornada, no importa. Importan sus efectos reales. Tampoco importa que el parlamento haya despertado tarde, muy tarde para tanta víctima de Milei.

Dejamos para el epílogo de esta columna la venalidad que quedó al desnudo, por boca de un funcionario propio. Los ya famosos audios de Spagnuolo y la coima de Karina Milei. ¿Explican por si solos el piñazo electoral en Buenos Aires?… no, ya dijimos que el hambre y el despojo son mucho más convincentes; sin embargo, la corrupción opera en el frágil espacio de la ilusión. Esa ruptura del contrato social que en Argentina se hizo epidemia. Estos salvajes hombres y mujeres de la ultraderecha vernácula vienen por la tuya, aunque para sus negocios se refugien en el Estado que insisten en destruir.

Despeinado por la robusta ola que rugió en su cara, Milei aún no sale de su ensueño. Bella será la hora en que la realidad lo devuelva mar adentro.

*Periodista. Ex dirigentes del Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba (Cispren-CTAA)