La CTA Autónoma Córdoba acompañó, de la mano de Jesica Rojas, el pedido de justicia.
Tribunales II fue, una vez más, el punto de encuentro para familias víctimas de la represión estatal. La concentración, organizada por familiares de Matías Mariño y de Tomás Fradeja, hizo hincapié en la complicidad y en la deliberada lentitud del Poder Judicial cordobés ante los crímenes de Estado.
-Hace tres años, el trabajador y padre, Matías Mariño fue detenido arbitrariamente en Villa Revol. Luego de ser torturado en el Centro Psico Asistencial de la UCA-E.P. N°9, quedó en estado vegetativo. A pesar de la gravedad del hecho, la causa solo tiene médicos imputados por mala praxis y lesiones culposas gravísimas; ningún policía, ni integrante del Servicio Penitenciario de Córdoba fue imputado o llamado a declarar.


-Un año atrás, el joven trabajador, Tomás Fradeja, fue asesinado a quemarropa, en Barrio Las Palmas, por el policía Andrés Ferreyra Díaz. Como destacó la periodista Miriam Campos en La Nueva Mañana, el oficial no solo sigue en funciones en la parte administrativa de la Policía provincial, sino que además: no está imputado y tampoco fue pasado a situación pasiva, menos fue llamado a declarar.
Ambas familias denuncian que a tres y un año de estos crímenes, la justicia opta por la inacción. Sostienen que la negligencia y responsabilidad del Poder Judicial garantizan la impunidad y, por lo tanto, la repetición de los hechos, reforzando un sistema donde las fuerzas de seguridad actúan sin represalias, a la hora de violar los derechos humanos de los jóvenes de las barriadas cordobesas.
Fuente Enffant Terrible